La gente baila al ritmo de la música bajo el escenario en la noche, cubierta por las estrellas , los cuerpos chocan entre sí, se acarician unos contra otros, bañados en sudor, de un éxtasis erotico y candente, ha pasado el tiempo, Erol y soledad acarician sus cuerpos como si la vida dependiera de que no pudieran estar cada vez más cerca, fundidos en un abrazo y besos todo el tiempo. Me siento culpable porque yo les puse en esta situación. Me la he pasado en grande. Es medianoche en las playas de Miami y todos festejan el fin de una guerra que bajo sus ojos está escondida, ellos no saben o prefieren vivir en la ignorancia. Carin y yo hemos competido contra parejas bailando sexidance y sobre todo riéndonos y celebrando a lo grande cuando vencemos cada vez que aparece alguien para retarnos.

