Capitulo 5

2670 Words
—Entonces, tu cuidarás de ella cuando estén en la escuela ¿Cierto? — —Si, Leto, en serio no debes preocuparte, todo estará bien — Suelta Krista fastidiada, estamos en la cena, mi loca amiga aprendió a hacer pasta boloñesa al fin, en verdad me ha sorprendido, no le conocía del todo sus habilidades de chef, Thomas ha estado un tanto tranquilo al igual que Hank, pero la tensión entre Krista y Adam por mi sobreprotección va en aumento como si de una competencia por saber quién es la mejor mamá gallina se tratara, Adam pasa su mirada de Krista a mí, pareciera buscar duda en mi mirada, pero en verdad creo que un poquito de normalidad en nuestras vidas no irá mal; su mano va a mi mejilla y me acaricia con el dorso de esta, su toque me agrada, desde que bebió mi sangre se ha mantenido tibio —Entonces, Lizzy, ¿estás segura? ¿Quieres volver a la escuela? — —Si, Adam, en verdad creo que nos sentaría bien a ambos, ¿Qué podría pasar? Krista y yo estaremos juntas todo el tiempo, Hank y tú nos llevarán y nos traerán de vuelta a casa, así que no encuentro inconvenientes — —Muchacho, Hayley tiene razón, además nosotros tenemos algunas cosas que hacer, como el analizar el libro que encontraron en el despacho para trazar el plan contra Vladius, no es que desconfíe en las habilidades de ambas señoritas para los planes de guerra, pero creo que a los vampiros experimentados nos compete más ese tipo de encomienda, en la ejecución es donde ellas se verían incluidas explicándoles los más relevante de dichos planes— —Thomas tiene razón, Adam, debemos centrarnos en hacer el plan, hay mucho que debemos tomar en cuenta, entre ello, ¿Qué haremos con Héctor? — Adam suelta una pesada respiración mientras se frota el mentón con una mano, no sé qué es lo que trama, sinceramente se me vendría a la cabeza que transformemos al tipo en humano para no correr riesgos al querer encontrarse con los malos de nuevo, ya que quedaría expuesto, pero sé que como humano puede destruir vampiros, entre ellos a mi novio y no puedo perderlo, es un gran riesgo al él conocer las debilidades de un vampiro —Tengo un plan para él, sería usarlo el día de, que él sea quien libere el veneno— —¿Acaso estas demente? Estarías sacrificándolo, Adam, eso es de psicópatas — Suelta Hank escandalizado, Adam se encoge de hombros y levanta sus manos —Solo creí que era una buena idea, a fin de cuentas, él quiso matarnos primero, o ¿ya no lo recuerdas? — —Si, pero no estoy dispuesto a matar a alguien con familia, Adam, tiene una hija, se supone que tú tienes más lado humano que yo y piensas dejar a una niña sin padre, no seas desalmado — —Lo siento, tienes razón, aun así, no pretendo que Lizzy enfrente a Vladius, no puedo exponerla, es todo, debes entender que estoy desesperado, me siento impotente, no puedo perder a la persona que amo, Hank— Suelta con frustración, Hank niega con la cabeza, Krista y yo somos espectadoras, sé que esto se pone cada vez más difícil, aunque no creo que sea un buen tema para la mesa, quizás ellos no necesitan comer, pero yo estoy muriendo de hambre, Thomas se levanta de su asiento y se acerca a Adam poniendo una mano sobre su hombro, esté de inmediato clava su mirada azulina en él —Muchacho, deberías de dejar de cargar el mundo en tus hombros, no eres Atlas y no estás solo con la misión, yo me he encargado de contactarme con viejas amistades, vendrán tan pronto como les sea posible, solo confía en tu equipo, recuerda cuando eras coronel, debías deslindar algunas responsabilidades a tu pelotón, confiabas en que la misión se realizaría— —Si, Thomas, entiendo lo que dicen, pero ustedes deben comprender que yo estoy arriesgando