Capitulo 8

2375 Words
–¿Como sabe usted?. –Tuvieron una entrevista hace unos días, ¿Que es usted de ellos?. –Familia. –¿Familia?. –Si. El señor me iba hablando de mi familia y la entrevista, como si me importara, ya me han corrido de sus vidas probablemente, y creo que se les fue darme la noticia de que había otra niña en la familia, creo que no me espera una buena bienvenida, ¡claro que no!. Después de lo de Amy, y las cuantas pandillas con las que nos involucramos junto a los chicos, no todo fue muy color rosa entre nosotros después de eso. Después de cerca de una hora ya estaba fuera de la nueva casa de mis padres, poco me contaron como era, solo dijeron que era una gran casa y estaba en un lugar privilegiado. Pero la verdad nunca me espere que fuera tan así. –Llegamos joven.– me baje observando la casa, la verdad es que por fuera se veía bonita. Baje las maletas y le pague al chofer. –Que tenga una agradable bienvenido joven. –Eso espero, gracias de todas formas. El hombre siguió su rumbo y yo me quede en la vereda justo frente al gran portón. –Solo espero que me reciban de buena forma, es lo mínimo que podrían hacer– me acerque con mis cosas hacia una ventanilla que había aun lado de la reja. No conozco este nuevo sistema, pero creo que podré acostumbrarme. –Hola muchacho, ¿Viene de visita?. –Soy Caleb Miller. –¿Me puede mostrar su identificación?. –¿Que?, ¿Que clase de seguridad es esta?– les mostré mi identificación y la puerta se abrió automáticamente– gracias. Camine y camine hasta la escalera, y desde hay deje mis maletas abajo cuando subí para tocar el timbre. Segundos después la puerta se abrió y una joven se mantuvo al otro lado de la puerta. –Hola, ¿Quien eres?–Y ahí vamos de nuevo, rodee los ojos. –Caleb, Caleb Miller. ¿Estarán mis padres en casa?. –El señor Edgar salió por el día fuera de la cuidad y la señorita Margareth esta de compras, ¡Espere!, ¿usted es hijo de ellos?. –Si, de hec.... –¿Caleb?– mi atención fue a para a la mujer detrás de la chica, pase por un lado entrando a la casa. –¿Marta?– Marta corrió a mis brazos, apretujándome contra su cuerpo. –¡Oh!, dios mío Caleb que grande estas cariño mío–me soltó y me miro de pies a cabeza– y que guapo estas. –¿Llamo a Martin para que entre las maletas?– la chica de hace un rato hablo. –No déjalo, puedo hacerlo yo– le sonreí amablemente, Marta tomo de mi brazo antes de que pudiera caminar en busca de las maletas. –Yo iré a avisarle a Martin, mientras tu le enseñas su habitación– la chica asintió y obedeció, luego se acerco a mi y me señalo para que la siguiera. –¿Cual es tu nombre?. –Renata Hancher, mucho gusto y bienvenido. –Gracias Renata, lindo nombre, ¿Es latín?. –Si, perdóname pero no sabia que Edgar y Margareth tenían un hijo. –Siempre he estado oculto, ya sabes. Solo la gente cercana saben la verdad de todo esto. –¿Por que nadie sabe de ti?. –No es que no sepa nadie de mi, solo que desde pequeño nunca me gusto la televisión y todo el tema de los paparazzi. Crecí mi infancia en un mundo así pero siempre les decía a mis padres que no me mostraran ante la prensa y ellos lo respetaron a pesar de mi corta edad. –Debe ser agotador. –Eso creo. –Esta es tu habitación. –Gracias. Entre y mire a mi alrededor, las paredes eran largas de un color gris claro, en el medio de la habitación estaba la cama, muy amplia con sabanas negras. Frente a esta un sillón n***o y mas allá un televisor pantalla plana. Había una puerta a cada lado de la TV suponiendo que era el baño y no se, Walk in clóset. Había una puerta de vidrio y rejillas de enredadera negra a un lado de la ventana, era la terraza. Me voltee a ver a la Renata, y esta se iba yendo. –Renata. –Dígame joven. –No primero que todo solo dime Caleb, puede haber confianza entre ambos, puedes tutearme. Nada de cordialidad, ¿Entendido?. –Si Jov... Caleb. –Lo otro, ¿Puede preguntarte algo?. –Si, ¿Que cosa?. –¿Es verdad que mis padres tienen dos niñas?. –Si, bueno una la adoptaron como suya. –¿Adoptaron?. –Si, ams creo que eso deberías hablarlo tu con ellos, las maletas subirán enseguida, nos vemos Caleb.– se fue cerrando la puerta tras suyo. Inspeccione mi habitación y luego revise mi celular. Tenia dos llamadas perdidas de Khristel. Salí a la terraza y devolví la llamada, uno, dos, tres y contesto. –Khristel, ¿Pasa algo?, tenia dos llamadas tuyas. –¡Al fin contestas!, ¿Como ha sido el viaje?