Una llamada repentina

2451 Words
Unos cuantos meses antes, por teléfono, el presidente llamaba a un ministro. - hola presidente, no sé si decirle que es muy temprano o muy tarde. ¿alguna emergencia? - ¿como va el plan de construcción pública? - bueno presidente, ya usted sabe que no tenemos empleados suficientes para eso que propone. Pero podríamos hablar de eso en la mañana, no le parece. - pensé que no era necesario decirle que avanzar en la política, hoy por hoy, requiere de obras publicas urgentes, y de la urgencia en sí misma. No podemos esperar porque se puede llegar a pensar que no hay urgencia. Sin urgencia la gente planifica . La ingeniería social da para eso Navarro tu lo sabes muy bien. Eso lo inventaron los capitalistas, no es culpa mía. Te puse ahí para que me dieras respuestas, no para que me hicieras más preguntas. A su edad Francisco Navarro no esperaba a nadie ni quería nada más que lograr anvicionados sueños sociales de su juventud, pero tenía serias dudas sobre tales sueños, o sus maneras. Porque a veces son los contenidos en sí que no funcionan, pero otras veces son las maneras, como esa de llamar a esa hora y esperar respuestas claras y estables. Se suponía que era pasión, pero él ya dudaba de que esa pasión resolviera algo, o mas bien nada. Como sea, tenía que dar respuestas por eso que llaman la mecánica del poder. Si fallas es porque no diste respuesta a tiempo. A veces la respuesta conecta con las soluciones, incluso a veces las soluciones aparecen con las respuestas, aunque uno no las haya programado. Era el principio fractal del lenguaje que había aprendido en sus andanzas de juventud con Patricio y otros amigos. - presidente, eso está en marcha, solo espero algunos empleados que necesitamos. - es un problema eso de los empleados ociosos hoy en día. Todos quieren mandar. Para cambiar las cosas hay que saber mandar. A veces eso implica saltarse algunas normas y principios. Se requieren jóvenes que trabajen con pasión. - hay muchos estudios sobre lo que le está pasando a la juventud. Deberíamos abrir un debate publico conscientizador sobre el tema. - Precisamente me refiero a cómo va el plan para resolver eso de una vez, no para discutir más. La juventud es una fuente de votantes que se renueva cada año. No podemos discriminarlos ni acusarlos con el discurso, hay que estimularlos. - Hay estrategias mediáticas para eso. Las estamos estudiando. Si se crean espacios para la discusión y el debate… El presidente lo interrumpió. - discutir es acusar. La juventud es alegre, y si se les proporciona la fuente de goce harán su trabajo eficiente. Si los pones a discutir dudan, y eso no nos interesa. Estamos a un año de las próximas elecciones. Navarro recordó cuando él mismo sentía eso y lo decía como una gran verdad. Discutir es acusar. Pero no siempre, al menos no después de ciertos momentos en que la duda es razonable. Aunque ese no era el interlocutor para ser franco una madrugada, sentado en la cama, con su mujer dormida a un lado, y las cosas que le recordaban su integridad, siguió argumentando en función de su opinión personal. - Bueno presidente, ahora que lo menciona, ese es el problema. Trabajan duro pero al final todo queda en una fiesta. La juventud de ahora no logra sistematizar el conocimiento. Recuerde el plan que comenzamos, aquel en el que íbamos a pagar la asesoría de profesionales de otros países como intercambio cultural. Quizá podamos cambiar el tono de la juventud interviniendo su realidad con otras influencias. - Ese plan no funcionó, los empleados de otros países o se fueron o se transformaron en estúpidos o se convirtieron a la oposición. Hay que sacar a la gente de la droga y ponerlos a trabajar. Esa es la clave del asunto, el reciclaje de lo malo. Convertir en bueno lo podrido. Tú mismo lo dijiste. El ministro pensó en varias cosas. En la incoherencia de hablar sobre la droga como algo malo cuando la más peligrosa se vende en las farmacias. Le pareció que ver la alegría de los jóvenes como una forma de estímulo para el trabajo era una trampa. ¡Como podía caber tal contradicción! La alegría lleva a los jóvenes a la drogas. Luego el trabajo se las financia. La política transnacional mantenía esa dinámica entre alegría y trabajo, ellos iban a imitarla. Los jóvenes no parecen querer pensar, sino solo que les digan quien va a ganar para inscribirse en el goce más seguro. Pero, quien sabe si es una de esas contradicciones que suelen funcionar. Después de todo, según los ideólogos del proyecto que impulsaba decían, la realidad tiene una naturaleza paradójica. Consolado con este argumento, se dibujaba una vaga esperanza de encontrar salida más adelante. Luchar contra las transnacionales imitandolas. Respondió en el sentido de mantener su trabajo. - Sí presidente, lo recuerdo. Tengo serias conversaciones para lograr un cuerpo de trabajadores con