Dean.
Entré en mi oficina y encontré a mis hermanos esperándome. Dan, ajeno a la gravedad de la situación, recorría el espacio con paso firme, como si fuese el verdadero dueño del penthouse ejecutivo. Había citado a Dennis y Darren para abordar de inmediato la desagradable aparición del padre de Emely.
Aseguré que Emely estuviera a salvo y con apoyo. La envié con uno de nuestros choferes de confianza a la academia, llamando a David para que la esperara allí. Emely aún estaba temblando por el encuentro, y hablar con David, quien compartió parte de su adolescencia y conoce la verdad de lo que sucedió en casa de los Baker, le haría bien.
—¿Dónde está Emely? Pensé que vendría a buscar a Dan aquí —preguntó Darren con una expresión de perplejidad y ansiedad.
—Cambiamos los planes. El pequeño
