(Madison)
Los mensajes no dejaban de llegar, faltaba poco para que nuestro vuelo despegará, kennet no se cansaba de mandar mensajes, ya no lo soportaba, no quería caer ante él nuevamente. Desdé el primer día que pase en esa casa, mi atención fue hacía él, hacia cualquier cosa para llamar su atención, pero tal parecía que no lo lograba, lo intente por años, hasta que unos meses atrás, él, me comenzó a celar, me sobre protegía y sobre todo trataba de estar cerca de mi cuerpo, varias veces habíamos estado apuntó de besarnos, pero siempre había algo que nos interrumpía.
Suspiró y justó en ese momento entra una llamada de él.
—Contestale, termina con eso o perdonalo —dice Cielo, por más que lo ame no puedo volver con él, ya nada me asegura que en un futuro el me siga siendo fiel, el que lo hace una vez lo hace dos veces.
Lo voy a perdonar, pero no pienso regresar con él, no voy a hacerlo, me amo a mi misma y se que valgo algo mas que una relación con infidelidades.
—¿Diga?
—Nena, por favor perdoname, soy un completo idiota, no se por que...
—Si sabías lo que hacías, no pongas esa excusa, simplemente ya me habías conseguido y creiste que estaría contigo a pesar de todo, pero no.
—Nena, por favor perdoname.
—Si, te perdonó Kennet, pero eso no quiere decir que tu y yo estaremos juntos, eres el hermano de mi mejor amiga y siempre nos vamos a ver, así que no hagas las cosas incómodas para ninguno de los dos.
—No te quiero perder, dejame volver a ganar tu confianza.
—Ya me perdiste kennet, adiós.
Término la llamada y suspiro, Cielo toma mi mano, la volteó a ver y ella me esta sonriendo, con esa sonrisa sincera que muy pocas personas vemos.
—Apaga el celular, creó que ya vamos a despegar —dijo ella y asentí, apagué el celular y lo dejé aun lado.
—Hablemos de otra cosa —le digo y ella asiente.
—De acuerdo, tu te harás cargó de él hasta que yo salga de esa casa —dice y yo asiente.
—¿Te lo quedarás?
—Claro, se que una vez que Connor este con Victoria regresará dispuesto a estar conmigo, después de eso nuevamente los gemelos cambiarán de lugar.
—Me gusta tu idea, llegando le mandare un mensaje a Victoria para que este cerca de nosotras.
—Bien, también quiero que en cada lugar donde vivan los tres Pratt restantes, hallan micrófonos y cámaras escondidas, quiero saber todo lo que pasa ahí.
Después de eso comenzamos a hablar de diversos temas, como la fiesta de cumpleaños de Abby, teníamos aproximadamente dos meses para prepararla justo cómo a ella le gusta.
(Cielo)
A cada momento trataba de distraerla, se que aparenta estar bien, ser fuerte, pero estoy tan segura que si la dejo sola ella se va a desmoronar.
En eso somos parecidas, por errores de otros nosotras terminamos pagando y eso nos hizo lo que somos ahora.
Cuándo el avión ya esta estable, saco la laptop, aun tengo trabajo que hacer y sobre todo, la información de Lysander ya tiene que estar en mi correo.
Madison se ha quedado dormida y no la culpó, yo también haría lo mismo si en este instante no estuviera entretenida por todo lo que estoy leyendo de Lysander. Esto me ayudará mucho para lo que tengo planeado en un futuro.
Se que en algún momento los Pratt se vendrán en mi contra y tengo que tener a Abby protegida al igual que a Madison, todo tiene que estar bien si algún día yo no estoy con ellas. ¿Confió en Lysander para eso? Claro que lo hago, ese griego se gano mi confianza y no sólo por que tuve sexo con él, si no por su forma de trabajar, se que Abby estará segura con él en algún momento.
En cuanto termino de leer todo, veo que también tengo otro correo, sonrió al abrirlo.
“¿Me extrañas?”
Creo que Lysander es un buen sustituto.
[•••••]
En cuánto el avión aterrizó tuvimos que entrar a otra sala, ya que desafortunadamente habían encontrado a un chico muerto en los baños.
Separaron a las mujeres y los hombres, no se que le habrán preguntado a ellos, pero a nosotras solo si habíamos visto algo sospechoso, pero casualmente todas estaban dormidas.
Después de ese inconveniente salimos del aeropuerto.
—¿Fuiste tú? —me preguntó Madison, la miró y alzo los hombros.
—Él dijo que me iba a entretener, no lo hizo, así que yo busque la manera de hacerlo, lástima que el no lo soporto por mucho, solo unos minutos después de la acción.
Madison se ríe y suelta un comentario de Nunca cambiarás. Si yo llegó a cambiar la esencia de Cielo Miller se perdería y eso no es lo que quiero.
Las seis de la mañana y todo me recuerda a ese día, donde en esta misma ciudad, Connor y yo llegamos a un hotel, uno donde lo encontré con la recepcionista, mientras yo mataba al hombre que había entrado a la habitación, aun estando embrazada lo hice.
—Bueno, vamos, tenemos aproximadamente dos horas para tener todo listo, no quiero errores y mucho menos interrupciones.
—De acuerdo, Victoria llegara al medio día —dice Madison con la vista al celular, un auto se estaciona frente a nosotros, es el hombre que asignó Christian para nosotros y esta al tanto de todo lo que haremos hoy, solo le doy un par de ordenes más para que todo este en orden.
