✳ Capítulo 2: Deseo Indiscutible ✳

2576 Words
╭──────── • ♡ HEMILSE ♡ • ────────╮ Decir que no estaba pensando en la propuesta del hombre era mentira, se había sentido totalmente atraído hacia Neithan y ahora era una persona sin compromiso así que podía hacer lo que deseara, además, su amiga tenía razón, no había mejor forma de olvidar las penas que el alcohol, la música y el sexo. Y, en todo caso, ese hombre podría darle lo que él estaba buscando: olvidar lo que había visto esa mañana y sólo concentrarse en lo bien que la pasarían juntos. Al salir de los baños caminó hacia su amiga e inconscientemente su mirada se paseó por el lugar buscando Neithan. Mery lo miró con intriga. Ian había tardado demasiado en los baños y ella sólo deseaba saber detalles de lo que había sucedido, tenía fe que su amigo había logrado ligar con alguien en algunos de los cubículos del baño. Ian entre risas y burlas le relató todo lo que había sucedido. La mujer lo regañó por haber perdido tal oportunidad y más con un hombre como el que le había relatado. La noche avanzó y en un punto de la misma Mery notó como Ian se quedaba mirando fijamente hacia un lugar no muy lejos de donde ellos se encontraban así que siguió su mirada encontrándose con un hombre lo suficientemente alto como para medir casi los dos metros: —¿Es él? —preguntó recordando la descripción del hombre que Ian le había dicho. —Sí. —Ve hacia él. —¿Qué? ¿acaso estás loca? ¿No vez que está bailando con alguien? —bueno, bailar era decir poco para lo que ellos estaban haciendo, pero lo dejó así. —Claro que lo veo, pero ella puede ser tú, sólo ve y reclámalo. —¿Cómo rayos haré eso? —No lo sé, piensa un poco—Ian los miró, y no sabía si era porque el alcohol ya había hecho estragos en él, pero un sentimiento de ira creció en su interior. No conocía al hombre, sólo había tenido un poco de coqueteo con él y no lo había visto en toda la noche después de eso, pero en su cabeza, Neithan era a quien había elegido para que le hiciera olvidar, y a decir verdad no había encontrado a nadie mejor. —De acuerdo… pero no sé cómo. —Te ayudaré—dijo después de pensarlo un poco—, sólo recuerda no dejar que te lleve a cualquier lado, se precavido y utiliza protección cuando lo hagan. Tomando el brazo de Ian, cruzaron la pista de baile hasta llegar hacia ellos. Mery, de forma aparentemente involuntaria se dejó caer tropezando con la chica apartándola de los brazos de Neithan en el proceso. Ian ignoró por completo a su amiga y a la chica mientras discutían y él se acercó a Neithan. —Aquí estás nuevamente—se rio Neithan—, creí que te habías olvidado de mí. —Cuando salí del baño ya te habías ido, fuiste tú el que se olvidó de lo que prometió—sr hizo el ofendido. —No recuerdo a ver prometido nada—claramente el hombre se lo estaba poniendo difícil como Ian lo había hecho hora antes, pero el de ojos azules no le siguió el juego, simplemente se pegó completamente a él y poniéndose de puntillas le susurró: —Dijiste que nos divertiríamos—, a continuación, besó el cuello de Neithan y lo recorrió hasta llegar a sus labios deteniéndose a escasos centímetros de estos—; creí que eras un hombre que cumplía con lo que prometía—Neithan lo tomó entre sus brazos y lo besó. Ian se perdió por unos segundos, besar al hombre había sido mucho mejor de lo que esperaba y todo su cuerpo se encendió en llamas. —Mi cama esta noche está reservada para ti si así lo deseas—Ian tembló —¿Por qué esperar más si podemos hacerlo ahora? —no quería ir hacia otro lado, sólo tomaría un poco de tiempo con el chico en uno de los cubículos del baño y luego podría irse a casa. No obstante, Neithan tenía otros planes para ellos. Tomando su mano salió del club y se dirigieron hacia el auto de Neithan donde pacientemente eran esperados por un hombre quien con familiaridad abrió la puerta para que ellos subieran a la parte trasera. Ian se subió al auto con un poco de recelo, en realidad Neithan no parecía un asesino en serie o algo por el estilo así que se permitió ser irresponsable por esta noche. No demoraron demasiado en llegar a su destino y, para ser honesto, se habían enrollado un poco dentro de auto. Neithan había puesto a Ian a horcajadas entre sus piernas mientras compartían algunos apasionados besos y carisias. Sus ropas habían sido desordenadas en el proceso e Ian se encontraba casi sin camisa, pero para su suerte habían llegado antes que eso sucediera. La excitación producto del alcohol combinado con el erotismo del ambiente que se habían creado entre ellos, no permitió que pensaran en más nada que en entregarse al placer. No pensaron en las consecuencias que podrían haber más adelante o si lo que se encontraban haciendo estaba bien, simplemente se dejaron llevar. Ambos tenían un motivo oculto que los conducía a entregarse completamente al placer, pero ninguno pensó