¿Quién de los dos?

TU NIETO

POV DÉBORA

—Tal vez, pero ¿te das cuenta que está sola con su hijo? Lo que más necesita ahora es estudiar para poder darle a TU NIETO un futuro digno.

—Estoy molesto, muy molesto, yo quería algo distinto para ella y ni siquiera tengo el consuelo de escuchar que lo hizo por amor, no, ni siquiera sabe quién es el padre de MI NIETO, déjame decirte que como padre eso duele bastante, algún día cuando seas padre, tu Débora que pronto serás madre te darás cuenta todo lo que cuesta un hijo, desvelos, angustias, mucho trabajo, pero sobre todo mucho amor y esperas que ese pequeño sea perfecto, es tonto tal vez, pero deseas ir presumiendo por el mundo a tus hijos, sus logros, sus proyectos, sus triunfos y cuando te topas con algo como esto un cúmulo de sentimientos se instala en tu mente y corazón y duele y da rabia, perdón por no estar preparado para escuchar a tu hija que recién terminó la prepa que está embarazada y no sabe de quién es su hijo, perdón por molestarme al escuchar que mi nieto tal vez jamás conozca a su padre, perdón por querer que mi hija deje de hacer tonterías y madure sintiendo lo que es el trabajo, hacerle entender de esta manera que la vida cuesta y evitar así que cometa más errores.

Mi padre dio media vuelta con sus ojos llenos de lágrimas y salió de aquel lugar donde me dejó con el corazón roto, no gritó, no insultó., pero dijo todo el dolor que le causé por inmadura, por mis decisiones estúpidas iah! De no ser por ti bebé desearía jamás haber cometido las estupideces que cometí , ahora tengo que demostrar quién soy y quitarle a mis padres esté mal sabor de boca, tengo que decidir si me voy con Nathan o me quedo con mis padres. Tengo que decidir si seguiré buscando a los Eduardos o me olvido del tema.

—Y bien Débora ¿Nos vamos?

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—Este trabajo es una porquería señora Débora

No por favor, una vez más no, juro que me esforcé bastante, de hecho no dormí nada por entregar un trabajo de calidad, ¿Para qué? Para que nuevamente está profesora me diga que es una porquería, quiero gritarle muchas cosas, es una mujer muy cruel e injusta, mi trabajo está muy bien, pero algo se trae en mi contra y juro que yo no hice nada para merecer sus groserías, por lo menos no fui consiente de haberla ofendido con algo, tal vez solo es mi presencia. Pero eso es injusto, si es mi presencia o mi manera de ser yo no tengo la culpa de ser quien soy o de ser como soy.

—¿ Qué? ¿Es usted retrasada mental? Retírese de mi vista señora Débora.

Me tengo que tragar mi coraje y sé que eso le puede hacer mucho daño a mi bebé, pero no hay de otra No puedo arruinar esto.

Muerdo la almohadilla interna de mi mejilla fuertemente para no llorar y para no contestarle mal a esta mujer, puedo sentir el sabor de mi sangre fluir por mi boca y aún a pesar de aquella mordida no puedo evitar que mis ojos se humedezcan, odio a esta mujer, odio mis hormonas alborotadas, amo a este pequeño bebé que crece en mi vientre, qué por cierto está a nada de nacer.

—Mi amor, todo lo voy a soportar por ti.

—¿dijo algo señora Morán?

—No, no le hablé a usted.

La mujer se me queda viendo con un odio feroz, pero no me importa, no dije nada, me odia porque le place odiarme, prefiero seguir mi camino de regreso a mi lugar, cuando de repente escucho su voz chillona.

—Le recuerdo señora Morán que tiene muy mal promedio conmigo y si no me entrega mañana por la mañana el trabajo bien hecho tendrá que irse a extraordinario y así como es de irresponsable y mediocre tendrá que recursar mi materia y nos tendremos que ver todos los días.

Y una mal$#$@ sonrisa de gato risón se asomó por todo su rostro.

Mis tripas o mi pequeño bebé se retorció por todo mi vientre, tenía ganas de golpearla, pero no lo haré, no le daré el gusto de verme castigada o echada de esta universidad por falta de carácter.

—Si profesora, me parece bien, pondré todo de mi parte para poder pasar su materia o el extraordinario, porque de no ser así tendremos que vernos todos los días y para entonces mi bebé será muy pequeño y chillón ¿Se imagina? Tener qué soportarme a mi y además a mí bebé?

—No te aceptaré con tu hijo, donde lo dejes no es mi problema.

—Uy lamento decirle que no tengo quien lo cuide, es más, no lo pienso dejar con ningún desconocido, así es que nos tendrá que soportar.

—No podrás traerlo.

—Claro que podré, si me niega alguien el acceso los demandaré por discriminación y tendrán que responder delante de las autoridades competentes, ahora con su permiso me retiro a hacer nuevamente mi trabajo.

No sé de dónde rayos me salieron tantas palabras, ni de dónde me saqué eso de la discriminación, Pero la realidad es que dejé a esa mujer calladita. Estaba a punto de irme a mi lugar pero en ese momento sonó el timbre así es que solo me acerqué a tomar mis cosas y salí de aquel lugar, estaba muy frustrada aunque con aquellas palabras me relajé un poco. Tengo ganas de ir a visitar a mi hermano para poder abrazarlo y desahogarme con él, pero la realidad es que no le gusta que vaya yo a la empresa, me dijo que primero quiere verme graduada y con mi hijo entre mis brazos, no sé por qué esa obsesión de que primero termine la carrera, le ayudo en muchas cosas desde casa, pero desde que mi barriga se empezó a hacer visible él ya no me permitió ir a la oficina, no sé si se avergüenza o no me quiere poner en riesgo.

