Me inclino hacia ella para besarla. Nuestras lenguas se entrelazan en una danza erótica. Continúo acariciando su clítoris por encima de la ropa. Separamos nuestros labios para recuperar el aliento.
Me siento en la cama y le quito la bragas. Abro sus piernas y acerco mi cara hasta su sexo, soplo en su intimidad y el acto arranca otro gemido de sus labios. Poso mis labios hasta su clítoris y trazo círculos alrededor de él con mi lengua. Continúo con mi tortura hasta que alcanza su orgasmo.
Levanto la mirada y lo que veo me deja sin aliento. La mejillas de Charlotte están completamente ruborizadas. Mientras le daba placer, se quitó la blusa y ahora tengo una vista espléndida de sus pezones erectos.
- Tócate las tetas - le digo a mi mujer.
Desliza sus manos por su pecho y comienza a for
