Mila avanzó hasta quedar cerca al escritorio de su madre, John caminó hasta quedar a unos cuantos pasos frente a ella, metiendo ambas manos en los bolsillos de su pantalón de etiqueta.
―Dime tus condiciones ―dijo ella. John le hizo una seña para que tomara asiento en el sillón individual. Luego él se sentó en el que estaba frente a ella, cruzando su pierna dejando su tobillo en la otra rodilla. Sus dedos se posaron en la barbilla.
―Tienes algo que me interesa ―dijo John. Mila arrugó el entrecejo, intrigada. Tenía un nudo en la garganta; no podía creer que estuviese negociando con John Harper. Ahora todo encajaba; si él estaba anteriormente en la hacienda, era por algo.
Ahora sabría por qué.
― ¿Qué es? ―preguntó Mila, cruzando su pierna y recargándose en el respaldo del sillón, dejando
