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1547 Words
El día ha empezado bastante interesante, siempre despierto con buen humor, pero este día por alguna razón que desconozco me siento feliz, suspiro sentado en mi cama, preparándome mentalmente para lo que será el día. Me conseguí un departamento a escasas cuadras del hospital que podría ir caminando y si me agarrara la pereza una parada de taxi se encontraba a la vuelta, pero caminar para mí nunca fue un problema, me ayudará a mantener mis pulmones en forma. * * * * * * * * * * * * * * - Buen día Mateo, soy el Dr. Paul, el decano me ha dicho que tu estarás aquí, el lugar más silencioso de este edificio. – Bromea con una agradable sonrisa. Desde que llegué me han recibido bastante bien, me alegra que las personas sean amables, será un gran lugar donde trabajar. - Mucho gusto Dr. Paul. – Lo saludo de la misma manera. - Empecemos, te llevaré en cada sala, para mostrarte el historial de cada paciente, el horario de visita en muy reducida aquí, es por eso que no verás a muchos familiares, cada ficha de paciente tiene un número de contacto de un familiar para comunicarnos si fuera necesario. - Entiendo. – Definitivamente es diferente a la clínica, allí a veces era caótico lidiar con los familiares todos los días.  * * * * * * * * * * * * El Dr. Paul lleva a Mateo a todas las salas comentándole el estado de cada paciente, de sus medicamentos y a que familiar correspondía los números telefónicos, cada salón tenia de dos a tres pacientes. Llegando al último salón entran a la habitación donde había solo un paciente llamando la atención de Mateo.    - Él es Sergio, es uno de los paciente más delicado del área, tuvo un accidente de tránsito hace 3 meses, cuando llegó aquí estaba sin signos de vida, pero afortunadamente lo pudimos reanimar, pero cayó en coma desde entonces está aquí internado, si despertara no sabemos en qué estado quedaría, según la tomografía que se le realizó, presenta graves lesiones cerebrales. - Dice el Dr. Paul con tristeza en su mirada. - Porque en su ficha no se encuentra el número de un familiar?? - Hasta la fecha no hemos podido encontrar un familiar, aunque hemos informado a las autoridades, ninguna persona se ha acercado, es muy triste, no podemos dejarlo morir, una empresa está abonando para que siga internado, pero no ha recibido visita de ninguna persona.  Oír eso entristeció en gran manera a Mateo, como una persona puede ser ignorada u olvidada, es imposible que no tuviera a nadie. Mirando el cuerpo de Sergio suspira profundo para salir de la habitación. Aunque el  Dr. Paul le hablaba, Mateo solo pensaba en Sergio, sentía un gran pesar dentro suyo que no sabía explicar del por qué, solo quería de alguna forma aliviarlo.   - Disculpe Dr. quisiera saber… si habría un inconveniente en que pudiera hacerle compañía al paciente del ultimo salón, sería fuera de mis horarios. - Pum lo mira sorprendido y extrañado. - Por qué quieres hacerlo?? - Es que nadie merece ser olvidado, es muy triste estar en ese estado y que nadie se preocupara por ti. - La verdad no creo que haya inconveniente con eso, mientras no afecte con tu atención a los demás pacientes. Tendría que consultar con el decano. - No se preocupe, lo haré solo fuera de mi turno. * * * * * * * * * *  Mateo se encontraba en la oficina completando algunos datos en una agenda, que de pronto siente una inquietud dentro de él, llevando su mano sobre su pecho a la altura de su corazón, se pregunta.   - Por qué siento esto?? - Llevando la cabeza por detrás dejándola reposar por el respaldo de la silla suspira profundo, por qué de repente me siento triste?? Tal vez es solo por el cambio de ambiente.   Decide ponerse de pie y dar unos pasos dentro de la oficina, mirando el reloj nota que faltaba unos minutos para que terminara su turno, vuelve a tomar asiento terminando de escribir en la agenda.   