en porqué el otro lo estaba haciendo, sólo pensaban en sí mismo y en la noche que les había presentado el destino. Al subir al ascensor, rápidamente Ian fue acorralado por Neithan y besado con tal fiereza que le hizo perder el aliento. No había amor, no había más que placer, lujuria, necesidad y erotismo. Ambos se encontraban conscientes de ello y no les interesaba, sólo les importaba saciar aquella sed que residía en su interior. La puerta del departamento fue abierta con dificultad y a trompicones llegaron a la habitación. La chaqueta del más joven fue lanzada lejos, al igual que el saco del mayor. La respiración de ambos se había vuelto jadeos, las caricias, besos y gemidos ahogados moraban en aquel lugar y no pensaban irse por algún tiempo. De a poco, ambos se despojaron de sus vestimentas, quedando a merced del otro. Ian fue acostado con cuidado en la cama, mientras Neithan jugueteaba con todo su cuerpo, explorando cada rincón de este, tomándose la molestia de observar y deleitarse con los espasmos de aquella bronceada piel. Ian se cuestionó por un segundo, preguntándose si todo lo que estaba haciendo era lo correcto, y por su mente creció la idea de detenerse, pero aquel hombre posó su cálida lengua en uno de sus pezones y comenzó a juguetear con ellos, haciéndole perder la cordura. Las manos de Neithan se pasearon por su m*****o, causándole gran estimulación y haciendo que pequeños gemidos saliesen de sus labios. El de ojos lapislázulis, había sido despojado por completo de su ropa, quedando así a merced de Neithan. El mayor lamió con deseo sus labios y con ansias de probar el cuerpo del chico, no deseaba que quedase ningún lugar del cuerpo del joven sin ser profanado y explorado por él. —Hoy descubrirás que sí cumplo lo que prometo—murmuró sin soltar sus pezones—; te haré perderte tanto en el placer que nunca podrás olvidar que una vez estuve dentro de ti—juró haciendo que un gemido ahogado saliese de los labios de Ian. A Ian le encantaba que un hombre fuese seguro de sí que pudiese hacerlo doblegarse completamente mientras estaban en la cama así que gimió fuertemente al escuchar sus palabras. Tomó el hombre por su cabello y tiró de él, no obstante, el hombre no soltó sus pezones y el dolor recorrió el cuerpo de Ian. El fisioterapeuta se asombró al notar no fue para nada molesto, sino que aquel dolor le había hecho excitar, mas no lo pensó demasiado. Arqueó su espalda y se dejó manejar por Neithan. —Creo que aun estas demasiado cubierto para poder cumplir con lo que dices—Ian giró al hombre y fue su turno de ir encima. Rápidamente y sin dejar de besarlo comenzó a deshacerse de la camisa entreabierta de Neithan. Posteriormente y después de encontrarse lo bastante satisfecho de haber recorrido con sus manos y sus labios el cuerpo de Neithan, Ian se deslizó por sus piernas y posicionó su rostro en la zona baja del hombre, comenzó a jugar con el elástico de su ropa interior sin llegar realmente a hacer más nada, ganándose así un gruñido de su parte. —Veo que estás un poco desesperado—se burló. —No juegues conmigo. Sin prestar atención a sus palabras Ian se tomó su tiempo para jugar con el hombre y con la parte inferior de su cuerpo. Sin dejar de hacer su trabajo, miró a Neithan y pudo notar que en aquellos ojos cárabe se encontraba reflejado el deseo, la libido, la pasión, la lujuria y el placer. Lascivos suspiros salieron de los labios del mayor, al sentir la cálida boca del chico disfrutar lo que estaba haciendo. Neithan había tenido meses de desconsuelo, en los que no había podido sentirse satisfecho al estar con una persona. Había tenido que llegar a fingir el placer que no sentía, pero ahora este chico, que no mostraba semblante alguno para ser su tipo, le hacía sentir en la gloria. Neithan tomó los cabellos de Ian y comenzó a mover sus caderas en búsqueda de que los movimientos de Ian fuesen más placenteros. En un punto y sin desear evitarlo, Neithan se dejó ir en la boca del contrario y disfrutó viendo como Ian tomaba todo lo que le había ofrecido. El hombre levantó a Ian del suelo y lo besó mientras lo acomodaba en la cama. —Ahora es mi turno de ayudarte—mencionó mientras rebuscaba en su mesita de noche algo con impaciencia. En la mano del hombre aparecieron dos cajetas, una era un poco más larga que la otra y ambas contenían algo diferente. Ian se acomodó en la cama mientras observaba al hombre deshacerse de ambas cajetas y sacar el contenido de ellas. —Prepárate, quiero verte—sin sentir la mínima vergüenza, Ian obedeció las palabras del hombre y le arrebató la botella más grande, posteriormente se acomodó y dejó ver al chico lo que estaba haciendo. La imagen delante de Neithan era extremadamente sensual, los pequeños gestos de Ian le volvían loco y tuvo que controlarse para no ir allí y terminar haciéndolo él. Cuando Ian retiró