—-El comandante del batallón no se atrevía a investigar la identidad de Naomia , así que sólo podía ayudar a la niña a pasar desapercibida.
Por la tarde, Isabela regreso a las tropas a pesar de su supuesta enfermedad y ofreció una actuación estelar. Como resultado, el comandante Fernández no dejó de elogiarla.
Durante el descanso de la tarde, Isabela vio por fin a Irina cuando esta se presentó en el campo de entrenamiento.
Después de 24 horas de encierro, ya debería estar fuera.
Irina debió haber estado llorando miserablemente, porque tenía los ojos hinchados. Además, se estaba portando bien, ya que no había dicho ni una palabra después de volver. Sin embargo, Isabela desconfiaba aún más de ella.¿ Era posible que admitiera la derrota tan fácil?.
Debe estar tramando algo contra mi .
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