Mi corazón parece querer salirse del pecho, brinca con fuerza y rapidez mientras miro venir a la mujer a cerciorarse de qué o quién se oculta en este lugar. A mi mente llegan posibles opciones de que responder de ser descubierta, empiezo a temblar con fuerza , tanto que mis rodillas chocan entre si. Pero Septiembre esta vez me libra de ser atrapada. Sale de entre los rosales y se pone junto a la mujer , luego de estirarse se va por el pasillo trasero haciendo que esta suelte insultos contra él.
—¡ De modo que eras tú gato infeliz! Me has pegado un susto tremendo— dice. Ahora sí estoy convencida de que es Greice. Es su voz, no tengo ninguna duda, pero ¿Por qué viste de modo tan anticuado y con quién habla de manera tan soberbia por teléfono? ¿Que hacen por esta parte de la mansión? ella se va por el mismo camino que tomó Septiembre y algo dentro de mí me impulsa a levantarme rápidamente y seguirla con cautela. Necesito saber qué ocultan. Tal vez el señor Thomson tenga razón y en esta mansión estén tramando algo contra él.
Miro a Greice cruzar en una esquina y tomar otro pasillo, la veo a cierta distancia y cuando considero que es seguro seguirla continúo tras ella hasta que la veo tocar una puerta y entrar.
" ¿ Pero qué rayos vas a hacer Jessica?" " Los problemas no me persiguen yo los persigo a ellos" pienso temblorosa. " Tan sencillo que sería estar acostada en mi camita, pero no, siempre buscando problemas" me sigo diciendo mientras me acerco sigilosamente. Si Greice entró en esta habitación tengo que saber que hay en su interior. Espero un rato con prudencia por si acaso se le ocurre abrir la puerta y salir de nuevo y al ver que pasan unos minutos decido acercarme un poco más. Puedo notar que hay una luz encendida allá adentro y mientras me acerco escucho murmullos, parece que Greice no está sola.
" Es una locura, la señora no estará de acuerdo, no podemos precipitarnos señores, podríamos arruinarlo todo" la oigo decir. Entonces la voz de un hombre se escucha en respuesta. No logro entender muy bien. Por lo tanto me acerco más a la puerta y coloco mi oreja contra ella. Mi corazón está muy agitado, mis piernas tiemblan con fuerza, un dolor de barriga repentino me atormenta, creo que son ganas de vomitar de solo imaginar que Greice abra la puerta y me descubra.
" Pues no vamos a esperar que pase para poder recibir nuestra parte, además con el poder que tiene es más que suficiente, no estoy dispuesto a seguir tolerando esta situación" dice el otro hombre. Abro mi boca consternada y por mi mente se pasean innumerables historias de terror en las que en cada una el protagonista es el señor Thompson el padre de mi jefe. ¿Será cierto lo que él supone? ¿Será que Greice y estas otras personas lo tienen secuestrado por orden de la esposa de mi jefe? La ansiedad me invade así que prefiero irme antes de que me vean, sin embargo antes de dar un paso atrás la puerta se abre y una Greice vestida de modo diferente me mira con sorpresa. Su cara se ha puesto blanca como papel luego amarilla y finalmente verde, seguramente está muy enojada por mi intromisión.
—Señorita Jessica. ¿ Qué hace aquí afuera a estas horas? ¿ Acaso nos está espiando?— Entonces abre la puerta con amplitud y puedo ver a unos seis hombres cómodamente sentados, todos vestidos de traje. En el centro entre ellos una mesa de cristal con una bandeja y algunas tazas Que supongo contendrán café. Cigarrillos en un cenicero y un horrible olor a alcohol o a medicinas. Siento pánico y titubeo.
—Yo... Yo solo estaba siguiendo a Septiembre, eso fue lo que pasó. Vi que pasó por aquí, oí ruidos y me acerqué para tocar, eso fue todo madame.
—Entonces no te quedes aquí afuera Jessica ven tomemos café y charlemos— Un ligero escalofrío me recorrió temerosa me negué pero ella me tomó con fuerza de la mano y me obligó a entrar. Los caballeros presentes me miraban con gestos amenazantes, parece que no les agrada mucho mi intromisión.
—¿ Qué se supone que hacen reunidos aquí Greice?— pregunto finalmente mientras me sirven una taza de café.
— Verá Jessica, no tengo por qué darle una respuesta. Sin embargo se la daré para calmar su curiosidad ¿sabía que estoy estudiando para ser actriz de teatro? Ah, claro no lo sabía, es lógico , si lleva poco tiempo trabajando para la familia. Pues Jessica así es y hoy ensayamos una obra de teatro, eso es todo.
—Ah, entiendo señorita Greice. Por eso el vestido de época, ya me parecía extraño que vistiera usted de esa manera. Sí es una señora mayor pero suele vestir muy elegante y moderna— Ella parece ofenderse con mi comentario. Entonces miró a los hombres.
—¿ Y ustedes también son actores?—Pregunto a los caballeros que parecen más bien actores de una obra de teatro sobre la mafia. Mi piel se erizó cuando me miraron de modo no muy amigable.
—Hace usted demasiadas preguntas señorita. Creo que no debe meterse en asuntos ajenos. Estábamos practicando pero usted vino a interrumpir— dice uno de ellos. Respiro hondo y trato de no mostrarme nerviosa y de que no me vean como una soplona. Temo que si están en algo malo me pase como en las películas de terror. Tendré que morir por ver lo que no debía. Empiezo a temblar al ver un cuchillo sobre la mesa y sobre otra mesa, dos revólveres. De pronto un fuerte golpe en la pared seguido de gritos, me hace saltar : "¡ Ya por favor déjenme en paz, díganle a esa mosca muerta que algún día va a pagar por esta infamia!" Abrí mi boca muy asustada. Luego oigo quejidos. Siento mi garganta seca y la saliva pasa con dificultad por ella. Mi corazón se aprieta y mi estómago comienza a doler de nuevo, además de fuertes punzadas en mi cabeza que de manera repentina me atacan. "Dios ayúdame por favor" suplico mentalmente mientras maquino como huir con vida.