Stillhet ASSASSIN

Capítulo 19 - ¿Coincidencia?

Melker Bunderson. 

Camino hasta la puerta de cristal y me detengo antes de abrirla sin siquiera avisar, solo para molestar al dueño de la misma. Cuando ingreso su mirada clara me asesina y solo puedo sonreír con burla.

— Aren…

— Melker…— me saluda, mientras camino y me siento en el sofá desabrochando mi saco.

— Helheim estuvo aquí nuevamente sin el uniforme…— comento sin mirarlo ajustado los botones de los puños de mi saco.

Aren pone los ojos en blanco y bufa.

— ¿Qué, también es una especie de escuela y vienes hablar con el representante de un alumno descarriado? — sonrió cuando responde sin mirarme.

— No solo vengo a recordarte que las fallas de tus protegidos recaen en tus hombros y asumo que no quieres una amonestación de mi parte o Seren…— sus ojos finalmente se fijan en mí y sonrió ampliamente cuando veo resentimiento en su mirada.

— ¿Estas amenazándome?

— No, estoy comentándote que si lo vuelvo a ver aquí sin el maldito uniforme tendrás que lidiar con las consecuencias…— me pongo en pie y camino hasta el escritorio — controla a tu puta mascota y sus insolencias Aren, el que sea el mejor no le da poder en la organización es un peón más…— se echa hacia atrás y me observa serio.

— Si está consciente que si de querer hacerlo nos mataría a todos ¿no? — Comenta despreocupadamente — es mejor que tú, Seren y yo juntos Melker…— ríe negando con la cabeza — no es un simple peón si quisiera podría ser el rey…— en cuanto dice eso me tenso considerablemente.

— Cuida lo que dices Aren…— le advierto.

— ¿Por qué, te asusta que un simple peón te quite el puesto? — Se pone en pie y rodea la mesa sin dejar de sonreír — Tienes demasiado interés en conservar el puesto de Gamla…— acota deteniéndose frente a mí — un puesto que según tú, nunca te intereso…— ladea su rostro y achica sus ojos escrutándome con detenimiento — ¿Por qué? — rio.

— No lo quiero en las instalaciones sin el uniforme…— le espeto presionando mi índice sobre su pecho — y tendrás un par de cicatrices que agregar a tu lista…— con eso paso junto a él caminando hacia la puerta.

— Tu y Seren ocultan algo grande Bunderson…— comenta y me tenso de inmediato — y en cuanto se sepa caerás…— lo ignoro y salgo de la puta oficina con ansias de asesinarlo.

Camino hacia el otro extremo del edificio hacia mi oficina e ingreso dando un portazo, sobresaltando a Seren que me espera en uno de los sillones frente al escritorio con un folder abierto.

— ¿Mal humor? — la asesino con la mirada cero dispuesto a iniciar una conversación con ella ahora.

— Vete…— le espeto señalando la puerta.

Sus sensuales labios dibujan una sonrisa y se pone en pie con ese aire sensual que nunca la abandona, camina hacia mí y cada puto musculo de mi cuerpo se tensa en respuesta expectante. Cuando me alcanza sus manos rodean mi cuello y sonríe coqueta.

— Vete a la mierda Melker…— susurra sin dejar de sonreír — si tienes un jodido mal día no es mi culpa y no tienes por qué pagarlo conmigo, además tenemos trabajo que hacer y no pienso retrasarlo por uno de tus estúpidos arranques asesinos…— aclara y su sonrisa se amplia.

La observo serio y humedezco mis labios antes de responderle.

— Tienes dos segundos para soltarme…— sus ojos brillan llenos de desafío dispuesta a no soltarme.

Cuando no lo hace, con un rápido movimiento saco mi arma y la apunto con ella en el costado de su cuerpo. Su labio inferior se pierde dentro de su boca cuando sus dientes lo muerden.

— Melk estas jugado con fuego…— rio sin ganas y quito el seguro.

