La casa del zodiaco

1: Gato en adopción.

Tauro se levanta con una hambre del demonio.

Menos mal anoche escondió en el fondo del refrigerador una rebanada de pastel de zanahoria. 

Se pone algo de ropa rápido y sale de su habitación. Baja las escaleras para entrar a la cocina, pero se queda parado en medio de ésta cuando ve a Cáncer devorado la rebanada de pastel que le ganó anoche a Escorpio jugando jenga.

—Ese...es mi pastel—lo señala.

—¿Era tuyo?—pregunta sorprendido y estira el plato con migajas hacia el rubio—. ¡Ten, lo siento no sabía!

—Está bien—forza una sonrisa—. No hay problema. 

—Tu mirada dice lo contrario—dice Cáncer haciendo un gesto de incomodidad.

Antes de que el toro pueda decir algo entran Géminis y Sagitario,siempre andan juntos y son un desastre.

—¿Hay pastel de tres leches aún? ¡Quiero pastel!—grita Géminis mientras camina al refrigerador.

Entra Capricornio al parecer listo para ir al trabajo, su vestimenta es impecable, como siempre. Él se acerca al refrigerador haciendo a un lado a la pequeña Géminis quién lo mira mal.

—Deberías desayunar comida saludable, nada de dul-

—Si, si mami—dice Géminis interrumpiendo a Capricornio quién rueda los ojos.

—¿Géminis me puedes servir también?—pregunta Sagitario ya sentado en el comedor.

—Nop—responde ella rápidamente.

—Eres tan linda—sonríe sarcástico.

—Lo sé, soy un amor—aparta la vista del refrigerador y le guiña el ojo.

Ella saca el pastel de tres leches del refrigerador y lo pone en la barra mientras Sagitario va por los platos y los cubiertos.

Tauro se sienta en la barra resignado a comer pastel de ese y Sagitario pone un plato frente a él. Géminis les sirve un pedazo y comienzan a comer mientras Cáncer termina con lo que había en el plato recibiendo miradas asesinas del toro.

Se escuchan unos gritos de chica y enseguida esos gritos bajan hasta la sala.

—¡Te he dicho que no tomes mis cosas sin permiso, Piscis!—reniega Aries.

—Tranquila mujer—ahora habla la relajada voz de Piscis—, es que tu gusto en perfumes es muy bueno.

—¿Lo crees así?—ella parece alagada.

—Claro, tienes gustos exquisitos. 

—Lo sé, bueno, solo por está vez te lo paso, pero si quieres usar mis cosas de nuevo pídelas primero, ¿de acuerdo?

—Claro que si, lo lamento mucho, no pasará de nuevo. 

No lo lamenta y claro que volverá a pasar.

—¡Ya Sagitario!—chilla Géminis entre risas mientras el castaño juega con el betún del pastel haciendo figuritas.

—Qué desagradable eres—se queja Capricornio viéndolos asqueado.

Sagitario y Géminis lo miran mal.

—Más desagradable es tener que ver tu cara todos las mañanas—salta Géminis a defender a Sagitario.

—Eres una mocosa tonta y testaruda— gruñe.

—¡Tu eres aburrido y morirás solo porque ningún gato querrá estar contigo! 

—¡Ya basta ustedes dos!—grita el rubio ya harto—. Quiero desayunar en silencio.

—Viven doce personas en esta casa— Cancer sonríe burlón—. Eso jamás sucederá. 

— ¡La cabra comenzó!—Géminis lo señala.

—Tranquila Gem, es que se preocupa por ti—suspira Sagitario—. Puedo oler el amor.

—¿Amor?— Capricornio ríe amargo—. Jamás sentiría amor por ella.

—¡Púdrete cabra loca!—grita la castaña enseñándole el dedo de enmedio.

—Que madura.

Géminis parece echar humo y sale furiosa de la cocina con el centauro detrás de ella.

Capricornio suelta una risita, saca del refrigerador un jugo de naranja y se sienta con Cáncer y Tauro en la barra.

—¿Trabajas hoy?—le pregunta Cáncer al de gafas.

— Si, trabajo horas extra.

—¡TAURO!—lo llama una dulce voz.

—Libra—le sonríe girándose hacia ella.

La morena se recarga en la barra y sonríe.

