Los días pasaban y con ellos la vida de Eva se quedaba estancada, recibió maltratos por parte de Romina, golpes que solo ella podía aguantar, cosas que no le gustaba o parecía a Romina terminaba con una cachetada, quemada con café o la comida caliente, le jalaba el cabello y cosas que le causaban cicatrices a Eva, nadie decía nada ya que Romina los tenía amenazados, que si decían algo, lo pagarían con correrlos y no encontrar trabajo o mandarlos a la cárcel por robo o cualquier cosa, Eva aveces no comía y solo tomaba agua, por órdenes de Romina, a veces por caridad Enriqueta le llevaba comida o algo para que comiera, Jacobo nunca se enteró ni se dio cuenta ya que siempre trataba de salir temprano y llegar muy noche para no encontrarse a Eva, ya que con tan solo escuchar su nombre su corazón latía mucho ,el la amaba y no podia sacarla de su corazón, Romina no quedaba embarazada por más que lo intentaba, así que tenia que matar a Eva para que desaparezca de sus vidas.
Han pasado ya algunos años, ese dia Jacobo llegó un poco borracho a la casa y decidió ir al cuarto de Eva, el entro en total silencio la vio dormida, se subió encima de ella, ella quiso gritar y el le tapo la boca.
Jacobo: Shi,shí, no digas nada, no grites, déjame hacerte mia, te amo Eva, te amo no e podido m***r este amor que siento por ti.- le decía llorando.- Te hubiera dado todo, te hubiera echo la mujer más feliz de esta tierra.- Eva solo lloraba, se quejaba, con todas sus fuerzas logro safarse y tirar a Jacobo de la cama.
Eva: déjame en paz, ya dejame m***r, déjame ya.- lloraba Eva.- ya , no te cansas de tratarme mal, de hacerme sufrir.-le decía ella en un rincón de la cama, ella prendió la lámpara del cuarto Jacobo se encontraba tirado en el piso.- No estas conforme con que me has maltratado tanto fisica como psicológicamente, ahora quieres v*****e, no te conozco, no reconozco en el monstruo en el que te convertiste, ese hombre al cual ame ya no está, ya no vive aquí, y sabes que Jacobo, te odio, te odio con todo el corazón.- a el solo le dolieron las palabras que decía eva.- M***me, m***me ya, ya no quiero seguir viva, ya no te amo tu m****te todo este amor que estaba aquí, pensé que era una pesadilla que en cualquier momento volverías hacer tu, pero me cansé de espera, si no me m***s tu, me m**o, yo.- le dijo ella con firmeza en sus palabras.
Jacobo solo se levantó del piso y salió corriendo de aquel cuarto, el se dirijo a su despacho, y ahí lloro, lloro como un niño, queria sacar todo el dolor que tenía.