CAPITULO 1

1587 Words
En Transilvania desde que el rey se casó con su amada esposa cambio mucho la manera de ser tratados los humanos en especial, los padres de Martha regían el lado norte del reino con mano dura, pero a la vez benevolentes, cuidaban de las personas sean humanas y vampiros Alexander por pedido de Martha trataba de hacer un pacto con los Licántropos y los trolls pero estaba muy difícil pues su padre Vlad había sido con ellos muy cruel y ellos no olvidaban eso fácilmente, siempre entraban al reino a robar o a matar Anthony se casó con Vania y eran padres de un hermoso vampiro de ojos verdes al que pusieron de nombre Valer, en cambio los gemelos Dominik y Alex ambos compartían una marca de nacimiento que consistía en un dragón, uno lo portaba en el hombro derecho y el otro lo portaba en el hombro izquierdo Desde su nacimiento causaron estragos en la familia pues todos se peleaban por cuidarlos y el que más estaba presente en la vida de los gemelos era su abuelo Vlad que los amaba entrañablemente, su tía Laila seguía soltera porque ella no quería cambiar su forma de ser imponente, gruñona y mal carácter, dos novios no soportaron ni siquiera un mes a su lado por lo cual su hermano el rey se burlaba de ella constantemente —Cambia ese genio gruñona no vas a casarte nunca, yo cambié y mira estoy casado con la mujer más bella del mundo y que además me comprende y me adora Laila lo miró con el entrecejo casi cerrado y le replicó —Deja de molestar Alexander o debería decir Drácula el rey que tortura, el rey que mata sin contemplaciones, el rey que no escucha a nadie, al que solo le importa que lo obedezcan o si no no vive para contarlo Alexander se quedó boca abierta escuchando a su hermana expresarse de Él en esa forma y raudo le replicó —Ya no soy así Laila, desde que conocí a Martha he cambiado por eso te pido que cambies tú, para que encuentres un buen amor y seas feliz Su padre que os estaba escuchando tras la puerta la abrió y mirando a su hija hablo con serenidad —Hija de mi corazón siempre he estado orgulloso de esa forma de ser tuya, pero ahora te pido con todo mi amor de padre, trata de cambiar un poco, quiero verte feliz como lo es Alexander, además quiero nietos de parte tuya también, pero concebidos con amor, por favor Laila ama alguna vez, ama para que seas muy feliz Ella escuchaba a su padre sin querer creerlo pues siempre le había enseñado a ser muy cruel, egoísta a hacer que se cumplan sus deseos malévolos en primera instancia y ahora le rogaba o mejor dicho le suplicaba que cambie, eso le saco de sus casillas pues le contesto con un gesto endurecido —Lo siento padre, pero soy feliz así y no voy a cambiar por nada ni nadie así que adiós Y se desapareció en una estela verdinegra dejando a los hombres de su familia solo observándose y tristes mirándose entre si hasta que Alexander musitó —Papá por favor, no le vuelvas a pedir nada de esto a mi hermana, creo que llegará el día en que ella de verdad encuentre al verdadero amor y ella sola cambie su manera de ser Vlad resoplo su amargura porque le gusto mucho ver a su hijo feliz con su esposa y ahora deseaba que su otra hija experimentara lo mismo, pero por lo visto ella es más reacia que su hermano y eso lo afligía, se despidió de su hijo y se fue Mientras tanto Laila había regresado a su castillo de la furia que llevaba encima llego hasta los portones de su castillo en la parte de afuera, camino de lado a lado rumiando su rabia. Los guardias solo vieron una sombra que se desplazaba de lado a lado y salieron para ver quién era el visitante misterioso que se había atrevido a acercarse Al abrir las puertas enormes se acercaron con sus armas para amedrentar al atrevido y gritaron —Alto ahí ¿quién eres y qué haces aquí? Ella salió a la luz de la luna para gritarles muy enojada —¡Soy yo estúpidos!, acaso no reconocen a su dueña, largo de aquí si es que no quieren morir en este instante, ¡largo! Los soldados al mirarla y escucharla desaparecieron en ese preciso instante dejando los portones abiertos para que ella entrara, pero Laila seguía muy enojada caminando de aquí para allá, hasta que se cansó de hacerlo y entro, subió las escaleras hasta llegar a su sala donde se sentó en uno de sus