Nadie quiere ser rey

1204 Words
Todos estaban encantados con la cena, los niños felicitaron a su padre y agradecieron a su tía porque estuvieron muy preocupados con la idea de dejarle cocinar su comida favorita. Elías vio a su hijo comiendo y cerrando los ojos por culpa del sueño, Kamal compartió una mirada burlona con su hermano. —¿Qué hicieron con el tío Kamal? —Corrimos y corrimos y corrimos. —Sí, y tal vez, si pedimos permiso, el tío nos lleve a unas clases de atletismo, dice que somos buenos corriendo, pero estoy muy cansado. —Coman un poco más y los llevo a acostarse —les anima su padre. Farah le pregunta a su hermano mayor como inició su amor por ir a correr, él se encoge de hombros y responde que de pequeño era muy inquieto y a su padre le gustaba correr, entonces le llevaba con él, iban corriendo hasta donde Kamal aguantara y después le hacían regresar caminando para que se cansara. —¿Cuánto tardaban?—pregunta su hermana. —Hacíamos tres kilómetros de ida y después regresaba caminando. Mi papá me cargaba a veces y más tarde no me regañaban tanto. Sobre todo cuando nació mi hermano, cono que estorbaba. —Tú sí que lo has pasado mal en la vida —comenta Lorenzo. —Ser hermano mayor es horrible—todos ríen, excepto los mellizos porque se han quedado dormidos en la mesa. Nala se pone ene pie y carga a Sair, Elías va por Ellis y los llevan a la cama. Nala llena de besos a sus hijos y los arropa. Elías la espera en la puerta de la habitación y ella toma su mano. El joven sonríe y la rodea con los brazos antes de besarla. —¿Crees que nos haga bien un par de días de mamá y papá? Porque… Farah está emocionada con la idea de cuidarles. —Sí, pero no esperemos hasta el sábado, podemos tener un rato de adultos en cuanto mis hermanos se vayan. —Sí. —Solo si quieres. —Sí. —Bien. La pareja regresó a la mesa y en cuanto tomaron asiento Farah les explicó a sus hermanos cuáles eran sus planes para el reino y como pensaba hacerlo; sin embargo, recalcó en la importancia de que ambos se mudaran a tierra del sol y demostrara su apoyo. —Tú tienes el apoyo de la gente Elías y tú eres el legítimo heredero Kamal, pero, su presencia significa apoyo, su ausencia significa muchas cosas que probablemente no estén pasando. Como que tenemos una guerra de hermanos. Papá ya no quiere hacer esto. No podemos abusarnos de él. —Creo que de los cuatro él es el mejor heredero. Farah tienes el corazón en el lugar correcto, pero se desatará una guerra y nos matarán a todos. Lo siento, pero no apoyo la idea de poner tu vida en riesgo por el reino. Ya yo perdí un hermano a mis papás y la felicidad de mi tío, no voy a ver morir a mi hermana pequeña. Mi única hermana. Es un no definitivo. —Selene y yo hemos hablado de esto y puedo hacerlo, gracias por tu ofrecimiento, pero, prefiero hacerlo yo a que lo hagas tú. —¿Y ustedes dos, qué se piensan? ¿Que son qué? —Farah, no te enojes, tal vez es para mejor. —No, ellos dos ni quieren. Tú quieres estar con tus hijos y tú con tu mujer, solo porque tengo una v****a, no puedo. —Históricamente, quieren el pedazo de tierra que te vamos a dar y van a matar por ello. Sea Elías o yo, la diferencia fara es que en su cabeza machista nosotros somos parte de una línea divina, tú, eres básicamente un error de dios. —Kamal explícate—pide su esposa. —Es bíblico, dios las hizo a la mujer de la costilla de Adán. —Farah intenta no reaccionar. —'ard alshams, Asalazm y aibtahij eran una sola tierra. El rey tuvo tres hijos varones. Dicen que solo uno era su hijo biológico y los otros dos eran hijos de la reina y sus amantes, pero él quería convencerlos de que les amaba igual a todos, por más diferentes que fueran y por dudosa que fuese su consanguineidad, los amaba por igual y merecían ser reyes. El primero creció sabiendo que sería su heredero, quería incluso matar a su padre y ser rey, el segundo era noble y valiente y el tercero un tirano completo con mala cabeza. El rey dividió el reino en tres en lugar de heredarle solo a uno, porque para él eran diferentes, pero todos sus herederos. Con el paso de los años todos había peleado Tierra del sol porque es la más grande, es la más rica en minerales y con mejores condiciones de vida y laborales. Es la tierra más explotable de la tres uy la más rica, solo a uno de los príncipes le donaron dinero, oro y riqueza, eso le ha dado la ventaja de crecimiento a Tierra del sol. —Bueno, los tiempos han cambiado. —Allá no cambia porque los dos reyes vecinos no quieren que cambien, sus bolsillos están cada vez más llenos y sus pueblos más pobres, la gente se pasa a nuestra tierra o muere de hambre. —Eso es terrible —comenta Selene. —Kamal, está bien, no querer ser rey. —Me encanta cuando quieres salirte con la tuya y te muestras comprensiva Farah, pero estoy pensando en lo que es bueno para ti. —Lo sé. —Vamos a hablarlo con Isam. Si él cree que tu plan puede ser exitoso, daré mi apoyo. Si no, tú me apoyas a mí a hacer todo eso que dijiste. ¿Ahora, podemos pasar nuestra noche feliz? —Yo creo que ya es hora de que se vayan y descansen —responde Elías y sis hermanos ríen antes de llamarle transparente y hormonal. No dan por sentada la invitación de su hermano para irse y tener sus propios momentos especiales, sin embargo, cuando están por despedirse los unos de los otros. El celular de Lorenzo suena y este toma la llamada de su padre. —Hijo, estás en el hotel o en donde estás. —Estoy saliendo de casa de Elías con mis hermanos. —Tengo noticias para todos, ponme al alta voz, por favor. —Lorenzo obedece y todos los hermanos miran el teléfono expectante. —Te escuchamos. —Su madre me ha llamado, han aterrizado de emergencia acá en Nueva York. Isam ha tenido un accidente cardiovascular. Es serio, están haciendo todo lo que pueden, pero, su madre necesita apoyo y compañía. Las próximas horas serán críticas para la mejoría de Isam. —¿Está vivo? —pregunta Farah. —Lo está, pero muy delicado. Los médicos han dado un pronóstico reservado. Eso quiere decir que no saben realmente si estará bien o mal hasta que pasen unas horas y los medicamentos y procedimientos hagan su efecto. —¿En qué hospital están?—Pregunta Lorenzo. —¿Qué le pasó exactamente y hace cuánto?—pregunta Elías. —¿Qué le ha pasado, exactamente, un infarto?—pregunta Kamal.

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