CAPÍTULO 3
2 semanas después…
Era sábado, por fin, mayormente los sábados me quedo a ver televisión todo el día, pero hoy fue diferente, tocaron la puerta y me lleve la sorpresa, quien estaba ahí era Evan.
Evan: ¿Quieres ir a algún lado?_ Note el semblante triste y sus ojos hinchados
Luna: ammm…. Yo _ Antes de que pudiera terminar me interrumpió
Evan: Entiendo si no quieres ir _ lo dijo con un tono triste
En estas pocas semanas, él me ha estado invitando a salir, en ese momento no quería despreciarlo así que acepte.
Luna: si voy a ir… espera un rato me voy a ir a cambiar.
Evan: Te tardaste _ pude ver lo sarcástico
Luna: no podía ir con pijama _ lo dije con tono burlón
Evan: Yo creo que te ves bien con todo
En ese instante me sonroje no entendía que me estaba pasando.
Evan: ¿Nos vamos?
Luna: ok
Nos fuimos a un parque algo escondido, nos sentamos cerca de un árbol, estaba a punto de decirle algo, pero me interrumpió.
Evan: Este de ahora en adelante es nuestro lugar
Luna: ¿A qué te refieres?
Evan: Nuestro lugar, nadie te ha dicho que eres muy bonita, aparte de lo olvidadiza que eres_ antes de que pudiera decir otra palabra, lo interrumpí.
Luna: ¿Por qué estabas llorando?
Evan: ¿Cómo lo sabes?
Luna: Note tus ojos hinchados
Evan: Sabes, siempre me culpo por la muerte de mi madre
Luna: ¿Qué le paso?
Evan: Un día estaba lloviendo muy fuerte, y mi madre estaba conduciendo por la carretera conmigo, hasta que yo la empeze a distraer mientras manejaba, tan solo tenía 7 años, mi mamá no se dio cuenta que había un carro en sentido contrario y choco, ella no pudo sobrevivir, mi padre siempre me culpa por su muerte, yo creo que tiene razón, desde ese entonces mi padre se volvió alcohólico.
Vi como una lágrima recorría su mejilla, viéndolo ante mis ojos, como sufría.
Evan: Prométeme algo _ En ese instante nos abrazamos.
Evan: No te alejes de mí, nunca te vayas.
Luna: ok, lo prometo
No entendía sus cambios de humor tan repentinos, a pesar de ser tan arrogante y molesto, conmigo era diferente, ya habían pasado dos semanas y media, desde que nos conocimos, conmigo era tan débil y frágil, me encantan sus ojos color cielo brillantes, prácticamente me encanta todo de él.
No pudo contenerse y solo atino a besarme, era como una electricidad que recorría todo mi cuerpo, solo atine a decirle:
Luna: Yo siempre estaré para ti
Evan: gracias
Luna: se está haciendo tarde
Evan: ok, vámonos
Al día siguiente:
Me quede pensando en lo que había ocurrido.
Muchas preguntas pasaban por mi cabeza
No entendía, porque su papá lo culpaba de la muerte de su mamá si tan solo era un niño.