—¿A dónde con tanta prisa Débi?

—Me voy a casa estoy algo cansada y tú ¿a dónde vas JJ?

—También voy a casa, oye qué hermosa te ves hoy con esa linda barriguita

—Gracias

—¿por qué te notas triste?

—La mugrosa profesora Esquivel

—¿Y ahora por qué te hizo enojar?

—Ve lo tu mismo dime si este trabajo está mal hecho

le extiendo el documento que traigo en un folder JJ lo toma Y lo empieza a revisar

—Para mi punto de vista está excelente este trabajo ¿Qué fue lo que te dijo?

—Que es una porquería

—¿Qué? Esa mujer debe estar loca o ciega, tranquila Débi, No le hagas caso y no te molestes por qué el enojo le puede hacer daño al bebé

—Ni me lo recuerdes, de verdad que estaba que explotaba del coraje y estoy segura que mi bebé lo sintió porque se empezó a mover como remolino en mi vientre.

—Ves, deberías de ir mejor a que la doctora te revise ¿Cómo te sientes? ¿Te duele algo? ¿ quieres que te lleve al médico?

—Ay JJ Eres un lindo, pero no, no me siento mal

JJ comienza a tocar mi vientre y hay algo en su rostro que no me gusta

—Débi tu barriguita está muy dura

—ay JJ no digas cosas que me asustas.

—Te juro que no es mi intención, Pero mejor vayamos al médico que te revise.

no me puedo negar a esta petición, disimuladamente toco mi vientre y es real lo que él dice está muy duro, tal vez por la adrenalina no siento nada.

—Está bien vamos, pero yo manejo.

—De ninguna manera y si te empiezas a poner rebelde le voy a marcar a Nathan A ver si con él te pones rebelde.

—Eres un tonto ¿ sabes? Pero está bien no me queda de otra vámonos.

Muy a mi pesar comienzo a caminar junto a JJ, Sé muy bien donde estaciona su auto así es que no es difícil seguirle el paso, porque no tengo que ir adivinando hacia dónde Iremos, cuando llegamos frente al auto él abre rápidamente la puerta del copiloto y me ayuda a subir con un poco de dificultad me siento y espero que él suba y arranque el auto, mientras tanto busco mi celular y le marco a mi ginecóloga, quien inmediatamente me responde

—Hola hermosa señorita dígame ¿en qué puedo servirle?

—hola Juliana, ¿Será posible que me puedas atender?

—Pero por supuesto, sólo dime una cosa ¿ pasa algo?

—Según yo no es nada grave, la realidad es que me enojé un poco y mi vientre está duro.

—Ok, ¿Y eso no es grave para usted? Señorita Débora me gustaría recordarle que si el vientre se pone duro es una señal de peligro, ¿Hay algo que le duela? ¿el vientre está duro y le causa dolor? ¿ tienes sangrado? ¿ dolor de cabeza?

—No siento ningún dolor, de hecho no me había dado cuenta que mi vientre estaba duro, pero tal vez sea por la adrenalina, bueno más bien por el coraje.

—Aquí te espero señorita tenemos que hablar muy seriamente tu y yo

Sin decir una palabra más da por terminada la llamada, yo me quedo muy sorprendida de su acción, pero al parecer está molesta conmigo. Estoy tan sorprendida de la reacción de la doctora que no me doy cuenta que JJ se encuentra el teléfono hablando con alguien

—Perfecto allá nos vemos

—¿Con quién hablabas?

—Con Nathan

—Eres un traidor.

—No me importa lo que pienses.

Unos segundos más tarde estamos frente a la clínica JJ me ayuda a bajar y entramos lo más rápido que puedo en aquel lugar, la enfermera está frente al consultorio de mi doctora y sí, ella me está esperando, camino con dificultad porque esta barriga ya pesa, me imagino que parezco un pingüino caminando por la Antártida, la mujer no me hace esperar me lleva antes de que entremos al consultorio a checar me mis signos vitales a pesarme y todas esas cosas que hacen para que el médico me puede atender con más rapidez

Ahora me encuentro frente a Juliana quien me observa muy seria

—Bueno ya que tienes la bata puesta acuéstate en la camilla en unos segundos traerán el equipo para hacerte un ultrasonido

—¿Qué?

—Tranquila no es el fin del mundo no dije que te haría una cesárea estoy diciendo que te haré un ultrasonido, tu vientre está muy duro y necesito ver con mis propios ojos que estén bien

—Está bien ya no me regañes

—No, Si lo que debería hacer es darte unas nalgadas, con personas como tu recuerdo el por qué no es bueno que tan joven tengas un hijo.

—Oye, te juro que me he portado lo mejor posible, este enojo se salió de mis manos, de verdad que hice lo que más pude para contenerme

—Si, pero sabes que contenerte es más peligroso verdad, perdón que te lo diga Débora pero yo creo que sería mejor que ya no vayas a la universidad, no me malinterpretes estoy diciendo que no vayas a la universidad por ahora, por lo menos hasta que tu bebé nazca.

—Hermosa, solo es esta semana, Ya se acabó el semestre, estoy segura que mi bebé va a soportar esto solo un par de días más, además con la única que tengo problemas es con esa maestra, te juro no estresarme más, le entregaré el trabajo y si me pasa bien y si no también, ahhhh