Dos días habían pasado desde que Kellan se había marchado. No hubo despedida alguna. Solo se marchó, como si a Amy no le interesara su paradero o lo que pasara con él. Estaba siendo muy irracional y ella se sentía del todo herida. Amy se encontraba almorzando con su suegra aquel día, esta se había estado quedando en la casa para cuidarla. Amy se sentía muy agradecida pero a la vez incomoda. Había sido abandonada por el hijo de esta, así que lo que Abigail estaba haciendo por ella se sentía como un acto de caridad. Así que había estado evitando quedarse a solas con la mujer. No solo se sentía como una carga sino que estaba descubriendo el enojo que iba creciendo en su pecho. Detestaba lo fácil que había sido para Kellan marcharse sin importarle siquiera que estuviera esperando un hijo

