La cena la sirvieron en el Salón de la Paz. Allí está el gran comedor del palacio de gobierno. Me puse un vestido entallado, sugerente, beige, hasta la rodilla y me hice un moño con el pelo. Me puse un collar y pulsera y calcé zapatos blancos con taco 10, cerrado, para impresionar a Maúrtua. Llegué puntual a la hora que me citó y el edecán me hizo pasar. Me detuve en la puerta. Todo era alfombrado, con enormes candelabros y cuadros gigantes. La luz era amarillenta. Al rato salió Maúrtua, como siempre, acelerado, viniéndose de prisa hacia mí, muy efusivo, abriendo los brazos, sonriente. Llevaba una camisa blanca y un pantalón n***o, nada formal. Estaba bien peinado, sin embargo. -Hermosa. Muy hermosa, Sub oficial superior Benavides-, me dijo, besando mi mejilla. Tomó mi mano. -Siéntese p

