¿Quién de los dos?

qué dolor

POV DÉBORA

—Vamos Débi

—Voy voy

—No se porque últimamente soy yo quien te tiene que arriar, estás muy perezosa amiga.

—Perdón, no se que me pasa, pero lo más seguro es que esté subiendo de peso, me siento muy cansada.

—Yo te veo igual, bueno del cuerpo, porque de ánimo estás fatal, aunque te han crecido un poco las bubis y…anda que la ginecóloga atenderá a alguien más sí no llegamos a tiempo

—Esta bien vamos

Esta amiga mía tan exagerada pero lo agradezco es muy buena amiga y me cuida, me a estado acompañando a mi revisión con la ginecóloga y hace que me hagan mil laboratorios y otros mil estudios, en realidad estoy exagerando, esta es la segunda vez que venimos , la primera fue un día después de nuestra graduación y todo esto será para descartar cualquier ITS todo por culpa de mi imprudencia, inmadurez e irresponsabilidad de aquella noche espantosa y deliciosa, perdón pero así como fue mi peor noche, también fue la mejor.

Pronto estamos sentadas frente a Hanna la Ginecóloga

—Bueno Débora hoy te haré algunos análisis, necesito que te pongas la bata, después Anna tomara las muestras y posteriormente te haré un ultrasonido para ver qué no haya inflamación o cualquier cosa extraña, también te revisaré la v****a para ver qué no haya verrugas o cualquier cosa que sea signo de alarma.

Yo no digo nada, solo asiento y voy a quitarme la ropa rápidamente para ponerme la bata, ya lista me toman las muestras de sangre, hago pipí en un vasito para los análisis y me recuesto en la camilla que me indica Hanna y su enfermera asistente cubre mis piernas con una sábana y descubre mi vientre bajo.

—Muy bien Débora ¿Cómo te has sentido?

Comienza a hacerme una serie de preguntas que voy contestando rápidamente, el gel está frío al igual que el transductor, el recorrido es lento y la plática amena, hasta que un sonido como de zumbido nos sobresalta, la cara de Hanna me lo dice todo y me quedo en shock, ¿Ahora que voy a hacer?

—Débora

—No digas nada

—Lo tengo que decir

—Eso que se escucha es….

—Si Mireya.

Mi amiga me mira de mil formas, la miro a los ojos y puedo ver preocupación, empatía, confusión, pero también está alegre, al contrario de mi, yo tengo mucha angustia, no puedo creer esto que me está pasando y es normal, es lógico si tuve relaciones sin protección no podía esperar ganarme un celular última generación, pero de lo que estaba segura es que …

—Tienes nueve semanas de embarazo Débora.

Lo sé, lo sé, no necesita decirlo, se cuándo quedé embarazada, pero lo que no sé es de quién es el bebe ¿Qué voy a hacer ahora?

—Todo va a estar bien Débi si tus padres no te apoyan yo sí lo haré, Débi voy a ser tía.

Las palabras de mi amiga me causan alegría, una sonrisa se dibuja en mi rostro , pero la angustia no sé va, y si para mi mala suerte tengo alguna infección, alguna enfermedad por irresponsable, creo que hasta hoy me cae el veinte que soy una estú**** irresponsable.

—Según las semanas de gestación todo está bien, su corazoncito está fuerte y se va formando bien, la placenta está en su lugar y no entiendo cómo no te habías dado cuenta.

—Ayy Hanna no se nada.

—¿No haz tenido tu menstruación?

Me pongo a pensar y en realidad ni me acordaba de Andrés, este tonto que se fue sin avisar.

—No, creo que no. El mes pasado solo fue…..

—Flujo café

—Ajá

—Bueno pues estás embarazada, todo está bien, no hay inflamación o alguna lesión, te iba a hacer otro estudio pero con bebé en casa no se puede….

Hanna siguió diciendo muchas cosas de las cuales no me acuerdo bien, pero no pude evitar que mi mente volara imaginando lo que mis padres me dirán.