—Hola chicos—saluda a los demás—. ¿Cómo me veo?

—Muy linda— dice Cáncer levantando su pulgar.

—Yo te veo igual que siempre— Capricornio habla dándole un sorbo a su jugo. 

—Siempre tan amable Capri— la chica hace un gesto.

—¿Vas a algún lado?—le pregunta Tauro al verla con ropas para salir.

—Venía a invitarlos a...no sé, un parque, la plaza, al centro a dónde quieran. Nos queda un mes de vacaciones y no hemos hecho nada—hace un puchero. 

Los chicos intercambian miradas.

—Claro, ¿porqué no vamos por un helado con Don Casiano?—propone Cáncer.

—Yo estoy de acuerdo con lo que sea—Tauro se encoge de hombros.

—¡Si! ¡Me encantan los helados de ese lugar!—ella da un pequeño salto.

—¿Alguien dijo helado?—aparece Sagitario entrando a la cocina de nuevo—. ¡Quiero ir!

—Si, claro que puedes venir—ríe Libra.

—¿En serio?—sonríe en grande—. ¡Géminis! ¡Ponte un sostén que vamos a ir al parque por un helado de Don Casiano!—grita el chico recargado en la puerta de la cocina.

—¡No tienes que gritar que no traigo sostén, imbécil!... ¡Yei, helado!— entra ella arrastrando a Piscis del brazo.

—Yo también quiero ir—se apunta Piscis. 

—¿Tu no quieres ir Capri...¿A dónde se fue?—voltean a todos lados pero ya no hay rastros de Capricornio.

—¡Vamos!—aparece Escorpio de la nada aún en pijama y despeinado.

—¡Genial! ¡Parece que la pasaremos bien hoy!—Libra aplaude emocionada.

[En el parque]

—¡Un Bocho amarillo!—Sagitario golpea a Escorpio en el brazo.

—¡¿Cómo te atreves?!—gruñe Escorpio y se echa encima de Sagitario.

—¡Ya basta!—grita Géminis agarrando a Sagitario y Cáncer a Escorpio.

—¡Oh un gatito!—dice Piscis corriendo detrás del animal.

—Es... un lindo día ¿no?—Tauro rompe el hielo entre Libra y él ya que nunca habían estado los dos solos.

—Si... ¿Quieres ir por una salchicha?

—Vamos—dice algo incómodo y se levantan de la banca para caminar a los puestos de comida.

...

Mientras tanto Piscis sigue al lindo gato hasta detrás de unos arbustos dónde hay una caja de cartón con cinco adorables gatitos. 

—¡Me voy a morir de tanta ternura!— chilla y agarra la caja con todos los bebes—. ¿Están aquí abandonados?

Cierra la caja y voltea a todos lados para que nadie la vea. Sale de ahí y camina hasta donde están Cáncer y Escorpio platicando. 

—¡Chicos!—ambos voltean a verla.

—¿Qué traes ahí? ¿Te robaste algo?—le pregunta Escorpio echándole una mirada acusatoria.

—¡No! Son gatitos, estaban abandonados—dice tristemente—. ¿Nos los podemos qu-

—No, tu sabes que Virgo es alérgico a los gato—le recuerda Cáncer. 

—¿Entonces? ¡No puedo dejarlos ahí!— protesta.

Llegan Géminis y Sagitario con los demás comiendo unos hotdogs.

—¿Qué pasa?—pregunta Sagitario con toda la boca llena.

—Piscis encontró una caja de gati-

Géminis le lanza su hotdog a Sagitario quién apenas lo alcanza a agarrar.

—¡Gatitos!—chilla y se los arranca de las manos a la rubia—. ¡Los quiero! ¡Los quiero a todos! ¡Son mios! ¡Yo los vi primero!

—No podemos porque Virgo es alérgico—le dice Escorpio tratando de quitárselos pero la castaña le lanza una mordida.

—¿Y? ¡Nos deshacemos de Virgo!

—¡Tengo una idea!—habla Cáncer—. Ahora que estamos en el parque ¿Porqué no los damos en adopción?

Los chicos intercambian miradas y asienten.

—¡Es una buena idea!—sonríe.

