—¿Estás bien?—Miro a Nika y asiento Volviendo a mirar la televisión.
—En perfecto estado —
—¿Segura? Desde que mis hermanos se fueron has estado callada ¿Ellos te hicieron algo?—
—No, es solo que es extraño, ellos me conocen, pero yo no, en mi mente no hay nada y es frustrante —
—¿Por qué? —Recuesto mi cabeza en la cama y estiró mis pies en el suelo.
—Hace algunos años tuve un accidente donde perdí la mayoría de mis recuerdos y en esos recuerdos tus hermanos estaban —
—Por eso mis hermanos estaban tan desesperados—
—No lo sé, posiblemente.—Muevo mis dedos en el suelo, cierro mis ojos con cansancio.
—Vamos a dormir, mañana podemos seguir viendo la película.—Me muevo lentamente para luego subirme sobre el colchón.
Siendo sincera, estoy muerta, tantas emociones juntas el día de hoy me tiene completamente agotada, no doy para más.
Mi cuerpo corre con emoción, miró hacia ambos lados y brincó encima de una enorme espalda.
Aún no puedo ver su rostro, pero cerca de él puedo estar en paz, me siento segura. Siento como alguien se posiciona detrás de mí y besa mi espalda.
—¿Ya nos recuerdas? —Intento decirles algo, pero cierro mis ojos y les sonrió—Vamos pajarito recuerdanos —
¿Pajarito? Abro mis ojos al sentir que me dejan en el suelo y me separó abruptamente de unos labios.
Poco a poco la claridad aumenta dejándome ver el rostro de ambos.
Nikolay y Nikolás, ambos me sonríen para luego tomar mis manos y besarlas.
Camino hacia ellos dejando un beso en ambos, Nikolay me atrae más a él para profundizar el beso mientras Nikolás pasa sus manos por todo mi cuerpo calentándolo.
—Ah .—Gimo cerrando mis ojos, sus manos se meten debajo de mi roja y.
Abro mis ojos rápidamente sintiendo mi corazón latir como un loco ¿Que mierda? ¿Dónde estoy? Me levanto quedando sentada, limpio mis ojos enfocando a mi alrededor.
Miró hacia la cama y puedo observar a Nika que se mueve como un gusano mientras murmura algo.
Al tanteó busco mi teléfono hasta encenderlo.
Son las seis de la mañana, por lo menos hoy en domingo y no tengo clases.
Me tiró nuevamente y suspiro, me quiero levantar, pero no deseo ver a ambos hermanos, siento que si los veo querré besarlos tanto como en mi sueño.
Y eso está mal.
Muy mal.
Me levanto caminando hacia el baño, agua mis necesidades, lavo mis dientes y rostro, al estar ya lista me acerco a la puerta, y miró hacia ambos lados para luego salir de la habitación de Nika no sin antes arreglar donde estaba durmiendo.
Camino casi en puntas, la casa está en completo silencio, bajo la escaleras y al llegar a la cocina camino directamente hacia la nevera para sacar un poco de agua.
Pegó un brinco cuando mi teléfono suena, lo tomó rápidamente.
—Hola —
—Buenos días, mi dulce hermana menor—
—Buenos días —
—¿Apenas te levantaste? —
—Si, pero todos aún siguen dormidos —
—¿Dormiste bien? —
—Ujum ¿Para que llamas tan temprano? —
—¿No puedo llamar a mi dulce hermana en la mañana? —No digo nada —Bien, tu ganas, nos mudaremos de departamento, aquí ya es muy peligroso—
—¿No sé cómo no se cansaron esos tipos? —
—Hermana, te quieren a tí —
—Lo se, todo fuera más fácil, si pudiera recordar por lo menos algo—
—No, no quieres —
—Enzo son mis recuerdos —
—Recuerdos que es mejor que no recuerdes, creeme .—Ruedo mis ojos con fastidio, él no sabe que mientras más me dice eso, más deseo recuperarlos—En fin, ya encontré nuestro nuevo hogar, esta vez será una linda casa, tranquila, todo está casi listo, solo falta la mudanza. No te preocupes me ayudarán unos amigos confiables, además también les dije a tus amigas, Nara y Mari, las ví hace poco, les comenté y ellas aceptaron ayudarnos —
—Tengo que hablar con ellas, desde hace tiempo no se nada de ellas —
—Bueno eso era todo, diviértete allá —
—No espera, iré el día de la mudanza, así que pásame la dirección, no creo que estando rodeada de tantas personas hagan algo —
—Sam —
—Enzo —
Al otro lado de la llamada se escucha una largo suspiro y sonrió orgullosa.
—Esta bien —
Corto la llamada, terminó de beber el agua y me doy la vuelta pegando un grito al ver a los tres hermanos de pie en el marco de la cocina.
—Buenos días, Sam .—Nika pasa por mi lado para luego acercarse a la cocina.
—Buenos días .—Hablo bajito, Nikolás y Nikolay me dan una sonrisa.
—Buenos días —
Tragó saliva al ver sus cabellos alborotados.
¿Cómo pueden verse tan sexys tan temprano?
Niego rápidamente.
—Haré el desayuno.—Nikolay pasa por mi lado rozando nuestras manos.
•••
—Idiota .—Abrazo a mi hermano—¿Ya te olvidaste que tienes una hermana? Apenas si ha pasado un día —
—Después dices que él exagerado soy yo.—Aprieta mis mejillas.
Me suelto de él al ver a mis dos latinas hermosas, me acercó a ellas y nos fundimos en un abrazo.
—Como las extrañaba.—Hablo cuando nos soltamos.
—Claro, ni un mensaje tuyo recibimos —
Se queja Nara y sonrió.