Ella eleva una de sus cejas y bufa exasperada liberándome, se gira de golpe haciendo que algunas hebras de su cabello golpeen mi mejilla. Mis ojos se desvían de inmediato a su apretado culo que está forrado en cuero. Camina hacia la silla toma los folder cerrándolos con brusquedad se gira y me asesina con la mirada.

— Iré a mi casa…— afirma haciendo énfasis en el mí y sonrió de lado.

— Como quieras Seren…— le doy la espalda y camino al escritorio.

— ¿Conociste a los gemelos? — pregunta de pronto y me detengo.

— Si…— respondo con simpleza.

— ¿Qué decidiste?

— Solo uno de ellos, el otro lo mate…— se gira con rapidez y me mira sorprendida.

— ¿Por qué? se veían débiles pero estaban sanos…

— No nos sirven débiles y solo uno de ellos soporto la revisión sin llorar…— me encojo de hombros.

— Si sigues matando gemelos creeré que tienes alguna clase de fetiche con ellos…— sonrió.

Y me siento sin responder.

— Cierra al salir...— una vez sale de la oficina dejándome solo, respiro profundo.

Los gemelos en la organización son algo poco común, de hecho los embarazos múltiples en Helheim son muy pocos y siempre que se tienen dos bebes es el doble de oportunidad, dos recursos por el valor de uno, los Gamlas anteriores a mi solían separarlos y entrenarlos sin que supiera que tienen un gemelo, pero cuando los gemelos nacieron hice todo lo posible para que estuvieran juntos, no tengo un vínculo con ellos, pero no dejan de ser mis hijos y el que se tengan el uno al otro de alguna forma les da ms probabilidades de sobrevivir en las misiones.

Digamos que son un par de ojos extras cuidando tu espalda. Cuando tome el puesto de Gamla, una de las primeras reglas que modifique fue la supervivencia de los gemelos. La única forma que ambos sobrevivan deben ser sanos y fuertes, son pocos los bebes que pasan un examen médico sin armar un escándalo pero también la mayoría son fácilmente calmados por los mismos médicos, ese gemelo no dejo de llorar nunca, razón por la que perdió la vida.

Cada bebe que nace que en la prisión es evaluado y llevado ante el Gamla para ser evaluado personalmente, si pasa la revisión con él, sobrevive sino el Gamla en persona se deshace de él. Cosa que hice con ese pequeño. El recuerdo de Valkiria siendo apenas una bebe asalta mi cabeza y respiro profundo cuando de inmediato mi cerebro evoca el día en que la matamos.

Cuando la encontramos en medio de toda esa destrucción casi morí de ansiedad al ver su estado. Ull debía advertirle al menos un minuto antes de segundo el plan de Seren, pero hacerle de ese modo pondría en evidencia lo que paso realmente. Su compañero e inteligencia artificial sería una de las primeras cosas que se investigarían de su muerte.

Pero altere el tiempo de respuesta y lo deje en tan solo segundos, para que fuera mucho más creible. No contaba con que mi hija demorara tanto en salir después de la muerte de su objetivo, como supe varios dias despues, se demoró admirando una pintura, por esa razón estuvo a punto de morir realmente.

Paso las manos por mi cabello y me dejo caer en el sillón sintiéndome extraño con los sentimientos aflorando en mi pecho. Abro el cajón de la derecha y saco el portarretrato donde aparecemos Seren, Valkiria y yo en nuestra última navidad. Sonrió al ver su expresión feliz y como nos abraza a ambos. Es extraño porque no había vivido cosas como las que viví con ella y no negare que fue ameno y lo disfrute, definitivamente ser assassin nos privaba de un montón de cosas.

Pero mi hija me las enseño y fue fabuloso mientras duro. Sacrifique mis propias vivencias para darle a ella una vida que valiera la pena. Una donde pudiera ser feliz, tener hijos y disfrutar de ellos, ya que si nosotros la tuvimos de a ratos sin dejar de lado todo su entrenamiento tuvimos esos maravillosos momentos no podía imaginar la cantidad de buenos momentos que podría tener.

