LASCIVIA

Kapitel II

Sergei me deja en el departamento y le doy un besito de despedida. Subo por el ascensor y entro, cierro con mi pie y tiro mi bolso en la cama de mi habitación, además de ser bailarina exótica también soy doctora, ejercí mi profesión casi por dos años en un internado pero bueno… renuncié ya que me consumía mucho y no me pagaban lo justo, así que decidí hacer esto, que la verdad no es para nada mal pagado y no debo acostarme con nadie y lo disfruto! Riego las bolsas con los billetes en la cama… joder ahora debo contarlos uno a uno… luego de terminar con las tres bolsas guardó los billetes por fajo en la gaveta y me acuesto, sin casi las 4 de la madrugada, me acuesto y pienso en lo que me paso hoy, si, he tenido algunos fanaticos o me he enrollado con algún tipo bueno que se me ha apetecido pero nada como eso, Hans nuestro chico guardia no deja que ningún tipo nos moleste, y mucho menos que entre a nuestro camerino. Voy a la ducha y me baño de rapidez para estar fresca al acostarme, con mi pequeña bata de seda me acuesto y cuando creo que alcanzo la punta del abismo para tirarme a un mar de sueño me entra una llamada, doy una pataleta y contesto

- Si?

- Hey… abre

- ¿Que?

- Si, abre

Me levanto sobando mis ojos y abro Hela entra y tras de ella veo al tipo de hoy. Ella me hala a su habitación y yo la miro como loca.

- Necesito que me des dinero

- ¿Que? No. No haber espera ¿para que?

- Necesito que me lo prestes yo te lo pagaré

- A ver Hela, espérame, tú trabajaste hoy y seguramente habrás ganado mucho ¿que pasó?

- Si bueno ese dinero se lo abone a la deuda que tengo con Anton

- Joder, ¿para que quieres el dinero? - Ella me mira algo apenada y la descubro - No, absolutamente no te prestaré dinero para esa mierda, sabes lo dañino que es mira cómo te tiene

- Juls pero la necesito

- No, ven ven mejor acuéstate, explícame ¿por qué viniste con ese tipo?

- A el le voy a pagar

- Toma esto - le pasó unas pastillas para dormir y ella las traga - Bien ahora duérmete debes dejarlo

- Lo se… - car rendida en mi cama… genial, ahora no puedo dormir sola ni y tengo un extraño en mi sala, camino hacia allá y lo veo sentado en mi mueble afilando dos navajas.

- ¿Por que aún estás aquí?

- Necesito que me pague - solo sigue afilándolas sin verme

- Pues ella no va a pagarte una mierda que la esta destruyendo ni yo tampoco así que lárgate

- Te equivocas señorita Julie - Como carajos sabe mi nombre - Necesito que me den mi dinero si no las obligaré, pero no me iré sin el dinero

- ¿Que eres un dealer o algo así? - Chasquea con sus dientes y se levanta guardando las navajas en los bolsillos de su pantalón y camina hacia mi.

- No, ella ya ha tenido muchos avisos, yo soy el último paso

- ¿A que te refieres?

- O me paga o la mato

- Que… que estás diciendo…

- Lo dije muy claro linda… - se acerca a mi y yo retrocedo, saca la hoja de una de sus navajas y la pone en mi mejilla paseándola por mi boca - Eres muy hermosa pero… no aguanto a las altaneras aunque ya no lo pareces tanto, saca tu lengua

Yo frunzo mi ceño e intento separarme de él pero el con su otra mano me agarra por mi espalda baja pegándome, sinceramente no traigo nada de interior y sin esta bata estaría… desnuda.

- No intentes escapar si no quieres hacerte daño

- Quiero que te vayas

- No me desafíes, de alguna manera tendré que cobrar

No sé de donde saco fuerzas pero pongo las dos palmas de mis manos en su firme pecho y lo empujo, el en la oscuridad de las luces moradas que salen de mi habitación hacia la sala se acerca a mi y yo me echo hacia atrás pegándome con la encimera. Joder no voy a negar que tengo un poco de miedo, tomo lo que encuentro y cuando se acerca mucho le pego con un sartén en la cabeza haciendo que se desmaye. Carajo… espero no haberlo matado, bajo a su cuello y verificó que esté vivo, siento su pulso y busco en mi habitación unas esposas que son de metal firme. Junto sus manos y pateo lejos sus navajas. Veo su perfil en el suelo, unos paramentos finos de un respectivo adonis… su nariz de punta fina y respingado, sus labios carnosos rosados, sus cejas pobladas y negras al igual que su cabello que cae en su frente. Mi mano se va a su brazo y acaricio los grandes músculos… joder, me alejo y recuerdo que es un puto asesino… ¿debería llamar a la policía? ¿Que se supone que deba hacer? Carajo son las 5 de la madrugada, Hela está en mi cama rendida por las pastillas, un desconocido en el piso de mi cocina. Me siento en el mueble y no recuerdo en qué momento caigo rendida.

****

Siento la luz cálida entrar a través de las cortinas que cubren mis ventanas y bostezo, voy al baño cepillándome los dientes me doy una ducha y coloco mi toalla al rededor de mi cuerpo, voy a mi habitación a ver qué me pondré hoy y veo mi cama desordenada pero sin Hela acostada en mi cama, JODER! voy a la cocina corriendo y veo las esposas en el piso, sin rastro, oh no, no, no, no, espero que no La Haya secuestrado o algo así!

