Entre el agotador cansancio de una semana cargada de trabajo y obligaciones , lo que el menos quería era ir de acompañante al cumpleaños de un desconocido , pero la insistencia de ese amigo al acompañaba a menudo a diferentes reuniones y compromisos lo convenció levemente , parado en una esquina esperando a ese amigo ,mientras la brisa primaveral lo envolvía y la tarde se oscurecía convirtiéndose en noche , pensaba en ir solo por unas horas , luego comenzó a arrepentirse , quizás le diría que no quería ir y volvería a su casa , pero la idea de comer algo en ese cumpleaños , ya que no había almorzado , trajo nuevamente el convencimiento a él , diviso a su amigo cruzando la calle.
-hola, dale vamos –
Caminaron calles adentro, hasta llegar al lugar, un verde portón de hierro mostraba la entrada, su amigo golpeo eufóricamente el portón, al punto de darle un poco de vergüenza. una mujer mayor abrió dicho portón , parecía difícil de abrir , pero lo abrió con fuerza.
-hola chicos pasen, seba esta allá-
Entrando a la casa, la vivienda se encontraba en el fondo del terreno, un largo patio con paredes cubiertas de parras y en su centro una mesa llena de amigos y familiares, el cumpleañero en la punta de esta.
Cuando los vio fue a recibirlos.
-feliz cumpleaños, vine con mi amigo José-
-vengan siéntense-
José , sintiendo todavía cansancio se sentó en una silla , miro a su alrededor y ya no estaba convencido de quedarse , nuevamente prefería estar en casa , el sonido de muchas personas hablando al mismo tiempo lo aturdía , su amigo comenzó a beber una vaso de vino detrás de otro , él ya sabía cómo terminaría , llevándolo borracho hasta su casa como muchas otras veces , sin embargo dejo de prestarle atención y converso con la gente a su alrededor , le ofrecieron comida que acepto amablemente , se sintió cómodo un rato , pero luego de este comenzó a aturdirse de nuevo con las voces de todos allí y el cansancio volvió a sentirse en su cuerpo y mente , por lo que quiso irse .
-vamos Gerardo-
-espera, espera, nos quedamos un ratito más, después pedimos un taxi-
Eso era lo que hacía siempre, ese ratito se trataba de un par de horas , José pensó en irse solo , pero luego creyó que estaría mal dejar a su amigo e irse , paso una hora y Gerardo estaba bastante borracho.
-pido el taxi ya-
La posición de José fue firme.
-pedime un taxi Sebastián-
-si dale, ya te lo pido-
Lo vio entrar a la casa y luego salir con otra botella de vino, dirigirse a sus amigos y servirlo, José pensó que había olvidado su pedido , luego de unos minutos se acercó y le confirmo , que el taxi ya estaba en camino.
Esperando el taxi, se hizo presente la torta de cumpleaños, todos cantaron el feliz cumpleaños, José incluido con poco ánimo, ya que en su mente solo pasaba la idea de llegar a su casa y descansar. Sintió el leve sonido de un auto en marcha en la puerta y creyó que era el esperado taxi.