Seren y yo queríamos una vida donde la sangre y la muerte no fueran el común denominante. Ambos conocíamos el significado de amar de una forma muy extraña, puedo decir que amo a esa mujer porque es como se le llama al sentimiento, pero el sentido del deber y todas las ideas con las que os educan y crecemos no, nos permiten sentir el amor como lo vive cualquier persona.

Seren y yo decidimos darle eso y por eso debimos asesinarla.

Kol Helheim.Ubicación: Centro de Berlín – Alemania.

Hora: 9:30 pm.

(Tres días después de encontrarse con Aren en las insta instalaciones de Stillhet)

— ¿Entonces, quién es? — pregunta Lurleen después de darle un trago a su cerveza.

— Nadie importante…— respondo sin mirarla.

— Oh claro que es importante sino lo fuera no habría dio con nosotros al Averno y tampoco habrías evitado que pasara la noche con ella — me interrumpe Haakon inclinándose hacia el frente.

Lurleen eleva sus cejas sorprendida y me ve con curiosidad, yo simplemente doy un trago a mi cerveza y los ignoro a ambos. Mientras me concentro en la comida delante de mí. Había pensado tener una ceba tranquila fuera de casa, pero mis ex colegas les dio por arrinconarme para saber más sobre Val.

— ¿Qué? — Suelta Lurleen mirando de uno al otro — ¿estás diciendo que le quitaste la oportunidad de follar a Haakon? — el aludido sonríe con malicia y se inclina hacia el frente mirándola divertido.

— Se alteró cuando le dije lo que le haría…— agrega jugando con la mente de Lurleen que cae tan fácilmente que me asquea.

— ¿Quién es? — repite cruzándose de brazos y rio suavemente mirando el gesto.

— Si no quieres saberlo ¿para qué preguntas? — ella me ve mal y se inclina al frente.

— Claro que quiero saber…

— Tus brazos cruzados dicen exactamente lo contrario, no quieres tener esta conversación Lurleen y yo tampoco así que déjenme en paz…— zanjo la conversación ganándome una mirada asesina de la pelirroja y otra de divertida de Haakon.

Está pasándola en grande, porque disfruta molestar a Lurleen asumo que nunca la había visto celosa, cosa que yo tampoco y que claramente me importa poco.

— Solo quiero saber quién es…— suelta frustrada, mientras corto otro trozo de carne y lo llevo a mi boca.

— ¿No tienen alguien a quien matar? — pregunto después de tragar algo fastidiado de sus presencias.

— ¿Hel? — una voz femenina que reconozco de inmediato me hace sonreír ligeramente y mirar sobre mi hombro.

Para mi sorpresa mi objetivo está justo detrás de nosotros, con el presunto novio ingeniero. Sus ojos rasgados me observan con curiosidad. Le dedico una mirada a Val antes de girarme y continuar comiendo. Lo que faltaba y esperaba.

— Eres tan insoportable…— suelta con exasperación y sonrió ignorándola.

— ¿Lo conoces cariño? — pregunta Egil y Haakon ríe.

— No, no para nada tu novia va por allí saludan extraños y llamándolos infierno por simple y grato placer…— Lurleen ríe negando con la cabeza y luego fijas sus ojos en los dos detrás de mí.

— Mosquita muerta…— saluda con cinismo y no tengo que girarme para saber que val esta asesinándola con la mirada.

— ¿Cariño? — pregunta Egil con curiosidad y ella responde con rapidez evadiendo.

— Vamos cariño…— responde pasando junto a nosotros.

Cuando elevo mis ojos el sujeto me mira con intensidad para luego mirar a Haakon y Lurleen de la misma forma antes de volver a verme con curiosidad.

— Vaya, vaya el destino tiene formas muy extrañas de mostrarse…— comenta Haakon mirándome con suspicacia.

— Así que te liaste con una mujer casada…— comenta Lurleen mirándome con reproche.

— Si, aja…— respondo exactamente lo que quiere escuchar mientras elevo mis ojos una vez más y encuentro la mesa donde la linda pareja se acomoda.

