Era la primera vez en la historia de Olimpio que alguien ofreció pagar diez millones de una sola vez.
Aunque la familia Derose era rica, su dinero no caía del cielo. Además, los Derose habían perdido mucho dinero por el reciente asunto de Irina. Así que esos 10 millones eran dolorosos para ellos. Sin embargo, salvar su reputación y recuperar la membresía, era más importante.
El Sr. Horacio siguió negando con la cabeza.
— Esto no es una cuestión de dinero. Su hermana ha infringido nuestras normas y yo soy un m*****o insignificante del gimnasio, ¡así que no está en mi poder tomar esta decisión!.
Willy parecía imperturbable, pero sus ojos revelaban un atisbo de turbación.
La señora Derose se adelantó en un intento de persuasión.
— Señor Horacio, por favor, déjelo pasar. Después de todo,
