Han pasado dos años desde que todo terminó, Adam y yo decidimos esperar al nacimiento de nuestro bebé para casarnos. Como Krista y yo siempre soñamos, nos graduamos juntas, y a pesar de mi barriguita bastante notoria, Adam se encargó de hacer la noche del baile de graduación algo sumamente especial; aun recuerdo cuando llegó el otoño, el gran día del parto llegó y yo estaba aterrada por todas las experiencias que tuve en mis practicas de enfermería, pero nada se compara al estar del otro lado, dejar de ser una espectadora para vivir la experiencia en carne propia, mi novio jamás se separó de mí, estuvo a mi lado y juntos pudimos escuchar a la vez el primer llanto de nuestro hijo dando la bienvenida al mundo, nuestro pequeño, Lui Benjamin Smith, un pequeñito idéntico a su padre, pero con o