técnicos especializados en la conducta. - ¿psicólogos o psiquiatras? Recuerda que ese psicoanálisis es muy lento y rebuscado. Tu mismo me lo dijiste. Él había dicho algo muy distinto. No sabia si corregir al presidente. Ya conocía las consecuencias de salir por la puerta de atrás de un ministerio, y corregir al presidente cuando estaba seguro de algo era un comienzo de salida. La desaparición del ministro de cultura, primero del plano político al dimitir, y luego de todos los planos en un extraño accidente automovilistico, era un signo claro de las consecuencias de mantener una posición ante el presidente. Lo mejor era admitir que uno dijo algo, para tener claridad de qué él lo estuviera diciendo también. Se necesitaron innumerables elecciones para crear la imagen de plena democracia. La derecha acecha, hay que mostrar al mundo eficiencia en los números. No obstante todo eso, a su edad pasados los 65 años, le parecía pertinente mantener por una vez una posición estable ante la oportunidad de un proyecto, nada seguro, pero inteligente. Así que jugó rápidamente su mano de palabras, como si fueran cartas. - Los psicoanalistas son algo más que psicólogos desde que estudian el lenguaje, presidente. La asesoría de esa gente de Rusia, en realidad acarrea muchas contradicciones, son pavlovianos. Yo de verdad creo más en el plan de asesoría y formación inicial del proyecto “un nuevo ser” para estimular la solución de problemas en la diversidad. - mira Navarro, no estamos para contemplaciones éticas. Tu mismo me dijistes que las contradicciones se van resolviendo solas. Yo admiro tu preparación, por eso eres ministro se planificación. Pero nuestro proyecto es social, hay que atender las necesidades de la mayoría de la gente. No queda de otra. - Claro que sí presidente, estamos claros en eso. - Sabes en qué proyecto estamos. Y también sabes que no nos van a permitir juego político si nos dejamos ganar. No es cierto que podemos atrincherarnos políticamente si perdemos. Nos van a matar a todos si llegan al poder. Necesitamos obras públicas y muchos trabajadores más concentrados. Recuerda los libros de marcismo que me hiciste leer cuando era carajito. Es más, no tienes ni que decirme presidente, somos camaradas. Secretamente Francisco pensó que llamarlo presidente le permitía una distancia desde la cual costaba menos mentir. Se tapaba la gestualidad. Por eso, al ser invitado a reducir esa distancia que se hacía con la repetición subsecuente de la palabra “presidente", lo que salió de sus labios era técnicamente concertador y psicológicamente sumiso. Podía aprovechar la referencia a otros tiempos en que había una relación invertida de la autoridad: - Claro Gustavo, ahora eres presidente, no se debe olvidar eso, pero aquí necesitamos discutir otras posibilidades, quizá la producción se aceleró un tiempo en el mundo. Ya ese no es el problema. El problema es la distribución de lo producido porque no depende solo de obras públicas. Ese no sería el problema ahora. La cuestión con la construcción pública es más de consciencia que de ejecutar ordenes. La gente acapara para sentirse segura, de ahí viene el patrón de conducta acumulador, de la necesidad de certidumbre. Tocaría estudiar qué produce tanta inseguridad. - Sin obras públicas no hay p********a política efectiva, y ya sabes que hoy por hoy las vayas publicitarias no convencen a nadie, aunque nosotros las usamos. Nos transmiten seguridad, solo apoyan. Eso es lo que sé de la inseguridad, que ya la gente no cree en vayas publicitarias. Todo eso me lo has dicho tú mismo. Incluso las redes confunden mensajes que solo resuelve un puente, un gran edifico, un tren o un satélite. Parece que el exceso de información en las redes aturde en lugar de formar. La incertidumbre es no tener garantías sociales, no saber si comerás. Si ves la construcción de grandes obras puedes tener seguridad. Eso es lo que sé de la inseguridad y de cómo se cura. Con monumentos El ministro recordó clases sobre la modernidad y los problemas del progreso industrial. Pero había que concertar. - Por eso creo que un plan de formación pública con mucha presencia en las redes podría ser mucho más efectivo a mediano y largo plazo. - No te distraigas con el mediano y largo plazo. Las obras públicas son como los monumentos de los egipcios. Te acuerdas de eso? En política, lo urgente sí mata lo importante. Y vaya que Francisco Navarro se acordaba de aquella conferencia que hicieron, cuando Gustavo aún no era ni candidato y él era un profesor universitario, reuniéndose con amigos soñadores. - Si presidente los egipcios fueron la primera gran cultura inespugnable y duradera gracias a sus construcciones. De hecho, Francisco yo te estaba llamando precisamente porque necesito material para el discurso de mañana, y recordé que la crítica que tú haces de Marx es precisamente esa. Entre somnoliento