Kellan había estacionado su auto. Había llegado al hotel en el que se estaba hospedando. Llevaba dos días sin poder descansar bien, con lo único que se entretenía era el trabajo. Su humor estaba irascible. Se bajó dando un portazo. No le gustaba estar en otro lugar que no fuera su casa pero ahora no podía estar en su casa. Se sentía atascado. Entro al lugar y se dirigió rumbo a su habitación hoy había salido temprano de la fábrica. En su mente solo estaba tomar una ducha y descansar. Cuando entro a la habitación comenzó a quitarse la ropa. Sus movimientos se detuvieron al ver la cortina del balcón abierta. No era muy fanático de tenerlas así, por lo que se apresuró hasta esa parte de la habitación y tomó los bordes de ambas para cerrarla. Al estar cerca pudo ver a través de la ventana

