POV. DAMIAN. —Dilo —susurre sobre su pezón antes de meterlo en mi boca y mire hacia arriba, sus mejillas sonrojadas eran perfectas. —Da-Damián —dijo mi nombre y eso fue suficiente para que Kian volviera a tomar el control por un momento. La tomé por los muslos y me puse en medio de ella, levanto sus piernas, dejando las caderas en el aire y luego deslice mis manos hasta su trasero, apreté y coloque mi punta en su entrada, húmeda, podía sentirla perfectamente y saborearla. Me hundí en ella y Kian y yo gruñimos al tiempo, era el lugar más caliente y perfecto que había sentido jamás, era suave, apretado, perfecto y sin mencionar ese olor que expide su cuerpo con cada estocada. Puse mis manos sobre sus pechos y masajeé suavemente antes de comenzar a dar suaves estocadas y sus gemidos inunda