a la mujer de mi vida, lejos de verla como quien puede salvar a los vampiros o destruirlos, yo la amo con mi alma y vida, necesito que esté a salvo, necesito estar seguro de que ella no estará en el peligro inminente con ese demente— Su tono de frustración me hace estremecer, verdaderamente está preocupado, necesito que se tranquilice o esto puede terminar en una pelea entre los tres inmortales, así que hago lo que mejor se hacer, llevo mis manos a las mejillas de Adam, haciendo que su mirada se fije en la mía —Cariño, ¿sabes usar armas? — Intervengo improvisando un poco —Si, Lizzy, pero sabes que eso no nos va a ayudar en esta situación— Suelta con su mirada llena de preocupación, suspiro y continuo —Cariño, ¿has usado un rifle automático? O quizás ¿alguna basuca? — Noto que arquea sus cejas un tanto confundido, debo usar mi ingenio para encontrar algo que pueda relajarlo y darle ideas —Lizzy, si se usarlas, pero eso ¿qué tiene que ver en esta situación? — —Podemos encontrar la manera de lanzar el veneno a distancia, necesito que te vuelvas un francotirador, podemos atraer a Vladius y distraerlo de alguna manera y cuando lo tengas en la mira, disparar, que el frasco se rompa directo contra él — Sus ojos se llenan de brillo, sonríe, creo que le he devuelto un poco de esperanza, sus manos me toman por los hombros, veo emoción —Lizzy, ¡lo hiciste!, ¡eso es! — —Te dije, Hayley, que poseías inteligencia para acabar con el enemigo— —Más bien creo que es la cantidad de películas de acción que veíamos en los maratones de los domingos — —¡Krista! — —¿Qué? Puede que ver Rambo rinda frutos al fin — Suelta con diversión, Hank no evita soltar la carcajada, Adam me toma de las manos haciendo que mi atención se enfoque en él, una sonrisa marca su rostro —Se disparar, sinceramente lo hago bien, pero puedo ir a practicar tiro a distancia, necesitamos estar a una longitud prudente, ya viste lo que me hizo ese veneno la última vez que lo inhalé, pero siendo así lo lograremos— —Oye, Hayley, ¿Qué es el sobre amarillo que dice borreguita? El que aguarda en el escritorio— Suelta Hank interrumpiendo a Adam, con todo esto no había recordado revisar el contenido —No lo sé, papá lo dejó para mí, creo que ya es hora de ver que es lo que guarda— Me pongo de pie y Adam me sigue tomándome de la mano, salimos del comedor y escucho pasos tras nosotros, creo que ese sobre ha despertado la curiosidad de todos los presentes, nos encaminamos por el pasillo hasta llegar al estudio, abro la puerta y en un abrir y cerrar de ojos corremos hasta el escritorio, Adam ríe por nuestra acción, estoy ansiosa aunque no evito sentirme como una niña en la mañana de navidad, tomo el sobre en mis manos y lo abro, tiene unos documentos, en el logro ver en letras grandes: Minuta de última voluntad y testamento; Adam me abraza por la cintura acercándose más a mi para leer por sí mismo —Creo que tu padre te dejó el testamento en el despacho — —Eso parece, pero se supone que yo tengo el original en casa, de hecho, está en el estudio dentro de uno de los cajones— —Quizás este es más nuevo, deberías de revisar la fecha— Observo con atención el dichoso documento y encuentro por fecha el día de su muerte, mis ojos se agrandan y siento como un escalofrío me recorre de pies a cabeza estremeciéndome, está sellado y firmado, este documento es completamente oficial, veo que me ha dejado al cien por ciento todo lo que le correspondía, no le dejó nada a mamá, mi pregunta es ¿por qué? ¿sabría que un vampiro desquiciado le lavaría el cerebro? ¿Trataría de protegerme de algún modo? O solo eran creencias raras por parte de los Roux —Hayley Lu, ¿Qué dice? — —Creo que eso es