Carolina, pensó que lo más correcto era renunciar. No porque fuera a hacerse la difícil o planeara atrapar a ese hombre, sabía que ninguna podría atrapar a ese hombre jamás, no hasta que tal vez cumpliera una edad en la que los hombres se cansan de tanto andar con mujeres. No era eso. Solo que no era apropiado acercarse tanto a un hombre que a fin de cuentas era su jefe. Y temía perder la cabeza un día y encontrarse atrapada en una relación que no era afectiva sino simplemente física. Él la atraía sí, le gustaba pero todo ese tiempo que se acercó sintió que se estaba involucrando. Enamorando. Esa era la palabra. Era una tonta que no podía evitar enamorarse. Se había enamorado de Orlando y ahora que estaba sola... Deiby Hunter, ejercía no sé qué poder sobre ella, y tal vez solo fuera deseo