Cuando llegó la hora se quita la chaqueta para retirarse, saliendo por la puerta, su corazón comienza a latir con fuerza, pero eso lejos de hacerlo sentir emocionado pareciera que su corazón estaba muy triste, girando para mirar hacia la última habitación, de sus ojos brotaba una pequeña línea de lágrimas, que lo hace caminar hasta ese lugar, abriendo lentamente la puerta se acerca a un lado de la cama donde se encontraba Sergio, sorprendentemente de este también brotaba lágrimas de sus ojos que rodando por el costado de su rostro caen humedeciendo su almohada, Mateo estira la mano para limpiar la línea que dejaba esas lagrimas que caían, sentía que de alguna forma su corazón se conectaba con la de Sergio, era la única explicación que podía tener de lo que le estaba sucediendo. Mirándolo tiernamente Mateo decide acercar su rostro cerca de la del paciente.    - Sergio, aquí estoy… no me iré. Era lo que podía decir, ni siquiera sabía la razón, pero tenía la necesidad de que supiera que estaba allí a su lado y que no lo dejaría sentirse solo.    Pronunciar estas palabras lo sorprende en gran manera, por qué le diría eso a una persona extraña, pero lo que más lo sorprendió fue ver que de los ojos de Sergio brotaban más lágrimas. Mateo sentía que su alma lloraba dentro suyo, nunca le había sucedido algo parecido, se sentía desconcertado, pero por otro lado, solo pensaba en cuidarlo, no lo dejaría, tenía que descubrir porque sentía un lazo con ese hombre a quien no conocía, no lo ha oído hablar, ni siquiera estaba seguro de si algún día vería su mirada.    - No sé quién eres Sergio, pero algo dentro de mí solo desea estar a tu lado, dejaré que sea mi corazón quien te hable, por alguna razón solo quiero cuidarte, y lo haré… no me iré de tu lado, espero que puedas despertar algún día, no creo que seas una mala persona, como para que nadie viniera a verte, pero desde hoy me tienes a mí, te haré compañía todos los días, por favor deja de llorar, que me entristece ver tus lágrimas. - Decía Mateo pasando suavemente sus dedos por el rostro de Sergio secando sus lágrimas. * * * * * * * * * * * Pasaban los días, Mateo luego de terminar su turno, pasaba a la sala de Sergio para hacerle compañía, en ocasiones le leía un libro o solo le conversaba, los primeros días cada vez que Mateo iba a verlo de los ojos de Sergio brotaban lagrimas que este con un pañuelo suavemente las limpiaba.   - Sabes, estuve investigando y dicen que las personas en tu estado pueden oír todo lo que sucede a su alrededor, me gustaría que eso fuera cierto, es por eso que luego de terminar de leerte esa novela, te leeré otros libros, para que cuando despiertes, puedas darme tu opinión, pero la condición sería que debes de pensar igual que yo, así que escúchame bien, te contaré mi vida y te diré como fue mi historia hasta cuando te conocí. - Cuando era niño vivía con mis padres y mi hermana menor Isa, solo éramos dos hermanos, en una ciudad no muy lejos de aquí, nuestra casa no era muy grande ni muy elegante, pero era acogedor, mientras iba a la primaria y secundaria hice muchos amigos, digamos que era el popular del colegio, claro no lo crees porque no puedes verme, pero soy muy guapo. Mi madre siempre decía que todos tenemos una misión en la vida, me hizo creer en todo lo que ella creía, siempre me decía que creyera en el destino, y así lo hice. Cuando iba a inscribirme para la universidad, lo pensé mucho, tenía muchas opciones, pero no podía decidirme cual seguir, recordé lo que me había dicho mi madre, entonces decidí dejar al destino que decidiera por mí, pero se lo pedí con un bono extra, quería encontrar a una persona a quien amar, no te burles!! Aunque soy muy guapo, nunca me había enamorado, cuando inicié la carrera de medicina, creí que conocería a alguien especial en esos años de estudios, pero no fue así, todos mis amigos  fueron teniendo sus parejas al par que iba pasando los años, pero yo seguía solo, llegué a pensar que no conocería jamás a alguien que me complementara, parece tonto no??, a mi edad creer en las almas gemelas, pero no sé si esa persona exista, cuando nos recibimos muchos viajaron a otras ciudades o países, pero yo decidí quedarme aquí, me contrataron en una pequeña clínica, donde estuve por dos años, y hace unos días atrás me transfirieron aquí, y te conocí, creo que todo esto, es bueno no?? De no ser así no nos hubiéramos conocido, solo espero que cuando despierte, podamos ser amigos.   Mateo le hablaba a Sergio como si este lo escuchara, en ocasiones se retiraba del hospital ya muy tarde porque las horas pasaban volando. Como vivía en un departamento a unas cuadras al hospital podía ir caminando hasta allí.
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