y asustado navarro dudó de sus propias palabras, o de las que dijo en su juventud. Hizo un esfuerzo f*****o para recordarlas y disfrazar otras palabras que invadían constantemente su reflexión presente, mucho más madurada. - Si ya, lo del comunismo primitivo y la esclavitud del pueblo de Sión. Que en egipto se levantó una identidad gracias a construcciones que atraían la atención de la gente. Recuerdo eso. - Eso fue hace tiempo Navarro, ¿que más me dijiste hace poquito por unos descubrimientos recientes? - Que no fue exactamente así. En realidad ahí aplicó un contrato social. Que no hubo tal emancipación del pueblo de Sión sino más bien negociaciones. Los sionistas se educan entre si con un imaginario ancestral de esclavitud por una cultura de la venganza. Por eso le digo, presidente, camarada, que necesitamos formar, para que haya negociación con gente que tenga herramientas para que la consciencia sea dinámica... - Los largos plazos servirán para otras negociaciones. Esto es el corto plazo. Recuerda que me dijiste algo más que eso cuando estabas hablando de la generación de cristal. - Los llaman así por las redes, pero son milenials. Técnicamente adictos a la información y a los aparatos en el mejor de los casos. Su sensibilidad puede deberse a un cambio evolutivo que hay que leer con cuidado. - Los egipcios manejaban a su población con sustancias, eso fue lo que me dijiste. No hubieran construido pirámides si la población no tenía cómo satisfacerse rápidamente. Hubieran habido revoluciones y problemas que entorpecían todo el proceso. Tu me dijiste que el goce es la mejor forma de control social. Asociar el trabajo con el goce, emprender para crear ilusión de control y libertad es la mejor forma de resolver gasto público. Empleados pendientes de hacerse el dinero por sí mismos es menos prestaciones y garantias sociale. Eso hace el capitalismo. Nosotros en cambio pagamos, solo necesitamos obras y elecciones - Pero ese es el problema aquí, ese plan no funcionó. En eso consistió el proyecto postmoderno, varias generaciones quedaron atrapadas en su hedonismo. En realidad el trabajo lo termina haciendo alguien usufructuado casi siempre. Eso solo sirve para los jefes, la clase de vanguardia. - Navarro, Navarro. No te pongas obtuso, hay que hacer política y hay que hacerla ahora. Tú me dijiste que ya no pueden haber recetas sociales de izquierda, que el poder es el poder. Sabiendo que estaba en el umbral del naufragio, el ministro insistió un poco más protegiéndose con conocimientos. - Las grandes obras como las pirámides aglutinaban a la gente sin necesidad de discurso. Eso es cierto camarada. Llamaban la atención de las culturas nómadas. Todos se sumaban al esfuerzo común de construir una ciudad a partir de monunentos. Sólo con ver aquello magestuoso que el hombre había creado se concentraban las masas para trabajar. Pero lo que resolvía las necesidades espirituales era la expresión pública, los petroglifos, lo que hacen los artistas. Los dibujos de aquellos tiempos eran como el cine. El canto mítico arcano que cohesiona una cultura se veía por primera vez pintado en grandes paredes construidas por el hombre. O digamos que por la gente. La palabra gente es la mejor forma de englobar géneros. Recuerde eso en el discurso de mañana. Y que la expresión de artistas proporciona más identidad que las infraestructuras. Una leve pausa y un cambio en el tono de voz del presidente anunció rápidamente lo que le quedaba al ministro después de tal intervención. - De ese canto mítico me encargo yo, mi hermano. Los artistas solo tienen que apoyarme a mí en las elecciones. Nada de historias complicadas. Así como esas pirámides, hay que construir obras públicas de envergadura y luego bastará con muchos programas apoyando lo que yo diga. Quien sabe si poner televisores en todas partes sea como poner jeroglíficos en las pirámides. Navarro lo corrigió, pero sutilmente. Solo le quedaba su imagen de tener muchos conocimientos, que en realidad venían de un equipo más culto que él. - jeroglífico son los que se hacen en el suelo. Pintar las pirámides es un arte de la piedra, por eso se le dice petroglifo. Ojo con eso mañana en el discurso en homenaje a la fundación de la república. - Seguro hermanaso. Tendré en cuenta ese dato. Pero no olvides proyectar ese plan de transformación social de forma práctica, no mitológica. - Si, presidente - respondió Navarro con un tono muy distinto al que había tenido toda la conversación. A esas alturas sabía la importancia del tono para pasar de asesor a súbdito sin introducción. Al parecer ya nada volvería a ser como antes, lo mejor era darse cuenta a tiempo. - estudiaré ese discurso que va a hacer mañana presidente, para estructurar coordenadas. - espero resultados y cifras estables Francisco. Con paso firme venceremos.
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