CAPÍTULO 3

1873 Words
CAPÍTULO 3 ************** El paso número uno de mi plan estaba concretado. Había sacado a mi ex esposo y su modelo oxigenada de la mansión Rengifo como corcho de limonada, él aún se encontraba en shock no podía creer haber saboreado el poder todos estos meses y de la nada haya aparecido una nueva heredera. Estaba ansiosa por encontrarme con la menor de mis hijas. Mi pequeña romina, la más afectada por la muerte de su madre, y mi pequeño gran tesoro, la mesa estaba lista para el desayuno, su nana la bajo con un hermoso vestido rosa al verme sonrió y corrió desde las escaleras al comedor gritando mami, tenerla en mis brazos fue abrumador, quería estallar en llantos, y poder gritarle que había regresado para consentirla —Mami, volviste—con sus brillantes ojos azules, comentó efusiva —Ella no es mamá romina, es una hermana mayor—comentó Leticia—mama está en el cielo —No, no, es mami yo lo sé—gritaba desesperada La abrace tan fuerte como pude y le hable al oído —Es un súper secreto entre las dos ¿sí? —besando sus rosadas mejillas —Sí, guardaré el secreto, pero no vuelvas a dejarme sola mami Desayune con ellos, los mayores apenas pronunciaron palabra en el desayuno, mientras romina no paraba de hablar, mi madre se tomaba el tiempo de analizarme detalladamente, era una mujer inteligente y callada pero precisa y audaz —Te pareces a tu madre cuando estaba joven, incluso posees sus gustos para las joyas, perfumes y diseñadores. Me sorprende que me guardara un secreto tan grande como el de una hija, pero no la juzgaré. Era igual que su difunto padre, siempre tenía una carta bajo la manga—tomando elegantemente un sorbo de café—me hubiera gustado conocerte antes, pero nunca es tarde querida cuentas con mi apoyo, sacaste a esa mujer patética de la casa y al traicionero de Alonso, te aplaudo tu audacia —Gracias, ¿puedo llamarla abuela? O prefiere que le llame Morelia? —Puedes llamarme como te apetezca y sientas más cómoda—sonriente—abuela suena muy hermoso —Debo irme a la corporación, asumir mi presidencia será un reto —Estoy segura que lo lograras, si Soraya tomó la decisión de dejarte a cargo es porque eres capaz de todo. Le di un tierno beso, Salí de casa entrando al carro de Piero quien me esperaba impaciente. Respire profundo, fingir ser otra persona era agotador, sobre todo frente a las personas que amas, y que seguramente les sería difícil entender que estas en un cuerpo que no te pertenece, el manejo en silencio, nervioso por toda la situación en la que me estaba involucrando, según su perspectiva de hombre sensato, me estaba exponiendo, poniendo en riesgo nuevamente mi vida. Entre a la corporación desatando mirada a estas alturas seguramente ya la gran mayoría de mis empleados conocían el chisme de que Soraya Rengifo no era tan intachable como ellos creían, tuvo una hija siendo adolescente a quien escondió por años en suiza y ahora era la dueña de toda su herencia. En la sala de juntas estaba la directiva de la empresa encabezada por Alonso mi ex y Luciano mi ambicioso hermano, quienes después de mi muerte se habían otorgado el cargo de presidente y vicepresidente de mi empresa, tenían una trampa montada con números, tablas, y muchas estadísticas. Sonreí, conocía esta corporación mejor que nadie y habían elegido los número que yo misma había logrado el año pasado en el cuerpo que alguno o quizás los dos decidieron asesinar. Me acerque a la pantalla y sin muchos preámbulos empecé la exposición que ellos no esperaban, sus sonrientes caras desbordaban decepción y sorpresa. ¿Cómo era posible que conociera los balances?. Me percate de una cara nueva, un hombre imponente que tenía dibujada una sonrisa mientras con su profunda mirada desnudaba mi cuerpo, era evidente que me veía con deseo y lujuria, no le conocía pero podía deducir que era parte de la firma que realizaron en mi ausencia con los rusos, estaba extasiado con la brillante mujer que tenía frente a él. —Supongo que me creían perdida. Lamento decepcionarlos, mi madre se encargó que conociera muy bien la corporación que algún día sería mía y me entrenó para que cuando asumiera la presidencia fuera mejor que los presentes en la sala. Buenos días—dirigiéndome al resto—mi nombre es Sofía Rengifo y a partir de hoy soy la presidenta de esta corporación, y mi tío Piero será el vicepresidente. Un golpe en la mesa, me hizo guardar silencio, era Alonso bastante molesto, acababa de dejarlo en evidente ridículo. —¿Como que piensas nombrarme? —Mmmm, aún no lo he pensado, quizás como gerente de recursos humanos o jefe de mantenimiento—sonriendo —Tengo muchos años en esta corporación, como vicepresidente —Cuando mi madre era la presidenta, confiaba plenamente en usted. Pero sinceramente yo prefiero tener una persona de mi confianza y capaz, si desea puede retirarse a fin de cuentas usted no es de la familia —Estás humillando al esposo de tu difunta madre y al padre de mis sobrinos—comentó Luciano alterado —Lo siento pero lo que tengo para ofrecerle a ambos es una gerencia, lo toman o lo dejan —Espero no te arrepientas de tus decisiones querida nueva sobrina Saliendo