– la señora con pánico, la chica Angel Secret cara de culo. –Agotador y fastidioso– eso ultimo lo dije por ambas mujeres. Khristel comenzó a reír. –Vaya. –¿Sabes por casualidad si Hailee fue por el auto?. –De eso mismo te quería hablar, si fue por el auto y dijo que muchas gracias que en cuanto pudiera te devolvería el dinero. –¿Que?, ¿Me la podrías pasar por favor?.– hubo un silencio por unos segundos– se que esta ahí contigo Khristal, ¿Me puedes dar con ella por favor?. –E... Ella no esta Caleb. –Sabes que si. –Dice que no quiere hablar contigo– golpe directo al corazón, esto no es justo, no puede hacerme el quite después de haber cagado la relación ella. Reí irónicamente. –¿Sabes?, ¿Entonces podrías ponerme en el altavoz?. –Claro. –Gracias... Hailee se que me escuchas, se que estas ahí, solo quería responder a lo de tu carta. A pesar de lo que vivimos este ultimo tiempo, yo. Yo siempre tuve claro mis sentimientos hacia ti, te amaba y aun lo hago Hai, el amor no se va de un día a otro, pero tal vez a ti no te pasaba lo mismo, porque de alguna forma me engañaste igual y no te voy a mentir también me acosté con una chica. Pero nunca estuve en otra relación con ella, nunca jugué a dos bando, menos contigo. Tenía tantos planes junto a ti, pero lamentablemente ya no quiero que seas parte de ellos, no me gustaría convivir con alguien que dude de lo que siente por su pareja, y que mas desconfía de ella cada vez que sale de la casa a trabajar. Te amo Hailee pero eso no me dará la opción de estar de nuevo contigo, todo este tiempo me hiciste darme cuenta que solo era una obsesión hacia mi, que sabias que a cada ocurrencia tuya, yo estaría ahí, que me manejabas como si fuera tu títere– apreté en puños mi mano– y gracias por hacerme ver eso, aun que te digo, fueron los mejores dos años y gracias por eso. No importa el dinero, quédate con mi auto, te lo regalo. Adiós Khristel, y lamento que hayas escuchado todo eso, pero no hay otra opción.– corte la llamada y sentí como una lagrima resbalo por mi mejillas, me la quite rápidamente al momento en que escucho la puerta de mi habitación. –Joven sus maletas están en la habitación– me acerque a el señor. –Gracias, ¿Sabe usted si llego ya mi madre?. –Si, la vi entrando. –Gracias. –Dígame Martin. –Ok, gracias Martin– solté una carcajada. Salí de la habitación junto a Martin, y bajamos juntos los escaleras, pero una niña de unos aproximadamente diez choco contra mi cuerpo. –Disculpa–Me miro arrepentida. –No hay de que princesa, dime. ¿Como te llamas?. –Anna, ¿Y tu?. –Caleb. –¿Caleb?, ¿Mi hermanito se llama Caleb, ¿Tu eres mi hermanito?. –Así es preciosa, soy tu hermanito. –Al fin te conozco en persona.–salto a mis brazos y yo la apretuje contra mi cuerpo cargándola y bajando las escaleras. –¿Donde esta mama?. Me gustaría que me llevaras con ella. –Si, Si –Llegamos a la primera planta y deje a Anna en el suelo, enseguida ella tomo mi mano y me llevo a la cocina. Pude divisar la voz de ella antes de entrar, suspire y entre. –Mama, mama es Caleb, ¡Caleb esta aquí!–Ann corrió hacia ella. –No, Anna. Caleb esta en Londres, si quieres después lo lla– ella se volteo y me miro con unos grandes ojos– e... Estas aquí. –Hola. –Hijo. –ella corrió abrazarme y enseguida se nos unió Anna. –¿Como estas?. –Bien y hijo, ¿Y tu?, ¿Haz llegado recién?. –Yo estoy bien– sonreí– llegue hace un rato. –¿Que tal el viaje?–tomamos asiento en los taburetes del mesón diario. –¡Prrf!, ni hablar. Me tocado sentarme aun lado de una señora de tercera edad y para rematar, tenia pánico a las alturas.– mi madre carcajeo, mire a Renata que entraba sonriente a la cocina, ayudar a preparar el almuerzo junto a Marta.– me repetía cada dos segundos antes del despegue que no quería ir sentada cerca de la ventanilla, aun que no era tan así por que yo estaba al lado de la ventana no ella, pero bueno. Luego de calmarla un poco y que estuviéramos a las alturas me digne a pedirle a la chica que estaba al otro lado del pasillo, si podía cambiar asiento con la abuela. Y la chica con una cara de culo me dijo si estaba intentando coquetear con ella. – mi madre volvió a reír– no le había ni dicho hola y ya estaba pensando en que estaba coqueteando con ella. Al final ayudo a la abuela a cambiarse de puestos y vi que tenia un folio de audición para Victoria's Secret.– sentí como mi mama se me inclino interesaba, abriendo sus grandes ojos.– le dije que no iba a quedar. –¡Que malo eres Caleb!, como te atreviste a arruinar sus sueños. –Déjame terminar– ella asintió y proseguí.– enserio en ese momento pensé que iba a saltar sobre mi a golpearme, pero me dijo... ¿Que dijiste mugroso?