para ella, Krista — —Cállate Hank, deja que ella me lo diga — —¡Dios! No tienes que gritarme, nena — —Cállate o patearé tu sexy trasero— Los pleitos cómicos entre Hank y Krista nos hacen romper a carcajadas olvidándonos de la tensión, Thomas solo niega con la cabeza —Ya dejen de pelear, parecen un viejo matrimonio, mi papá me dejó todo, Krista, completamente todo— —¡Mierda! Tendremos que ir de compras para celebrar — —Krista, es el dinero de Hayley— Krista fulmina con la mirada a Hank, este se encoje de hombros levantando sus manos en señal de derrota —Hank, la opinión es como el culo, no se le da a cualquiera— —Pero yo te la estoy dando a ti y no eres cualquiera— —Pero no te la pedí, nene— Adam se retuerce a carcajadas, no puedo evitar seguirlo, Hank solo toma a Krista por los hombros y pone cara de niño regañado —No seas enojona conmigo, Kris, yo te amo, es solo que sabes que puedo ser un tanto anticuado para estas cosas de las amistades entre chicas, tú estás aquí para mostrarme eso y muchas cosas más de este curioso mundo — Krista al fin se suaviza y lleva sus manos a la nuca de Hank para acercarlo a ella y besarlo, Adam me hace una seña y comenzamos a caminar fuera el estudio, Thomas nos sigue dejando a esos dos solos —Son todo un caso— —Si, pero son el uno para el otro — —Amor no sigue la fugaz corriente de la edad, que deshace los colores de los floridos labios y mejillas— Suelta Thomas, Adam lo mira sonriendo y arqueando una de sus cejas —¿Shakespeare? — —Así es muchacho, admiro sus obras y en tu biblioteca hay mucho material y muy bueno— —Con ese romanticismo quizás pueda conseguirse una chica— Thomas agacha la mirada dando una sonrisa triste —Ya no puede haber nadie más, yo era de ella y ella mía, algún día la veré de nuevo— —Lo siento, no quise incomodarlo— Responde Adam con algo de pesar, Thomas levanta la mano —Tranquilo, hay muchas cosas que no sabes de mí, entre ellas que yo solo la amé a ella y a nadie más, ser un romántico empedernido es algo que no puedo negar— —¿Tuvo hijos? — —No, jamás pudimos tenerlos, murió la noche de bodas, unos bandidos irrumpieron en nuestro hogar quitándomela de una forma muy cruel — Al decir eso mis ojos se abren como platos y trago en seco, ¿acaso todos estos hombres han sufrido tragedias? Adam con lo de Isabella, aunque odio a esa mujer, lo hizo sufrir demasiado, Hank queriendo salvar a su familia teniendo que transformarse en vampiro para no morir y cuidarlas hasta el fin de sus vidas y este hombre perdiendo su mundo en un abrir y cerrar de ojos —Lo siento mucho — —No hay cuidado, muchacho, cuida mucho a Hayley, sé que de verdad la amas, no por nada renunciaste a tu reciente mortalidad — —No tiene que pedirlo, la cuidaré con mi vida de ser posible, lo sabe — Asiente y se retira por los pasillos, Adam se pone frente a mi —Vamos a nuestra habitación, necesitas descansar — —No me esperaba esa historia, es bastante triste — Suelto y me abrazo a mi misma, Adam frota mis brazos —Si, el hombre ha sufrido, quizás algún día pueda rehacer su vida, pero en verdad no quiero que estés pensando en ello, quiero relajarte y relajarme en la tina — —Eres un pervertido, Adam Lui Smith — —Y un acosador y un vampiro psicópata demente, pero te lo advertí y no hay devoluciones— Río y me toma en brazos para cargarme, recargo mi cabeza en su pecho y cierro los ojos, sé que usará sus habilidades para ir a toda prisa a nuestra habitación —Lizzy, ayúdame con la puerta, cariño— Parpadeo un par de veces y llevo mi mano al pomo, lo giro y la puerta cede, entramos a nuestra habitación y me pone sobre mis pies, me encamino a la cama mientras él se encarga de cerrar poniendo el pestillo —Al