(Connor)
Eran las seis de la mañana, para las ocho le darían de alta y nos iríamos a nuestra casa para descansar un poco y esperar el vuelo, no quiero ponerlos en peligro.
—Connor.
Su voz me saco de mis pensamientos, la miré y le Sonreí, sin pensarlo por un momento la vi como Cielo, no era ella misma, se que no son iguales, Cielo a cambiado por nuestra culpa y por mucho que la ame, no puedo estar con ella, lo hago por su bien y el de Abby.
—¿Te sientes bien? —le preguntó y ella asiente.
—¿Ya lo viste?
—Claro, es hermoso...
Ella es una increíble chica, una persona tan pura, justo como lo era Cielo antes, ella sabe que yo amo a otra chica, pero por amenazas de mis hermanos no puedo estar con ella. Ha estado conmigo estos años y un descuido de ambos nos trajo un maravilloso regaló, uno del que estoy muy orgulloso. No quiero que nada les pase a ellos.
—¿Seguro que no podemos quedarnos unos días?
—No podemos, sabes que corren peligro y no me voy a arriesgar que ella se enteren, si lo hace los dos estamos muertos.
—Entiendo.
[••••••]
El trayecto a casa era agradable, Ariadna iba en la parte de atrás con él, nuestro pequeño Emeth.
—Es una cosita tan chiquita, me da miedo apretarlo —dice ella y asiento comprendiéndola, eso mismo sentí yo la primera vez que lo vi.
—Toma las cosas con calma, verás que no le harás nada.
Minutos después llegamos a la casa, bajó y la ayudó a bajar con el bebé, con cuidado entramos a la casa y la dejo en la sala, salgo nuevamente por las cosas que dejamos en el carro y en eso mi teléfono suena.
—¿Diga?
En cuánto me dicen el motivo de la llamada quiero gritarles varias cosas a esa bola de incompetentes.
—Bien, iré yo mismo a arreglar eso.
Suspiró frustrado y entró a la casa con todas las cosas, la veo acomodando al bebé en el mueble junto a ella. Me gustaría ver a Cielo así, pero se que no es posible. Ellos siempre me han tomado por que yo soy el malo, cuando Cárter es el peor de todos, yo jamás engañe a Cielo y sobre todo, jamás hice algo para que ella perdiera al bebé, que era muy probable que fuera de Cárter, pero eso no me importó.
Ese día en el hospital las cosas no fueron como se lo han dicho a ella. Ese día después de que ella tuviera su crisis por la perdida del bebé, yo hable con el doctor sobre su salud, salí para ir por ropa para ella y tener nuestra casa lista, pero mis tres hermanos llegaron a impedirlo, Cárter fue el que le dijo todas esas cosas a Cielo ¿Cómo lo se? Se encargaron que yo escuchará cada maldita palabra antes de golpearme y secuestrarme, pero yo al ir en el carro de Cárter trate de escapar lo que hizo que ambos tuviéramos un accidente y solo un amigo pudo ayudarme, el sabe toda la verdad y no la ha dicho por que yo se loche pedido, pero esta muy cerca de Cielo, así como Christian.
Aunque lo envíe para cuidarla, término enamorado de ella y no lo culpo, todos Caen en los encantos de Cielo y estoy tan feliz que Ambos tengan a Abby.
Quiero estar con ella, pero primero tengo que deshacerme de ellos.
—¿Connor, estas bien?
Salí de mis pensamientos y asentí.
—Tengo que salir, iré al aeropuerto, hay problemas con nuestro vuelo.
—Esta bien, ve con cuidado.
—¿Estas bien aquí o quieres que te llevé a la habitación?
—Aquí estoy bien, tranquilo, yo misma puedo subir, mejor ves rápido.
Asentí y salí de ahí. Tenia un raro presentimiento, no sabia que era pero estaba nervioso
(Cielo)
Me paré frente a la puerta y toque el timbre, unos largos minutos después la puerta se abrió dejándome ver a una chica tan linda, pero algo demacrada, me imaginó que por el parto esta así.
—Cielo.
Dijo mi nombre haciéndome sonreír, entonces él, le habló de mi.
—Hola ¿Me dejarías pasar?
—Claro —dice haciéndose aun lado y dejándome pasar, aún que es extraño que lo haga.
—¿Sabes a lo que he venido? —le preguntó viendo al bebé dormido en el sofá, es tan hermoso y se que se parece a Connor.
—Si, pero tengo varias cosas que decirte antes de que me mates —dice y asiento, me siento en el sofá que esta frente a ella.
—Te escuchó.
—Las cosas no fueron como te las contaron, Connor también fue una víctima, se que una vez que escuches todo odiaras a los Pratt tanto como Connor lo ha hecho todos estos años, quiero que abras los ojos y dejes de ser su marioneta, así como Connor lo es.
—¿A que te refieres?
—Connor te ama, pero lo están obligando a alejarse de ti, de lo contrario tú, tu hija y el bebé, estarían en un gran peligro.
Mira nada más, tal parece que aun faltan secretos que revelar y no me voy a quedar con las manos cruzadas hasta acabar con ellos.
—Quiero que hagas algo por mi.
—Te escuchó.
En esta ocasión no voy a descansar a que ellos estén muertos y no me pienso tentar el corazón, ni Abby ni el bebé tienen la culpa de esa maldita enemistad de gemelos. Yo pagué por sus errores y no dejaré que ellos lo hagan, no lo pienso permitir.