BERLÍN, ALEMANIA.
—Debes estar contenta Meier.
—¿Por qué habría de estarlo?
Escuchó una leve sonrisa detras de ella.
—Tal vez porque lo que está pasando a los Van der Meulen te conviene de sobremanera. He escuchado que Henrik pasará a ser el propietario absoluto de los bienes de Johan, su padre, y por ende tu ahora, su esposa, señora de la casa. Es más poder y posición que lo que una becada pudo haber esperado obtener algun día.
La mujer suspiró.
—Parece que tu y tu madre están traumadas con el hecho de que sea una becada. Deberían usar un poco de su fortuna para alimentar las mentes de aquellos que tienen la inteligencia para aprovecharla porque está dicho que el dinero no hace inteligentes a las personas, pero si es una herramienta de las personas inteligentes para poder most
