Julián llevaba varias noches sin dormir, Lorena lo observa en silencio, por que desde hace mucho, no puede hablar con él como lo hacían antes. Entonces solo le queda mirarlo desde la distancia, tratando de adivinar que inquieta a su novio y rogando al cielo, que no extrañe a su ex-esposa o que tenga la necesidad de volver con ella, porque eso sería devastador para ella.
Ella quisiera acercarse y preguntarle qué está pasando o como puede ayudar. Lo ha intentado, cuando recién estaba conociéndolo, justo semanas después de vivir juntos, pero él siempre responde de la misma manera cuando ella quiere interrogar. Con silencio se manifiesta Julián y en los días en que ella está de suerte, dice que no ha pasado nada, que no debe preocuparse, cuando sabe de sobra, que la preocupación es lo único