sofás Miraba a ratos la pintura donde estaban sus padres, ella sabía que su padre se casó por amor, ahora lo había hecho su hermano a quien ella consideraba un hombre más cruel que ella y, sin embargo, encontró el amor y ahora Él es muy feliz Caviló mucho tiempo entonces muy dentro de sí le dio la razón a su padre y hermano en sus palabras, se sintió muy sola y vacía, se recostó para observar el techo de su castillo mirando las estrellas y paso una estrella fugaz donde ella habló pidiendo con intenso fervor —Oh estrella fugaz ojalá encontrara al hombre ideal para mí, que me entienda y me ame En otro lugar en otro país estaba un hombre hermoso, fornido de rostro bello y ojos azules que también observó el paso de la estrella fugaz y replicó también con gran ansiedad y deseo —Oh estrellita cúmpleme mi deseo quiero amar a una mujer que se merezca mi amor, quiero amarla para toda la vida, pero que también me ame a pesar de… mi condición Erick Volkov se llamaba aquél hombre que deseaba tanto el amor, este era un CEO un empresario muy exitoso y prominente dueño de empresas dedicadas a la tecnología con sucursales por todo el mundo, lo único malo que Él tenía era su mal genio, un gruñón inaguantable con mala actitud para resolver problemas pues le gustaba que todos acataran sus órdenes sin réplica alguna o los despedía o los desaparecía Además, era justo de una r**a a la cual los vampiros odiaban y Él era el rey de estos pues era el Alfa de los Alfas el rey de toda la r**a de los Lycans, muchas mujeres lo perseguían se entregaban a Él tratando de conquistarlo, pero ninguna le llamaba la atención para Erick ninguna llenaba sus expectativas, solo eran unas interesadas en el poder y a Él eso lo enfurecía ya muchas no existían cuando las descubría las mataba después de disfrutar de su cuerpo Él se sentía muy solo su padre era un acérrimo enemigo de los vampiros, recientemente había tenido una gran pelea con ellos, Artis se llamaba y regresaba después de perder esa pelea gracias a que el rey de los vampiros había asomado allí y matara a casi todos sus soldados, cuando asomo en la oficina de su hijo lanzo todo lo que traía al suelo causando un tremendo estruendo causando que su hijo lo mirara con curiosidad y preguntara —¿Qué pasó papá? ¿Pero por qué vienes todo manchado de sangre? Artis lo observo enojado y soltó unas palabras fuertes —Pues que el maldito de Alexander llegó hasta donde estábamos peleando y mató a casi todos mis soldados, yo tuve suerte de salir vivo, tu… primo me saco a rastras de allí quería pelear con ese maldito vampiro y no me dejo, en cambio, Él se puso de escudo y… me lo mato Erick, mato a tu primo prácticamente lo descuartizo frente a mí Erick lo observo preocupado y pregunto —¿Dónde estabas papá?, ¿en dónde te escondió Rais? Además, que yo sepa el rey de los vampiros ha querido negociar con nosotros y los trolls Su padre lo observo furioso y gritó —No me interesa sus negociaciones, no me importan, a mí Él no me ordena yo fui el rey antes que Él y con su padre siempre peleábamos hasta que le entrego el reino a Alexander y bueno tú sabes muy bien que Él es el único en su especie nadie ha podido derrotarlo maldita sea Erick escuchaba a su padre, pero volvió a preguntar —Papá quiero saber ¿en qué sitio te escondió Rais para que el rey no te viera y tú si a Él? Arts tomo un poco de aire y contesto —Hizo un hueco en la tierra y me dejo allí adentro, pero estaba tapado con ramas y yo si podía mirar hacia afuera mejor hubiese estado más escondido y no ver como murió Rais Erick abrazó a su padre para reconfortarlo porque sabía como estaba orgulloso de su sobrino porque era guerrero como Él, le encantaba pelear, en cambio, a pesar de ser el rey Erick era más apacible llego hasta a pensar en acercarse al reino de los vampiros para hablar con Alexander y llegar a tener paz, pero su padre siempre intervenía con que lo dejaría de amar si es que hacía eso A veces por escuchar o dejarnos llevar por las antiguas creencias de nuestros padres las oportunidades pasan frente a nuestras narices y las perdemos, pero a veces el destino te pone las cosas muy cerca de ti para que las aproveches y seas muy feliz
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