Tengo algo que decirte, Selene

1163 Words
Kamal sabía que Selene estaba pasando por algo, no era ella misma, en las mañanas solía estar de mal humor y en las noches le había prohibido tocarle los senos, además desde que pasó a recogerle a su lugar favorito, la joven estaba más silenciosa que nunca. —¿Qué pasa por tu cabeza, amor mío?—pregunta mientras pasa sus dedos entre la melena de la mujer y hace un delicado masaje en su cráneo. —¿Qué te preocupa? —Puede presentarte como mi novio a mi familia. —Yo no te he dicho una cosa—Comenta y la lleva al sofá y la acomoda sobre su regazo. —Seré rey algún día Selene. —Rey. —Sí, sé que sabes que soy un príncipe, pero, soy el príncipe heredero de un país pequeño y tradicionalista en el cual tú nunca serás una reina muy bienvenida. —El hombre casa su celular y le muestra una fotografía de su familia. En el centro señala a su tío Isam y su esposa Eleonor, una mujer pelirroja de ojos azules y piel ligeramente bronceada a quien le habían hecho pasar los peores ratos, su tía hacía un papel impecable por el reino, pero el pueblo buscaba la manera de rechazarle de formas incontables. —Todos tienen diferentes tonos de piel y color de pelo.—Comenta y señala a uno de los chicos. — Mira, este es rubio. —Ese es Lorenzo, el hijastro de mi tío Isam. Es más moreno de lo que se ve en las fotos, pero tiene un pelo castaño claro. Mi hermano Elías también tiene el cabello claro, sin embargo; su piel es morena. No serías la primera, Ágape, no será fácil. Eso es lo que quiero que entiendas. Ser mi mujer no es fácil. Cuando estés en mi reino que espera que me case con una mujer de piel morena y título distinguidos, que conozca la gente, la cultura y sepa lo que necesitan. —No soy suficiente. —No eres princesa, no hablas árabe, eres blanca y griega. Eres perfecta para mí y tendrán que acostumbrarse si tú quieres estar a mi lado, porque yo te amo. —La joven le mira a los ojos, es la primera vez que Kamal usa la palabra amor como un sentimiento y no como un apelativo cariñoso. El joven le besa en los labios y sonríe. —¿Puedo hacer más preguntas? —Claro—responde divertido. —¿Tus papás fallecieron y le dieron el reino a tu tío sobre a ti? —No, me tocaba a mí, pero estaba muy joven y no me sentía listo para ser la cabeza de hogar y el encargado del reino. Entonces fingimos que mi papá adjudicó a favor de mi tío y en lugar de heredar el reino uno de sus hijos, si se muere lo haré yo o mi hermano si estoy muerto antes de tiempo. Selene miró a Kamal a los ojos, le acarició la frente y le dio un beso en la mejilla. Su novio tenía tantos planes, tantos proyecto y se veía tan cómodo con su vida que le parecía triste que esa felicidad finalizar por un título que él no eligió. Selene hizo la pregunta que nadie jamás le había hecho, Kamal no se atrevería a pensar algo como eso: —Y tú quieres ser rey Kamal, te gusta tanto como tu negocio, como navegar, vivir aquí. —Mi amor, tú y todo lo que tenemos es un sueño, mi familia, mi gente y mi reino, eso es mi realidad y no voy a avergonzar. Mi tío a mi padre rechazando el honor que significa ser parte de ello. Esa noche Selene y Kamal estaban demasiado silenciosos, mientras sentaban, y él no había hecho ningún intento por seducirle. La joven se disculpó a mitad de la cena, pero quería descansar, estar sol, pensar. El teléfono de Kamal sonó y tomó la llamada de su tío. —¿Cómo está el príncipe más exitoso del mundo?—Los dos rieron. —Qué he hecho para merecer este saludo. —Bueno, nada, solo trabajar duro, sorprenderme con tu inteligencia y esfuerzo. Kamal, hijo, estoy muy orgulloso de ti. —Gracias, tío Isam, yo estoy agradecido, honrado y contento. —Qué bueno, hijo. Tu tía y yo vamos a Londres. Ver a su familia antes del parto. —¿Cómo está la tía Eleonor? —Ha sido un embarazo calmado. —Han elegido un nombre, qué opina el príncipe Zair de todo esto. —Anda inspeccionando las barrigas de todos a ver si escondemos un bebé. —los dos hombres ríen. —He pensado en Amir. —¿Cómo mi padre? —En honor a tu padre. —Claro, me encantaría, qué dicen mis hermanos. —Han saltado en un pie —Los dos ríe. —Farah cree que es una reencarnación. —Qué miedo si sale gritando “se hace porque yo digo”. —Uhh, como lo recuerdas. El príncipe Amir era el opuesto a un tirano, era un hombre cálido y muy comprensivo, pero cuando daba una orden, venía con una lista de especificaciones muy exactas y un tiempo muy limitado para cumplirlo, su frase favorita y la que su hijo uy su hermano detestaban era: “se hace, ya. Se hace ahora, porque lo digo yo”. —Sí. —El punto es que quiero visitarte, ver todo con mis propios ojos. —Ahh, cuál día estarás aquí. —No sé, tú dime cómo te queda mejor. —Dejaré en blanco la agenda y me avisas una semana antes de que nazca Amir, quiero estar con la familia el día que nazca, quiero que siempre me conozca. —Eres su rey y su hermano, siempre va a conocerte, nos vemos hijo. —Nos vemos. Kamal fue a la cama y se encontró a Selene acostada, algo triste, se ofreció a cepillarle el cabello y la joven sonrió. —Tienes una obsesión con cabello. —Sí, es precioso. El de mi hermana Farah es chocolate. —Tienen unos ojos muy bonitos. —Mi abuela era inglesa, así que mi padre no era puro y se reflejó en sus hijos, Max es el más moreno de los cuatro y se parece mucho más a mi madre que a mii padre. Elías tiene el cabello rubio y siempre lo lleva largo, creo que no se lo corta desde que murieron mis papás y Farah ojos verdes o miel, personalidad enloquecedora. —Y tú eres perfecto, guapísimo, el amor de mi vida—Kamal le llenó de besos y la acostó sobre la cama. —Dime la verdad, Selene, ¿qué te preocupa? ¿Vas a dejarme? Por favor, mi amor, no me dejes, sé que es demasiado, pero, dime qué necesitas y lo arreglamos. Chicas, por fa comenten, siempre me piden la novela de alguien y es en la que menos leen y comentan.
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