Capítulo treinta No me ha dado un argumento valido en el que pueda decir que estoy celosa. Solo me ha dicho que por mi reacción en decirle esas cosas a la tipa y por tratarla como la trate, que eso se consideran celos, pero yo sigo creyendo que es una manera de enojarte por tratar de proteger lo que te pertenece, además los celos son tóxicos, y yo no lo soy. No me considero una chica toxica en lo absoluto. —Sí, sí. Lo que tu digas, Natasha, pero ya vi que intentar convencerte de ello es prácticamente imposible así que me rindo, tú ganas, no eres celosa —sigue comiendo los rollos de sushi que se tomo la molestia de servir en un pato de vidrio blanco y achico los ojos mientras me meto un rollo entero a la boca y me fijo de que los niños se coman todos los espaguetis que mando a pedir