fin solos— —¿Tienes planes, Lui? — —Quiero tener un buen baño con mi chica y luego ir a la cama a dormir, tienes que descansar— —Aunque no lo creas me siento nerviosa— —¿Por? — —La escuela, tengo ya un tiempo sin ir, Adam, realmente me siento nerviosa, como si hubiera hecho algo malo y me fueran a llamar la atención— Sonríe y se acerca a mí, sus manos van a mis hombros y sus impactantes ojos azules se clavan en los míos —Lizzy, no hay de qué preocuparte, ¿Sabes? En este mundo al que pertenezco tengo mis contactos, bien puedo conseguirte un justificante medico sin problemas, aunque con las locuras de tu querida y leal amiga creo que de seguro Hank ya le consiguió alguno, no hay nada de qué preocuparse, lo harás bien, eres una gran enfermera y te ves ardiente en uniforme— Me da un guiño, mis manos van a su cintura y tiro de él para acercarlo —En verdad quieres darme una vida normal, ¿cierto? — —Me estoy esforzando, quiero que todo esté bien, para ti, para mí y… — Hace una ligera pausa y agacha su mirada tratando de ver mi vientre plano, noto algo de ilusión, estoy considerando hacerme el dichoso test pronto, aunque es de esas cosas que me agobian, necesito saber, pero por el momento no quiero —Y para él o ella, quiero un mundo completo contigo y tener más de un hijo — —¿ah sí? ¿Cuántos hijos quieres? — Una amplia sonrisa aparece en su rostro, sus colmillos sobresalen, me encanta ver ese efecto, lo hace ver increíblemente sexy —Quiero doce — Mis ojos se abren como platos al escuchar el bendito número ¡Santo Jesús! —¿Acaso estás demente? Jamás en tu vida has visto el proceso de parto ¿cierto? ¡Dios! Vas a sacar una sandía por el orificio del tamaño de un limón, ¡doce! ¡mierda son muchos, Adam! — Rompe a carcajadas separándose de mí, al notar su diversión a mis costillas le suelto un puñetazo en el hombro —Hubieras visto tu cara, Lizzy — Suelta apenas pudiendo controlar su risa —No es gracioso— Suelto sería, con esfuerzos para de reír y se acerca nuevamente ahora abrazándome —Tendremos los que quieras darme, pero te doy un estimado, dos, dos hijos, así tendrán un compañero de juegos, sería divertido ver a una niña ruda con ojos aceituna corriendo por esta casa— Sus palabras con un efecto de ternura me emocionan, no puedo negarlo, la maternidad era vista por mi como algo muy lejano, pero con él todo se ha vuelto posible, en verdad amo a Adam como jamás creí poder amar a alguien —O un pequeño de cabello obscuro y ojos azules que haga travesuras— —Tus ojos son más hermosos nena, aunque es hermoso planear una familia contigo, en serio que estoy emocionado con la idea— —Adam, quiero que nos casemos ya— Ahora soy yo quien lo sorprende, sus cejas se arquean y sus ojos se clavan en mi —¿En serio? ¿Por qué tan ansiosa? — —Podemos ir con un juez y solo casarnos, en verdad solo quiero saber que ya soy tu esposa— Suspira y sube sus manos a mis mejillas acariciándome con los pulgares —Sí bien muero por que seas mi esposa, solo te pido un único deseo, quizás es capricho, pero me haría feliz, déjame verte de blanco, quiero verte en un hermoso vestido de novia y decirte mis votos, soy un anticuado, lo sé, pero es lo que más deseo en el mundo, me harías muy dichoso — Su emoción se refleja en la frase, quiero concederle eso, él también se lo merece, es nuestro felices para siempre, solo alcanzo a asentir para después decir —Está bien, Adam, yo también quiero darte lo mejor de mi— Besa mi frente y disfruto de ello, luego baja a mis labios dando un suave beso, rompemos el contacto y pega su frente a la mía —Soy el hombre más dichoso del mundo al tenerte a mi lado, Elizabeth —
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