sus dedos Neithan se acercó a él, pero terminó presionado entre la cama y el cuerpo de Ian. Este se acomodó a horcajadas en las caderas de Neithan e hizo que ambas partes se rosaran. —Yo me encargo—neithan no tenía problema alguno así que lo dejó hacer lo que deseaba. Tomando a Neithan entre sus manos, Ian lo condujo hacia su entrada y de a poco comenzó a bajar. Haider, por su parte, colocó sus manos en las caderas del más joven para así poder ayudarle. El m*****o del hombre era considerable, y en cada sensación de intromisión, Ian sentía morir. El de ojos azules suspiró cuando por fin Neithan había entrado por completo. Unos segundos bastaron para que Ian colocase sus manos en los hombros de Neithan y comenzara a mover sus caderas. Jadeos de placer salían de los labios de ambos haciendo que el ambiente de la habitación se volviese abrumadoramente placentero. En aquel lugar no había amor, no había dulzura, sólo existía la pasión, la lujuria y la necesidad de saciar aquel deseo que se desarrollaba en el interior de ambos hombres. Los movimientos de ambos eran desenfrenados, deleitándolos y estimulándolos a cada uno de ellos. Neithan posó sus labios en los del más joven absorbiendo cada uno de sus gemidos. Aquella sensación era increíble, y ver el deseo expresado en los ojos lapislázuli de Ian, le hacía perder el control. El mayor tomó con fuerzas las caderas del pelinegro y de un movimiento diligente giró junto al chico, haciendo que Ian quedase recostado sobre la cama. El chico gimoteó por el asombro, y sonrió complacido al sentir como Neithan se enterraba hasta al fondo en él. Los grotescos y excitantes chasquidos que hacían los cuerpos al chocar se podían escuchar como eco por todo el apartamento, junto a los estimulantes gemidos y bramidos de ambos. Ian se encontraba viviendo una experiencia nueva, el hombre había despertado en él grandes sentimientos con tan sólo mirarlo, y no había estado equivocado al pensar que podría hacerle disfrutar. Los movimientos de Haider eran bruscos, pero a la vez certeros, tocando aquel punto dulce que lo hacía volar. La atmósfera se llenó de olor a sexo, consumiendo a los dos cuerpos de una manera impresionante. Neithan no podía creer, que luego de tanto tiempo había logrado sentir aquella sensación tan placentera. Su excitación había llegado al punto que no deseaba dejar ir al chico, deseaba enterrarse cada vez más y más en él. Sus movimientos se volvieron alocados, pero cada uno de ellos, hicieron disfrutar a ambos y aquellos deliciosos gemidos proveniente de los labios de ambos, le hacían saber que en definitiva lo estaban disfrutando mucho. —Por favor—suplicó jadeante y casi incoherente, pero Neithan le entendió. Haider tomó el palpitante m*****o de Ian entre sus manos y comenzó a masajearlo, logrando que más gemidos saliesen de los labios del chico. Cada movimiento, cada toque, cada estimulación, hacía que Ian se sintiese en la gloria, y Neithan se encontraba consciente de ello. Hasta que todo el cuerpo de Ian vibró haciendo que el chico arquease su espalda y cerrase sus ojos. —Mírame—demandó deseando ver aquellas gemas brillas al correrse. Ian obedeció, y aunque quería cerrar los ojos, los mantuvo fijos en el hombre y con un fuerte gemido llegó al clímax apretando con fuerza la sabana. Todo su cuerpo vibraba y se retorcía bajo las fuertes estimulaciones de Neithan. Con algunas estocadas más, Neithan llenó el interior del chico mientras mordía su cuello. Ian, por su parte, perdido en el placer, arañó la espalda de Ian y se aferró a él sin desear soltarlo. Se quedaron un rato en esa posición, intentando recuperar el aliento robado en aquel acto erótico y vehemente. Ian se removió un poco y Neithan salió de él, haciendo que un chasquido obsceno los envolviese. Génova se sonrojó y suspiró complacido al sentir al hombre acostarse junto a él. Aquello había sido lo más excitante que había experimentado, y no sabía cómo reaccionar ante ello. Neithan rodeó al más joven con sus brazos y lo atrajo hacia él, Ian besó su pecho para después suspirar. Había tenido sexo con un desconocido y sinceramente lo había disfrutado. Quizás al principio fue porque deseaba vengarse de Maikel y olvidar lo que había vivido, no obstante, al momento de ver a Neithan con esa chica en el club, todos sus sentidos le habían gritado que el hombre debía ser suyo así que lo había tomado sin pensar en las consecuencias. Hoy se permitiría desfrutar, quizás, después, cuando por fin haya recuperado totalmente la conciencia, se permitiría sentir vergüenza, pero no creía que se sintiese arrepentido. ╰──────── • ♡ HEMILSE ♡ • ────────╯ "Dos cuerpos frente a frente, son a veces raíces en la noche entrelazadas." O.P.
Free reading for new users
Scan code to download app
Facebookexpand_more
  • author-avatar
    Writer
  • chap_listContents
  • likeADD