Creo que conocerlas fue suerte, desde que me había mudado de nuevo para acá, no tenía muchas amigas, pero al pertenecer a un mismo bloque en la universidad nos hicimos rápidamente amigas
Nara estudia literatura y filosofía, Mari estudia actuación y yo arte, siendo de esa forma un mismo bloque.
—Les quiero presentar a alguien.—Me volteo para luego llamar a Nika y ella se acerca—Nika, ellas son Nara y Mari, una bellas latinas, preciosas, ella es Nikaela —
—Un placer .—Mari se presenta y Nara también, pero sin ser tan amigable.
—No te sientas mal, Nara es así, toda seca.—Mari le susurra y puedo ver cómo Nara rueda sus ojos.
—Opa, opa .—Miro hacia donde ve Mari y mis mejillas se tornan rojas —¿Quienes son esos papis? —Mira a Nika y luego a los hermanos—Son familia, mira esa belleza, arte puro, además esos ojos, Nara ¿Ya viste esos ojos? Los tres tiene heterocromia —
Me río al ver su expresión, pero creo que cualquiera lo haría, no todo él tiempo verás tres hermanos con heterocromía, no se muy seguido.
—Divinos querida .—Nara dice robándonos risas, ella me mira y achica sus ojos—¿Te gustan cierto? —Me dice solo a mi, mientras que Nika y Mari hablan entre ellas.
—No, no es así —
—Oh, vamos Sam, ambos te gustan —
—¿Cómo te diste cuenta? —
—Soy muy perceptiva cuando se trata de encontrar amor en otras personas ¿No lo sabías? En mis tiempos de bachillerato me decían, Nara la cupido .—Niego y me río, al parecer hoy está de muy buen humor, como para bromear.
—Si, pero eso no importa, no podría elegir a uno solo —
—¿Y por qué tendrías que elegir a uno solo?—
La miró y parpadeó varias veces, niego y cuando estoy por decir algo, Enzo nos llama para empezar a guardar todas nuestras cosas.
Me alejo de ellos metiéndome en mi cuarto de dibujos para empezar a envolver mis pinturas.
Me quedo allí, intentando hacerlo lo más rápido posible, no quiero que vean todas las que tengo de los Valgort.
Bajo col cuidado de que ninguno de mis cuadros se vean afectados y pego un brinco al escuchar un relámpago.
Escucho varios gritos y luego la energía se esfuma.
—Perfecto .—Me acerco hacia donde está el camión y paso las pinturas —Con cuidado.—Él chico asiente y las toma con cuidado.
Primero una gota y luego otra, y otros para luego ser empapados, corremos hacia adentro para luego subir rápidamente por las escaleras. Mi hermano se queda hablando con el personal que él contrató para ayudarnos a mudarnos.
—Iré por unas toallas, esperen aquí.—Camino rápidamente hacia el tercer cuarto, busco en las cajas hasta dar con verías toallas —Si desean pueden darse un baño—
—Si por favor .—Nara lleva sus manos hacia su boca para dar un poco de calor—Nikolay y Nikolás, si gustan pueden usar el baño del cuarto de mi hermano o este que está aquí afuera.—Ambos asienten—Chicas vengan conmigo —
Las guío hacia mi cuarto, escucho la voz de mi hermano guiando a los hermanos Valgort.
Busco en mi closet algo de ropa, miró a Mari y busco algo que se ajuste a su cuerpo.
Ella es un poco más rellenita que yo, le pasó unos shorts y una camisa y ella los toma. Hago lo mismo con Nika, dándole el shorts más largo que tengo, ella es mucho más alta que yo y le pasó un buzo.
—Solo dame algo que me cubra bien del frío.—Tirita a Nara.
—A ti cualquier cosa te cubre, eres pequeña.—Se burla Mari.
—No es cierto, estoy en la medida correcta, 1.63, lo que pasa es que ustedes son unas jirafas.—Le entrego una bermuda larga con un buzo, a las tres les doy unas bragas limpias, Nara corre al baño, pero antes de meterse me mira —Me das desodorante plis .—Sonrió y se lo entrego.
—Haré un poco de chocolate caliente.—Tomo una toalla y me envuelvo, esperare hasta que estén listas y luego será mi turno.
Abro la puerta de mi cuarto y me acerco a la cocina.
—Captaste por completo nuestro mirada —Me quedo fría con la leche en mis manos, me volteó y observo como Nikolay sostiene en sus manos un pequeño cuadro.
Mierda,nse me olvidó ese.
—Si, es que ustedes tienen una mirada y color de ojos muy peculiar.—Me mantengo serena, si no demuestras algo, no se dará cuenta.
—Oh, bueno gracias, aunque no ha Sido la primera vez que nos dices algo como eso.—Mis manos tiemblan mientras preparo el chocolate—Aún me cuesta creer que también hayas olvidado la promesa que nos hiciste —
—¿Promesa? —Habló lentamente —No recuerdo nada —
—No te culpamos por eso, pero deseamos que ahora que nos volvimos a ver la cumplas—
Me río ¿Ambos están sacando sus garras? Ellos se mantenían serenos, tranquilos, cuando estaban conmigo, pero ahora.
—¿Quieres chocolate? —Miro hacia mi cuarto.
—Si por favor —
—Bien, me iré a quitar esta ropa mojada, por favor, vigila el chocolate.—Pasó por su lado y él me sostiene de la muñeca.
—Vas a tener que cumplir esa promesa, pajarito.—Susurra lentamente y besa el dorso de mi mano.
Intento controlarme lo más que puedo, me adentro a mi habitación, pero ninguna me presta atención, hablan acostadas en mi cama.
Me meto dentro del baño y me observo en el espejo, siento mi cara arder y efectivamente, desde mi cuello, mejillas y orejas, todo está rojo.
Completamente rojo, parezco un tomate.