Deiby, sostuvo una reunión con su padre esa noche y riñeron, luego llamó a su abogado y a Carolina, por supuesto ella se negó a ver en su teléfono móvil el nombre de Deiby. Deiby se dirigió a su apartamento y por supuesto no encuentro a Carolina, y sin ella ese apartamento era un lugar triste y vacío vacío. El hogar de un alegre solterón que se había quedado solo. Tal vez no lo amaba, y había esperado la primera excusa para abandonarlo, bueno no la culpaba, ese contrato era un insulto, estaba escrito como si... Fuera un acuerdo comercial, algo frío que preveía desastres en el futuro. ¡Maldita compañía y maldita familia! Nada podía estar peor, no dejaban de llamarlo por el servicio de la fiesta, para resolver detalles por pequeños que sea y no estaba de humor para encargarse. Total no o