Nos entregaron los resultados de los análisis un tiempo después, Hanna los revisó y me los entregó, dijo que todo estaba muy bien, que me haría otros cuando cumpla veintiséis semanas de embarazo, para por fin poder descartar al cien por ciento una ITS.

—La verdad dudo que tengas alguna ITS, pero es mejor hacer los estudios.

/////

Y aquí estoy frente a mis padres, es el momento de la verdad, no sé qué va a suceder, lo único que tengo seguro es que tengo que hablar y si me corren ya Mireya me consiguió trabajo con su madre, ella es una creadora de artes plásticas, es una artista, yo seré su asistente, no sé nada sobre el tema, pero mi necesidad me hará aprender y….

—Y bien Débora. ¿Para qué estamos aquí?

—Papá esto es muy difícil y vergonzoso.

—Hija ¿Qué pasa?

—Mm

No podía hablar, pero lo tenía que hacer, me pongo de pie y digo:

—Estoy embarazada

PLAFFFF

Auch , una mano grande se estrella en mi mejilla, haciendo que caiga en el sofá donde antes estaba sentada, un jadeo de asombro se escucha en el lugar

—FEDERICO!!

—¿QUÉ?

—Puedes lastimarla. Hija ¿Cuánto tiempo tienes de embarazo?

—Casi diez semanas

—Desde tu graduación.

—Papá…

—Cállate Débora, ¿Por qué estás aquí sola? ¿El imbécil del padre te dejo con el paquete?

—Mi hijo no es un paquete papá

—Pues dime entonces donde está él padre, porque si estás aquí sola me da a entender que no te respondió como hombre y….

—No sé quién es el padre.

Un gran silencio se extendió por toda la sala, hasta que mi madre habló.

—Hija ¿Abusaron de ti?

Ay mi madre tan buena y confiando en su hija.

—No mamá

— ¿Me estás diciendo que te acostaste con quién sabe quién, y que ahora estás embarazada y mi nieto crecerá sin saber quién es su padre DÉBORA?

Mi padre le llamo nieto a mi hijo, ese es un gran avance aunque no quita la vergüenza que estoy sintiendo.

—Si

—Eres una….

—iPAPÁ!

Mi padre estaba a punto de abofetear me otra vez y decirme no se cuántas maldiciones ( no lo culpo) pero llegó mi hermano y me salvó

—Por favor vamos a calmarnos, ¿ Qué está pasando enana?

—Nat yo…

—Anda Débora dile a tu hermano

Esto es muy difícil y no puedo evitar llorar de la vergüenza.

—Estoy embarazada, tengo diez semanas de embarazo, yo no sé…. No sé….

—tu hermana no sabe quién es el padre.

Mi hermano me mira de una manera que no logro descifrar, de lo que si estoy segura es que lo decepcioné.

Lo miro con ojos de cordero llenos de lágrimas, necesito que me diga algo, no tengo cara para estar aquí delante de ellos, pero no hay de otra, estoy sola, fui a la universidad donde según yo estudiaba Eduardo nadie me dio respuesta, hasta descubrí que nadie con ese nombre estudio ahí este año, fui una estúpida, después fui a la casa donde me llevó aquella noche, pero la casa está sola a excepción de los hombres de vigilancia que me dijeron que el chico se fue a vivir a su país de origen ya que terminó su carrera hace un par de meses, pregunté por Eduardo y me dijeron que no conocen a nadie con ese nombre, les dije que era El mejor amigo de Hugo y me dijeron que no se llama Eduardo, pero tampoco recordaron el nombre, fui al hotel a preguntar por Eduardo el bueno, ja, aún no le he puesto apodo, he tratado de olvidarlo, pero este bebé me lo recuerda a cada momento, necesito saber quién es el padre de mi hijo, tanto tiene derecho mi bebé como el papá de saber su relación, aunque no sé cómo reaccionará él padre lo tiene que saber, iah! Si algún día lo encuentro.

—Enana independientemente de la historia que me vas a contar, estoy contigo, tu no estás sola.

