-En el centro de la ciudad había una tienda de abarrotes llamada el destinado, aparentemente se veía normal, pero en su sótano era una imprenta, me atrevo a decir la mejor del mundo- -Soy la estrella del norte que busca ser liberada- mencioné -Siga por favor respondió la tendera- -Samantha iba a mi lado, se que le dolía el brazo, fui algo brusco- -Al bajar al sótano lo vi, se hacía llamar Dios, pues nos daba a todos una nueva identidad, según él un destino- -¡Taylor! No sabes cuánto me emociona verte- mencionó el hombre -Mi querido Dios, no soy digno de estar ante ti- -Tengo tu pedido, quiero que sepas que estás en todas las listas de búsqueda- -Lo se- -Me pasó las nuevas identificaciones y pasaportes- -Al revisarlos sonreí, ahora éramos señor y señora Richards- -Samantha co

