Capítulo 32 No sé qué es lo que está pasando por la cabeza de Ailin en este preciso instante, pero sus ojos están brillando de una forma que no había visto antes y esa mirada va dirigida por completo a mí, le sonrío, me da igual lo que piense si puedo ver esos ojos más seguido. – Vamos a nuestra habitación – le pido, dejar a esas dos arpías boqui abiertas vale millones, ella me sigue tranquila, entro y ella sierra tras de si – No pienso nada de lo que dije ala abajo – me dice como si creyera que tiene que justificarse – Eso ya lo sé, no es necesario que me lo digas, y también sé que era hora de que las pusieras en su lugar – niega – Me siento incomoda, yo no soy ese tipo de persona y dije cosas que me pueden hacer arrepentirme en el futuro – me acerco y toco su pelo – La única forma