—¡No! ¡Son míos perras! ¡Sobre mí putrefacto c*****r me vas a quitar a mis bebés!—grita Géminis apretando la caja contra su cuerpo.

—Mira Gem—se acerca a ella Sagitario con su hotdog en la mano—. Te cambio esa caja por este rico hotdog. 

Escorpio se pega en la cara con la mano.

—¡No! ¡Aléjate! ¡Quieres quitarme a mis bebés!—sale corriendo—. ¡Me quiere quitar a mis bebés!

Sagitario y el resto de los chicos salen detrás de ella.

Después de recibir varias mordidas, patadas y golpes los chicos logran quitarle a Géminis los gatitos. Los signos se ponen en medio del parque cercas de la fuente de agua a regalarlos.

—¡Lleve a su gatito! ¡Llévele, llévele!— grita Sagitario ahuecando sus manos alrededor de sus labios.

—¡Gatitos en adopción!—grita Tauro sostenido a un gatito gris en sus manos—. ¡Gatitos en adopción!

—Vamos señor adopte un gato— le insiste Escorpio a un anciano que va pasando frente a la fuente.

—¡Que no quiero un lagarto mesera, quiero una sopa!—reniega el anciano.

—¡Un Gato! ¡Viejo sordo!—grita Escorpio a punto de perder la poca paciencia con la que nació.

—¡A mi no me grites!—el anciano comienza a golpearlo con su bastón. 

—¡No! ¡Espere! ¡Viejo loco!—él trata de esquivar los golpes—. ¡Alguien llame a la policía!

Cáncer y Piscis dejan a los tres gatos que les quedan en la caja y van a quitarle de encima el anciano a Escorpio quién ya está tirando en el suelo.

—¡AUXILIO! ¡Me quieren robar!—comienza gritar el anciano.

—¿Qué? ¡No! Señor calmese por favor—dice Cancer tratando de quitarle el bastón al anciano.

—¡Sagitario ven a ayudarnos! ¡Gémi...!—Tauro mira a todos lados y no ve ni a Géminis ni a los gatos—. ¡GÉMINIS!

...

—Dejamos a los chicos solos—le dice Libra a Tauro algo preocupada y termina de pagar los hotdogs.

—Esté es el mejores hotdog que he probado en mi vida y créeme he probado muchos—habla Tauro quién parece tener un orgasmo por cada mordida.

—Tauro, dejamos a los chicos sólo—le repite alzando un poco más la voz.

—Tranquila, no pasa na-

—¡CHICOS!

Ambos voltean y ven a Géminis corriendo a su dirección como una loca, con una caja de cartón entre las manos y sudor bajando por su frente.

—¡No dejen que me atrapen!—pide ella agitada tratando de recuperar el aliento.

—¿Qué pasa?—Tauro la detiene del brazo—. ¿Qué te robaste Géminis?

—Ellos... es que los gatos... y el hotdog —dice entrecortada.

Libra esta apunto de decir algo hasta que escuchan a los demás chicos gritar.

—¡Corran!—les grita Escorpio corriendo a toda velocidad.

Antes de hacer un movimiento Tauro toma a Libra de la muñeca y la jala para comenzar a correr.

—¡¿Cómo se te ocurre amenazar al anciano con su mismo bastón Sagitario?!—le reprocha Escorpio. 

—¡Yo cómo iba a saber que habían dos policías en el puesto de tacos!

—¡Si los dos no mueven sus traseros los policías nos alcanzaran!—grita molesto Cáncer mientras echa unos vistazos para atrás. 

—No se preocupen mami Gem está aquí para ustedes—le murmura Géminis a la caja en un tono maternal.

De alguna manera los chicos consiguen llegar corriendo hasta la casa. 

Todos se dejan caer en el suelo exhaustos. Más Libra ya que sus zapatillas no son lo más cómodo para correr así que se las quita lanzándolas lejos.

—¿Estás bien Libra?—le pregunta Tauro sacándola de sus pensamientos.

—Si, estoy bien no te preocupes—le responde con una sonrisa.

Él sonríe aliviado.

—¡Géminis, los gatos!—le exige la firme voz de Escorpio. 

—¡Ya te dije que sobre mi putrefacto trasero te llevaras a mis bebés animal!

Hola! Bienvenido a mi primera historia en Dreame.