Willy palmeó el hombro de Irina pidiéndole que se fuera.
— vamos.
Irina miró con ferocidad a Isabela antes de gritar:
— ¡Espera , esto aún no ha terminado!
Con eso, Irina salió corriendo de la habitación, mientras Willy y Agalia salían con ella.
Justo cuando llegaron a la puerta Willy se giró de repente. Miró a Isabela, que estaba ocupada ordenada sus pertenencias. Con voz sincera, le dijo:
— Isabela, no es necesario que hagas algo así. Deberías saber que estamos en un punto sin retorno.
Nada más terminar la frase, Willy se marchó , mientras sostenía la mano de Agalia entre las suyas.
Isabela había estado ocupada ordenando sus cosas. Que habían sido esparcidas por todo el lugar; ni siquiera le echó una mirada. No fue hasta qué Willy se marchó cuando por fin se puso a maldecir en si
