CAP 9

948 Words
El chico corre. Lev aparece fríamente detrás de nosotros. —¿Qué está pasando aquí, y por qué ese chico huye? Los hombres de Lev se ríen de mí y le dan el papel a Lev. —Tu chica le dio esto a ese camarero. Lev abre el papel y me clava una mirada llena de furia. Me toma del brazo con fuerza, sus dedos clavándose en mi piel como garras, enviando dolor. —Vamos a hablar de esto seriamente —susurra Lev entre dientes, haciéndome temblar, su aliento cálido rozando mi oreja con una amenaza sensual que me congela. Lev se acerca a uno de sus hombres y le susurra fríamente: —Desaparece a ese chico. Hazlo sufrir por tocar lo mío y que no habrá la boca. El hombre asiente con una sonrisa torcida y se aleja, desapareciendo en la noche mientras Lev me arrastraba hacia la salida. Se acerca al auto y me tira con brusquedad adentro, mi cuerpo chocando contra el asiento de cuero. Lev entra al auto, arrancando con un rugido, sus manos apretando el volante con fuerza, los nudillos blancos. El silencio es pesado, cargado de furia hasta que explota. —¿Cómo pudiste? —gruñe, girando hacia mí, su mano golpeando el volante—. ¿Intentar escapar? ¿Traicionarme? Intento defenderme, pero él acelera, el auto volando por la carretera oscura. De repente, frena bruscamente en un camino solitario, apagando las luces. Me agarra por el cuello, no para asfixiar, sino para inmovilizarme, su pulgar trazando mi mandíbula con una crudaza posesiva. —Eres mía, Anya. Nadie te salva. Nadie te toca —susurra, sus ojos bajando a mis labios, luego a mi escote, una mirada morbosa que me hace sentir expuesta y vulnerable. Su otra mano baja por mi muslo, apretando dolorosamente, subiendo bajo el vestido y rozando el borde de mi ropa interior con sus dedos callosos. El toque es turbio, mezclado con rabia y deseo crudo que enviaba un calor traicionero por mi cuerpo a pesar del miedo. —Lev, para… —murmuro, intentando apartarlo, pero él se inclina, su boca rozando mi cuello, mordiendo suavemente, dejando una marca roja que arde. —Te haré recordar por qué no puedes escapar —gruñe, su mano subiendo más, presionando entre mis piernas con una fuerza que mezcla dolor y una sensación oscura que me horroriza —Grita si quieres, nadie te oirá aquí. Sentir las manos de Lev ya eran costumbre, pero estaba harta de él; la forma en que me miraba y me lastimaba me hacía explotar. En un abrir y cerrar de ojos, abofeteo a Lev. Lev se quedó paralizado; Mis ojos se abrieron al ver los suyos, enviándome terror por todo mi cuerpo. —Por esto te traje a mí… me enciendes. Lev toma mi vestido y lo rasga de un tirón, exponiendo mi cuerpo al aire frío del auto, mi piel erizada y vulnerable. —Imbécil, ¿por qué rompe mi puto vestido? —gritaba harta, mi voz cruda por la rabia. Lev, ignorante y toma mis piernas para abrirlas, acercando mi cadera hacia la suya de forma salvaje. —¡Aléjate! ¡No lo hagas! —gritaba, pateando y arañando, pero él me pega de la puerta del Jesko, inmovilizándome con su peso, mi espalda chocando contra el vidrio frío. Arranca mi ropa interior de un tirón, la tela rasgándose. —Eres un pedazo de mier… —grito, y Lev corta el final de mi oración tapándome la boca con rudeza, sus dedos clavándose en mis mejillas. —Cállate… —murmuraba él mientras entraba, su gran invasión cruda y dolorosa, desgarrando mi interior con una fuerza que me hace gritar ahogada contra su mano, lágrimas brotando mientras el ardor se mezcla con un placer traicionero que me horroriza. Lev gruñe de placer, moviéndose con brusquedad, sus caderas chocando contra las mías, el auto meciéndose con cada embestida. Su mano libre baja a mi pecho, apretando con rudeza, dejando moretones que arden. —¿Sientes eso, Anya? —jadea, su voz ronca y oscura, mordiendo mi hombro hasta que sangra—. Eres mía... para siempre. Mi cuerpo traiciona, respondiendo a pesar del odio, ondas de calor oscuro mezclándose con el dolor insoportable, mi mente gritando mientras mi piel se eriza. Intento morder su mano, pero él aprieta más, cortando mi aire, mi visión nublando con estrellas. —Lev… —gorgoteo contra su palma, lágrimas saladas mezclándose con el sudor y la sangre, el ardor entre mis piernas intensificándose con cada movimiento crudo, desgarrando algo dentro de mí que no puedo nombrar. Él acelera, sus gruñidos guturales llenando el auto, su peso aplastándome contra la puerta, el vidrio frío contrastando con el calor febril de su piel. Él acelera, sus gruñidos guturales llenando el auto, su peso aplastándome contra la puerta, el vidrio frío contrastando con el calor febril de su piel. De repente, se tensa, un rugido escapando de su garganta mientras él está a punto de terminar, pero con un movimiento rápido saca su gran m*****o bruscamente, su liberación caliente y posesiva saliendo en mi abdomen otra vez... Se aleja, dejándome jadeando, dolorida y expuesta, mi cuerpo temblando con una mezcla de repulsión y un eco oscuro de placer que me horroriza. Lev me mira desde arriba con una sonrisa torcida en su rostro manchado de sudor. —¿Ves? No puedes escapar de mí… Esto es lo que pasa por intentar pedir ayuda, solo me das lastima, amor… Intento cubrirme, mi vestido rasgado colgando en jirones, pero él me agarra la muñeca, tirándome hacia él para un beso brutal, sus dientes cortando mi labio de nuevo. —Ahora, volvamos a casa…
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD