Deja a Mi Hijo
Punto de vista de Tanya
Más tarde ese día, recibo una llamada desde el palacio. Uno de los mensajeros dice que el Rey desea reunirse conmigo. Aunque estoy un poco nerviosa por la propuesta, aún digo que estaré allí pronto, cuelgo y me visto.
Marco me deja y entro nerviosa al palacio, dirigiéndome a una de las habitaciones donde el Rey me está esperando.
—Su alteza —me inclino ante el Rey. Él está sentado cómodamente en una de las sillas, con un vaso de whisky en la mano.
—Bienvenida, Tanya, por favor siéntate.
Me siento en la silla frente a él, poniendo mis manos en mi regazo para detener su nervioso temblor mientras esté bajo la serena mirada del Rey.
— La razón por la que te he pedido que vengas es porque tengo una oferta que me gustaría que consideres.
No puedo en
