John entró en la habitación de Mila, se le estrujó el corazón al verla acostada sin almohada, solo con su collarín, ambas manos a su costado. Cerró la puerta detrás de él, buscó una silla para acercarse a ella, la encontró, en cuanto se sentó a su lado, su móvil vibró, cuando lo agarró, la pantalla anunció el nombre de su madre.
—Mierda. —canceló la llamada y le mandó un texto que estaba ocupado, que más tarde le regresaría la llamada, pero su madre contestó: “Estamos llegando al hospital, nos hemos enterado lo de Mila, usted y yo hablaremos, jovencito.” Negó John, no estaba de humor para ponerse a discutir con su familia, su prioridad en estos momentos era Mila.
Se acercó a Mila y la observó dormir en total silencio, todos los momentos desde que se habían conocido, los repasó, uno que o