Val no deja de asesinarme con mirada y yo solo puedo sonreír. Es tan fácil molestarla y que termine actuando como pretendo que lo haga. Tomo mi cerveza y le doy un trago antes de dejar los cubiertos sobre el plato. Una mesera se acerca a nosotros retirando los platos.

— ¿Desea algo más? — sonrió y asiento.

— Postre por favor — Haakon ríe sin ganas y se pone en pie saca algunos billetes y los deja caer sobre la mesa.

— Yo me largo, tengo que tomar un vuelo en un par de horas…— sus ojos brillan con esa malicia desviándose de mi hacia los novios que conversan animadamente.

Pero los ojos de Val se desvían constantemente en mi dirección.

— ¿Te quedas? — Pregunta a Lurleen que no responde de inmediato mirándome — por supuesto que te quedas, debemos mear el infierno para asegurarnos que sigues siendo la diosa allí ¿no? — Lurleen lo asesina con la mirada y este ríe encogiéndose de hombros.

Rodea la mesa y toma su mentón con cierta rudeza para luego plantarle un duro beso en los labios antes de darme una palmada en el hombro y salir del restaurante bajo la atenta y asesina mirada de Lurleen.

— Idiota…— murmura y sonrió.

— Aquí tiene señor…— comenta la mesera dejando el menú de postres delante de mí.

Lo leo con rapidez y escojo cualquier cosa, solo hago tiempo para estar un poco más en el restaurante y poder ver la dinámica de la pareja que se encuentra un par de mesas más allá.

— ¿Es coincidencia o estás aquí porque ella vendría? — pregunta de pronto Lurleen.

— ¿Qué quieres Lurleen? — ignoro su pregunta y la enfrento deseando que termine con esto y se largue.

— Quiero saber que te traes con esa…— dice haciendo un gesto despectivo en dirección de Val.

— No tengo que darte explicaciones Lurleen así que deja de hacer el papel de mujer celosa, que primero no te queda, segundo no tienes razones para hacerlo, solo follo tu jodido culo porque quiero, no porque signifiques la gran cosa…— le aclaro tratando de cortar con esto de una vez y quitármela de encima.

Sus ojos me miran con intensidad y brillosos, sé que mis palabras causan algo similar a la pena en su interior pero es más el cabreo y el orgullo herido que otra cosa. No duda en ponerse de pie y asesinarme con la mirada.

— Esa no te dará nada de lo que puedas esperar…— rio y junto mis manos sobre la mesa.

— Esa es la cosa Lurleen, no espero nada ni de ella ni de ti ni de nadie…— humedezco mis labios y fijo mis ojos en mi objetivo que esta mirándome con intensidad — tengo lo que quiero cuando quiero y ninguna de las dos es algo que quiera…— los ojos de Val ya no están en mis ojos están en mis labios mientras hablo y eso llama mi atención.

¿Estás leyendo mis labios Val?

Sus ojos se desvían una vez más a mis ojos y frunce el ceño mirándome mal para luego regresar su atención a su novio que acaba de girarse para verme. El desconcierto pintando su expresión.

— Siempre creí que eras más inteligente…— comenta la pelirroja sacando más billetes y lanzándolos cerca de mi mesa.

— Coincidimos en algo, también creí que tú lo eras…— bufa exasperada y se va como un suspiro asesinándome no solo a mí con la mirada sino también a mi objetivo.

Después de un par de minutos dejan delante de mí una tarta de manzana que como con calma y tranquilidad, bajo las constantes miradas asesinas de mi objetivo. Cuando estoy por terminar de comerlo, me pongo en pie y la miro con una media sonrisa en los labios y le guiño un ojo mientras camino hacia un costado del restaurante hacia el área de los baños.

Val es demasiado curiosa y sé muy bien que entrara por esa puerta en cuestión de nada. Me acerco a los lavabos y me lavo las manos cuando a el ruido de la puerta al abrirse me hace sonreír. Acomodo mis manos sobre la encimera y espero que su reflejo aparezca en el espejo, cosa que ocurre segundos después.

