El ruido de un fuerte portazo es mi señal para poder salir de esta oficina y así lo hago, pero al abrir la puerta, una gran llama aparece frente a mi impidiendo el paso. La desesperación por verme atrapado aquí me causa desesperación al punto que siento que no puedo respirar. Miro a mi alrededor y al percatarme de que hay una ventana, la intento abrir, pero algo pasa que no puedo hacerlo. La única opción que me queda es romperla… Busco con la mirada algún objeto que me pueda ayudar a romper el vidrio, y lo único que veo es un palo de golf —espero que funcione— digo a la nada mientras que lo agarro y con todas mis fuerzas golpeo el vidrio una y otra vez hasta que consigo que el vidrio se rompa y una vez que muevo los trozos de cristal a un lado, me asomo por la ventana, pero tirarme de un

