John se inclinó hacia ella y deslizó su lengua sobre la tela, hizo un movimiento de lengua sin dejar de mirar la reacción de Mila, estaba consumiéndose poco a poco al deseo, entonces no pudo aguantar más. Su mano se deslizó hacia el interior de sus muslos y encontró la humedad de ella, Mila lanzó su cabeza hacia atrás, estaba gimiendo, disfrutando el placer que John le estaba provocando, sus caderas comenzaron a moverse al ritmo de los dedos de él.
—Estoy… Estoy loco de deseo por ti, Mila. —entonces, Mila regresó su cabeza hacia el frente, rodeó del cuello a John y atrapó sus labios ferozmente, sus lenguas bailaron al ritmo del momento, las manos de él bajaron hasta deslizar la diminuta braga de encaje sin separarse del beso, Mila gimió, jadeó y deseó más. John cortó el beso, deslizando s