Rompo en llanto como niña pequeña, mi hermano es lo máximo, siempre me a cuidado y yo lo amo por eso me duele tanto darle está noticia, soy una estúpida, por más que pienso no logro entender, porque fui tan irresponsable , bien me lo dijo Mire: un bebé sale barato comparado con una ITS, pero si esto es barato lo otro es la muerte, ver el dolor , la decepción y el coraje en el rostro de tus seres queridos sin contar todos los sentimientos que sientes tu mismo por ser irresponsable, por dejarte llevar de tus emociones, y…..

—¿Qué piensas hacer Débora?

La voz profunda de mi padre se escucha por todo el lugar, me tomó por sorpresa, no se que decir

—Yo…..

—No creas que seguirás gozando de los privilegios que tenías, date de santos que no te corro con una mano atrás y otra adelante, pero no recibirás ni un solo centavo mío.

La realidad es que estoy agradecida que no me echara a la calle como he escuchado que le hacen a otras chicas en mi misma situación.

—Esta bien papá , yo …

—Y obviamente ya no estudiarás, tendrás que venirte a vivir aquí, te olvidas de Inglaterra y…..

—Papá creo que estás exagerando .

—No estoy pidiendo tu opinión Nathan

—Federico creo que te estás sobre pasando.

—Mira Esther no estoy pidiendo la opinión de nadie, a esta niña le hizo falta una corrección, ahora lo único que queda es que vea que nada es fácil y sus actos tienen consecuencias, no hay un solo peso más para Débora y si quiere seguir estudiando que trabaje y eso a ver si le alcanza pues tendrá un hijo que mantener y a duras penas acabó la preparatoria.

—Federico necesitamos hablar a solas.

—NO VOY A CAMBIAR DE OPINIÓN ESTHER, ENTIENDE.

—TU MANDAS EN TU DINERO, PERO YO TAMBIÉN TENGO DINERO, SE TE OLVIDA QUE ESA EMPRESA QUE LIDEREAS ERA DE MI PADRE Y YO……

—HAZ LO QUE QUIERAS, SIGUE APOYANDO LAS ESTUPIDESES DE TU HIJA , CUANDO VEAS YA TE DEJO EL CHAMACO QUE LO CUIDES Y VA A REVOLCARSE CON SABE DIOS QUIÉN, COMO UNA CUALQUIERA Y TE LLENA DE BENDICIONES.

Que duro es escuchar las palabras de mi padre, y peor aún es ver cómo se pelean tus padres por culpa tuya.

—Por favor no peleen más, mamá yo estoy de acuerdo con lo que mi papá decidió, sé que no merezco nada y aún así me permitirá seguir viviendo en casa.

Mi madre se acerca a mi con lágrimas en los ojos.

—Ay hija, como me gustaría quitarte el dolor que reflejan tus ojos, pero no puedo, lo único que me queda es pelear porque no se te juzgue cruelmente, cometiste un grave error pero lejos de ser castigada tendrás una bendición, nunca agaches la cabeza eres humano y cometes errores y el que te señale que te cuente primero su vida, nadie es perfecto hija , yo pagaré tu carrera universitaria y…..

—No mamá, déjame demostrarles que también puedo ser una buena hija, una hija responsable, una mujer que sabe enfrentar las consecuencias de sus actos y….

—Ya basta, tu te vendrás conmigo a Canadá, allá estudiarás y trabajarás conmigo , tu bebé estará bien.

—Nathan….

—No estoy preguntando, así se hará, prepara tus cosas, nos vamos está misma noche.

—Tienes una reunión mañana Nathan.

—Eso lo soluciono en un momento.

—Veo que haz tomado tu decisión

—Así como tú tomaste la tuya papá, mi hermana no está sola, sí, cometió un error, pero te estás portando como neandertal, es tu hija , es un ser humano que se equivoca, no un robot perfecto.

—Tú y tu madre están exagerando, no corrí a Débora, solo le quité algunos privilegios y…