La paz que habíamos conseguido sentir se transformo en temor una vez más, no hay manera de que podamos disfrutar de un solo dia juntos desde que ese imbécil ha comenzado su maléfico juego, y ya no sé si lo que busca es volvernos locos, o realmente tiene alguna intención de hacerle daño a mi esposa. Me la he pasado gran parte de la mañana haciendo llamadas por teléfono, primero a Santiago, luego al detective, y por último hasta la policía para intentar saber si alguien ha podido descubrir algo, y de todos, el único que no me contesto fue el detective Ferro, cosa que no sé muy bien como interpretar. En el caso de Santiago y la policía, obviamente tuve que ponerlos un poco al tanto acerca de lo que ocurrió anoche en el desfile para que entendiera los mensajes que recibí el día de hoy, y los

