Matías estuvo dos días internado. Su acto heroico había sido resaltado en todos los medios periodísticos, sobre todo en la televisión. Logró salvar la vida del piloto del automóvil quien corría el riesgo de morir ahogado, y peleó con el fuerte oleaje varias horas, manteniendo a flote al sujeto, pese a la intensa marejada. Aunque tragó mucha agua y sentía su cuerpo desfallecer, el teniente no se rindió y continuó pataleando, desafiando al mar, con mucha entereza, varias largas e interminables horas hasta que pudieron ser rescatados por la unidad de salvataje y los efectivos de emergencias. Cuando al fin hubo permiso para poder visitarlo en el hospital donde seguía internado, le llevé a Matías chocolates y la chalina que siempre anhelaba pero que no podía comprarla por los avatares del serv