- Buenos días - Me asusto por la voz ronca y me volteo poniéndome la mano en el pecho viéndolo salir de la otra habitación - ¿Sabes? No es tan cómodo hospedar a visitas y ponerlos a dormir en el suelo

Esta sin camisa… con el agua goteando del cabello encima de su pecho y su abdomen muy bien formado, sus brazos todos tatuados iniciando desde los laterales de sus pechos hacia sus brazos y su cuello, una toalla en su cintura que por su puesto es mía y una sonrisa media diabólica y sarcástica.

- ¿Que haces aún aquí? Y usando mis cosas, puedo llamar a la policía

- Adelante - Camina hacia mi habitación con descaro y yo lo sigo enojada

- Dire que un asesino pervertido idiota entro a mi casa y me secuestro

- Vamos hazlo estoy esperándolo

Abre la gaveta donde está mi dinero y comienza a contarlo sacando lo que supongo Hela le debe.

- Eres un idiota, entras a mi casa, me amenazas y me robas.

- Primero tú amiga me invito aquí, segundo no te amenace a ti, tercero estoy tomando lo que me corresponde y por ultimo hermosa … - se acerca a mi… pero mucho - No soy un idiota tú eres una fastidiosa, que se hace la valiente y en realidad es una ladilla, además que también te follas a viejos - Intento darle una cachetada pero el me detiene la mano a medio camino, apretando con fuerza mi muñeca me tira a la cama y yo sostengo con mi mano la toalla echándome hacia atrás para quedar lo más lejos posible de el - Sabes que tampoco me gusto?

- No me interesa

- Que tú… me hayas esposado… eso no fue muy amable de tu parte además del golpe que me diste

- Ya lárgate joder

- No… aún, mira - me muestra las esposas y yo abro los ojos con algo de miedo y el sonríe - Estás son tuyas así que… - Me toma por las manos y me arrastra en la cama esposándomela a los barrotes de la cabecera boca arriba - Úsalas

- Sueltame…! Suéltame joder! Suéltame

- No hasta que me ruegues

- Ni loca! Eres un maniático, depravado, - comienza a asentir con la cabeza con desinterés y a voltear los ojos - Eres un jodido y puto idiota

Me quita la toalla y quedo completamente desnuda, yo cierro la boca y halo de mis muñecas lastimándome con estas, cierro mis piernas y lo miro expectante.

- Hablas mucho muñeca

- Suéltame

- Mucho gusto, mi nombre es Ares… Ares Müller

Joder es un Müller… joder no, joder voy a acabar muerta en una canaleta sin que nadie me reconozca, aquí es donde el verdadero miedo me invade. Quedó helada de sólo saber ese dato. Su padre es un mafioso es el dueño de casi todo el control de Alemania, había escuchado de sus hijos pero nunca creí que conocería a uno de sus matones, se rumora que desde pequeños los convirtió en títeres asesinos y que mató a su esposa y a su hermano.

- ¿Por que tan callada?

- Yo… yo… no sabía quién eras

- ¿Y eso cambia las cosas?

- Bueno… ¿por qué estabas ayer en el PUB?

- Buscaba a tu amiga… - el hace una cara de confusión y menea la cabeza como recapacitando - Yo no debo darte explicaciones… vamos - oscurece su mirada y la fija con la mía lo cual me da unas ondas electrizantes por todo el cuerpo - No querrás que te coja y te dejé aquí amarrada

- Eso sería violacion

- No si la otra persona también quiere o ¿me vas a decir que no? Tus pezones están duros, tus muslos pegados, tu respiración algo pesada, y muy seguramente tú coño mojado

Odio que tenga razón…

- Sueltame - le pido suavemente casi como una súplica

- ¿Por que tienes unas esposas? Tendrás más cosas guardadas?

- Hey, no toques mis cosas joder no te atrevas a poner tus sucias manos encima de mis cosas - Abre las gavetas y se encuentra con mis vibradores y juguetes sexuales, el hace una cara de sorpresa y me mira

- Vaya vaya… la tan diplomática Julie - escuchar mi nombre salir de esos labios me revuelve todo, se inclina y me muestra una balita pequeña como un labial pero potente como ningún otro. Me lo pone en los labios - Chúpalo - No se por que le hago caso, saco mi lengua y lo paso por este viendo como sus ojos miran con atención mis movimientos, lo quita y pone su mano en mi mandíbula apretándola, no me habían hecho eso pero me gusta demasiado, abre sus labios levemente y veo el bulto en la toalla. Enciende el vibrador y lo pasa por mis pechos, mi espalda se arquea con las descargas y comienzo a abrir mi boca y apretar mis ojos cuando baja por mi abdomen llegando a mi pelvis.

- Pídemelo - Gimo al escuchar su voz profunda cargada de deseo - Ruégame que te haga venir - Gimo ante su exigencia dominante y por un instante lo ubica en mi sexo a lo cual yo lanzo un gemido muy alto y escucho un gruñido por su parte - Joder pídemelo Julie

- Ares - escucho como jadea al escuchar su nombre como un gemido, un nombre que se escuchó como la palabra coger duro, uno que se escuchó como una súplica de placer

- Vamos Julie, pídemelo

- Ares… Jamás te suplicare por placer - Quita el aparato y yo suelto un jadeo por la falta de placer, veo su rostro enojado y sale de la habitación, joder, será que me dejo aquí así, ¿acaso se fue? Pero veo que entra nuevamente vestido con su camibuso n***o pero ahora sin el arnés de cuero. Se acerca me suelta y se apoya en la cama con sus brazos a cada lado de mi cuerpo

- No vuelvas a pegarme con una sartén - me da un beso pequeño y fugaz en los labios y se va. Con mi dinero, mi gel de ducha, mi dignidad y mi placer.