Después de durar los días pertinentes descansando Kellan volvió a la fábrica. Realmente no hacia falta que este estuviera acudiendo todo el tiempo a este lugar pero como lo había tomado a algo similar a un refugio desde que se hizo cargo, esa fábrica se había vuelto la niña de sus ojos. Todos los trabajadores los respetaban y no le interesaba en mínimo su apariencia. Recordaba que al principio se llegó a sentir un poco inseguro al ver a todos esos hombres corpulentos y con un aura dominante pero desde que demostró que el era igual o más fuerte y dominante que ellos se había ganado su confianza. Además había sacado esa fábrica del lodo. Dándole así oportunidad de trabajo de calidad y buena paga. Casi no habían mujeres trabajando en ese lugar. Solo en el área de diseño. Hoy se encontra

