Mila y John se despidieron de Jack; tenían que terminar de organizar los detalles de la mudanza durante el día y regresarían a la hacienda temprano por la mañana. A pesar de la invitación de la pareja, Jack optó por ir a su Penthouse. Sin embargo, en el último momento, decidió ir al club Rojo. En la recepción, buscó a Giselle, quien le informó que estaría ocupada, pero podría atenderlo en unos diez minutos. Jack se sentía ansioso; se pasó la mano por la barba, sintiendo la necesidad de afeitarse para despejar su mente de los pensamientos sobre Mila. Debía recordarse a sí mismo que no era el tipo de persona que arruinaba matrimonios, por más complicada que estuviera la situación. —¿Jack? ¿Vienes a solicitar tu membresía de nuevo? ¿O a invertir de nuevo en el club Rojo? —preguntó Ginger, ca