En este instante me tomo el tiempo para detallarla. Lleva un vestido floreado que se ajusta delicadamente a sus curvas, el escote del frente deja una buena vista de sus pechos y una delicada cadena de plata cuelga de su cuello. Cuando nuestras miradas se encuentran en el espejo sonrió.

— ¿Qué haces aquí? — pregunta cruzando sus brazos haciendo que sus pechos realcen.

Vuelvo a reír, Val no se cansa de intentar llamar mi atención a costa de su cuerpo, uno muy bonito y sexy pero le falta tanto que simplemente es igual de llamativo que un lienzo sin pintar.

— ¿Cenar? — respondo girándome para verla.

Apoyo mi espalda al lavabo y sus ojos se deslizan por mi cuerpo mirándome con descaro. La dejo saciar sus ganas por contemplarme y cuando decide que ha tenido suficiente vuelve a verme a los ojos.

— No te creo…— suelta tajante y sonrió.

— ¿Por qué no lo harías? — ella pone los ojos en blanco y bufa.

— Mucha casualidad que estés en el mismo restaurante en que yo estaría…

— Pequeña descarada…— comento riendo — llegaste mucho después que yo, podría pensar que estas siguiéndome…— sus ojos se abren como plato y descruza sus brazos acercándose a mí acortando la distancia.

— No soy descarada y no estoy siguiéndote…— aclara y elevo una de mis cejas divertido.

Sus ojos se desvían hacia el gesto y de inmediato muerde su labio inferior.

— Además de cínica y mentirosa…— me inclino un poco hacia ella y su respiración se agita — otra virtud que agregar a la lista…— sus carnosos labios se abren para responder pero no dice nada aunque su mirada habla por ella.

A frustración y la curiosidad haciendo estragos en su interior.

— Eres un imbécil…— suelta exasperada y vuelvo a reír.

— Val, si te das cuenta que estas en el baño de caballeros, que has sido quien me ha seguido aquí dentro después de haberme dicho que no volverías a verme o algo así…— comento restándole importancia.

Sus ojos se abren como platos una vez más y sus manos se cierran en puños a los costados de su cuerpo y suelta un gruñido cargado de frustración antes de torcer sus ojos y girarse. Cuando da un paso hacia el frente rodeo su cintura con uno de mis brazos y el grito de sorpresa que sale de sus labios es el indicativo que esperaba.

Tiro de ella haciéndolo chocar contra mi pecho. Sus manos de inmediato se aferran a mi antebrazo y sus uñas se hunden con fuerza.

— ¿Q-que haces? — tartamudea y rio junto a su oído. Su piel erizándose de inmediato.

— Me aseguro que estás diciendo la verdad…— su rostro se gira unos milímetros en mi dirección y me ve sin comprender.

— ¿De qué hablas? — pregunta una vez más con nerviosismo.

Mientras yo simplemente me dedico a rosar su cuello con mi nariz.

— No volverás a molestar ¿verdad? — su cuerpo se tensa cuando mi mano libre empieza a subir por uno de sus brazos — aunque creo que seguirás regresando a mi…— dejo un beso sobre su cuello y la libero — ahora vuelve con tu novio puede preocuparse…— con eso paso detrás de ella y camino hacia la puerta sin volver a verla y regreso a mi mesa.

Donde termino de comer mi postre, a los pocos minutos pasa como un suspiro junto a mi mesa y se sienta abanicando su rostro, sus ojos se desvían hacia mí un solo instante antes de sonreírle ampliamente a su novio y asentir ante alguna cosa que él le ha dicho.

Rio suavemente mientras limpio mis labios y dejo la servilleta y el pago sobre la mesa, me pongo en mí y antes de girarme y salir la veo.

— Te veo a las 11 en mi casa…— susurro, sus ojos fijos en mis labios siguiendo el movimiento de los mismos.

Su ceño se frunce y vuelve a verme con intensidad, para luego girarme y salir de allí con la intensión de llevar mi plan al siguiente nivel, necesito saber quién es y porque el interés de Aren y como he estado manejando las cosas o me ha llevado a mucho.