Agnes Karsson A la mañana siguiente nada pareció cambiar después de la tensa conversación que tuve con Marcus, sé que a lo mejor me pase un poco pero el me ha llevado hasta los límites que ni sabía que existen en mi. Mis padres se deben estar revolcando en sus tumbas al ver todo lo que está pasando en mi vida; aún estoy pensando seriamente si vale la pena todo este esfuerzo y alboroto. Apago la alarma que puse la noche anterior sin ganas, ¿tengo ganas de ir trabajar? Absolutamente no. Me levanto sin ánimos y me doy una ducha rápida. Camino hacia el armario donde guarde las pocas cosas que tenia en casa porque no bromeo cuando digo que todo lo invertí en mi boutique. Hoy haré el pago final del local y los proveedores, ¡Al fin! Es lo único que me da ganas de seguir en esta farsa