– sentí la risita de mi mama, y las otras dos mujeres en la cocina. Mientras yo imitaba la voz chillona de la chica– y bueno le dije que con ese carácter de mierda que estaba teniendo y esa cara de culo que. Mamá enserio la hubieses visto y tal vez me hubieses entendido a lo que me refiero con cara de culo, bueno en fin me dijo humillada quien me creía que era para decirle eso y yo le dije, el hijo de la diseñadora de aquella marca. Pero bueno no me creyó al final y dejamos el tema ahí. –Estas loco– mi mama, Marta y Renata. no dejaban de reír, y no entendía el porque si no fue gracioso para mi. –¿Donde esta Banu? –Creo que esta son Cynthia en el patio. –Me gustaría verla y hablar con ella, se que no me entenderá mucho lo que le estoy hablando pero creo que necesita unas disculpas de parte mía por no haber estados dos años con ella. –Claro cariño, te entiendo. Vamos por ella al patio. Asentí y nos paramos de los taburetes para ir al patio, que bueno. Era bastante grande, todo estaba con césped recién podado, y arbustos con flores, en el centro había una piscina gigante y aun lado de esta tenia otra mas pequeña que tiraba burbujas.  Habían juegos una casita de madera de como mi porte mas o menos un metro ochenta aun rincón del patio había un bar y un quincho. Todo estaba muy bien organizado y la verdad es que me agradaba el lugar, aun no conozco por completo la casa y no se que otras sorpresas puedo encontrarme. Caminamos a la casita de muñecas y me mama toco la puerta. –¿Si? –se escucho una pequeña voz del otro lado. –Quiero que le hables tu– mi madre volteo a verme. –Claro– me acerque a la puerta y aclare mi voz– Soy yo Banu, tu hermanito Caleb. –¿Mi hermanito?. –¡Aja!. –¿Como puedo saber si eres tu?. –Wow mama, ¿Estas segura que tiene dos años?– mi mama soltó una carcajada y me dio un empujón en el hombro– solo debes abrir la puerta. –Bueno– escuche como pequeños pasitos se acercaban a la puerta y la abrían, el pequeño cuerpo de una niña en un vestido de rosas apareció detrás de la puerta, me agache en cuclillas y la miré. –Hola bonita. –¡Caleb! –salto a mis brazos y yo la elevé. –Pero que hermosa eres. –Tu igual eres hermoso– beso mi mejilla y sentí como mi piel ponía tibia, tal vez su halago y beso me hicieron sonrojar. La deje en el suelo en cuanto vi salir a Anna y a otra chica de la misma casa. Las abrace a ambas. –Te queríamos conocer hermanito– Anna envolvió sus brazos en mi cuello. –Yo igual princesas– mire a mi madre, sabia muy bien que me debía una explicación de todo esto y ella entendió mi miraba y solo se digno a mirar el suelo algo incomoda– Banu –ella me miro, era tan hermosa, ¿Podía decir que era mi hermana? Porque vamos no hay similitudes entre los dos, ella es castaña de ojos celestes y yo castaño de ojos pardos, ella sin lugar a dudas era igual a mi madre, me daba una excusa para decir que era mi hermana. En cambio Anna, igual era hermosa, y de hecho teníamos un color de ojos algo parecidos. Banu me tomo de su pequeña mano y también tomo a Anna, no me importó que estuviera ella. Me adentro a su casita, me tuve que sentar en el suelo porque las sillas que habían era todas pequeñas. –Ocupa una silla hermanito. –No gracias princesa, así estoy bien. –Quiero que te sientes en una.– abrió su ojos hacia mi exigiéndome.solté una risilla e intente encajar mi trasero en una de ellas, no se como saldré de esta luego. –Quería hablar contigo Banu. –Bueno, dime. –Primero que todo, te ofrezco una disculpas de corazón por a ver estado ausente estos dos años, no sabes las ganas inmensas que tenia por conocerte, todo este tiempo vi tus fotos en tu i********:, y sabes que como tu hermano mayor tengo todo el derecho de marcar mi territorio. –ella me miro confusa– me refiero a que tu eres mía, y si algún chico se te llegase a insinuar haciéndose el lindo contigo, tocara mis celos y hará que le patee su lindo trasero– ella tapo su boca riéndose– esto va para las dos ya saben y sobre todo tu Anna, que ya eres mas grande. –Tengo once, pero voy a cumplir los doce en cuatro meses mas. –vez que grande estas, por eso mismo les digo chicas. Ustedes le pertenecen a Caleb y a nadie mas. –Y al papa– Banu soltó una risita. –Claro a el también. Mi celular comenzó a sonar. –¿Somos tus novias entonces?– pregunto Anna. –Si mis amores. Ahora tengo que contestar, ¿Que les parece si mas tarde vamos a dar un paseo? –¡Si!– asentí y trate de pararme, pero no podía, mi culo estaba atascado en las manillas de la silla, las niñas comenzaron a reír, me volví a sentar y conteste sin mirar el nombre de la pantalla.
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