ambos de la sala de juntas. Ya tenía la primera amenaza sobre la mesa. El extraño sentado en la mesa se acercó a mí, tomando mi mano y dando un beso apasionado en mi mano, termino erizando mi piel, su tono al hablar me hizo entender que era extranjero probablemente ruso, era muy guapo, fuerte y notablemente sexy aunque solo en su rostro daba a entender su malicia —Un placer, Alexandre Koslov, mis más íntimos amigos me llaman sasha, tú decides como quieren llamar a tu futuro esposo Me robó par de carcajadas, no esperaba tan osada respuesta de su parte —Que lo hace pensar ¿qué me casaría con un extraño? —Después de la cena de hoy, no seré más un extraño. He soñado con usted desde mi llegada a este país, encontrar una mujer con agallas y belleza, no desperdiciare la oportunidad que me acaba de caer del cielo —Que romántico —Espero no te gusten los hombres románticos, porque suelo ser todo lo contrario. Enviaré a la mansión Rengifo un chofer por ti a las 7:00 pm —No he aceptado la cena —Con esa sonrisa acabas de aceptar la mejor noche de tu vida Se acercó y me dio un beso en la mejilla, saliendo de la oficina mire a Piero. —No me gusta nada las aguas oscuras en las que te estas metiendo, ese hombre es peligroso, creo que es catalogado peor que su padre, y le estabas coqueteando abiertamente —Escuchaste las amenazas de Alonso y Luciano, necesito protección, además es guapo y pretencioso. Cálmate todo saldrá como lo tengo planeado ya veras Estaba acostumbrada a las jornadas arduas de trabajo, ahora en un cuerpo joven me eran menos agotadoras. Regrese a casa temprano debía arreglarme para la cena de esta noche con el ruso, escogí un hermoso y escotado vestido de seda rojo accesorios dorados cabello ondulado tacones altos y uno de mis perfumes favoritos. Coco de Chanel. El chofer me recogió en una lujosa camioneta color n***o y manejo hasta una lujosa casa. El me esperaba —¿Una cena en su casa?. Supongo diariamente la usa de hotel porque trae mujeres fáciles, pero antes de entrar quiero que tenga claro que no soy el tipo de mujer que se va a la cama el primer día que conoce a un hombre Él soltó una efusiva carcajada y negó con su cabeza —Tengo otro lugar para mis encuentros sexuales diarios, a mi casa solo traería a mi futura esposa—mirándome de arriba abajo con ojos de lujuria, mientras con su lengua humedecía sus labios—eres preciosa y muy sexy. Entremos Su casa era un espectáculo, las obras de arte que poseía eran alucinantes, parecía un museo de parís —Wao, que buen gusto—apartó el abrigo que cubría mis hombros lentamente, su respiración cercana erizaba mi piel. Tenía una facilidad para deslumbrar con su forma de ser poco romántica pero también poco convencional que lo hacían interesante, quizás era el hecho que no había conocido una persona como él. Nos sentamos en su lujosa mesa, y un mayordomo sirvió nuestra comida, una deliciosa pasta al estilo italiano, sus penetrantes ojos no dejaban de mirarme —No solo eres hermosa, además eres inteligente y atrevida. Pero seré sincero, trabajo demasiado no tengo mucho tiempo para conquistar a una mujer, o mejor dicho a mi padre se le olvidó enseñarme cómo ser romántico, en Rusia no se maneja muy bien el romance —¿Quieres que te conquiste yo? —tomando un sorbo de mi copa mientras sonreía pícaramente —Tengo otros métodos de conquista, pero dudo que una mujer como tú lo acepte —Me ha entrado la curiosidad ¿cuál es tu método de conquista? —El buen sexo, la práctica s****l me apasiona, pero de solo mirarte, tan hermosa, delicada y educada, puedo darme cuenta que acostumbras al sexo tradicional y aburrido Trague grueso antes de contestar… —¿Me estás llamando aburrida? —No, es mi percepción, no pierdo el tiempo en flores, cenas, y poemas. Como seguramente acostumbras Se levantó y estiró su mano, subimos las escaleras de su lujosa casa hasta un pasillo que desde sus inicios mostraba esculturas y cuadros al desnudo, abrió una puerta haciéndome pasar, quedé en shock, me di cuenta inmediatamente que se trataba de una habitación de fetiche s****l, las paredes rojas con luces negras una cama con sábanas de seda, y arnés guindado con esposas de peluche n***o, varios muebles de diferentes formas una pantalla gigante, me sorprendió ver que incluso tenía una pequeña piscina. Respire profundo para recuperar el aire que había perdido, me sentí intimidada por aquel lugar. Él tuvo razón en decir que mi sexo era tradicional, y siempre con mi esposo, además desconocía la vida s****l de Sofía, desconocía qué tan preparado estaba mi nuevo cuerpo. El rompió el silencio que consumía la habitación posando su cuerpo tras de mí, susurrándome al oído —Esta habitación, es personal ninguna mujer la había pisado, siéntete afortunada, no significa que debas aceptar ser parte de ella—enredando sus manos en mi cintura mientras con su nariz acariciaba mi cuello—te deseo incluso antes de conocerte —volteandome y besándome No pude rechazar su beso, estaba cautivada por su presencia, no dejaría mi plan fallar por ningún motivo, estaba dispuesta a todo, incluso ser parte de una fantasía s****l, de la que jamás me había imaginado ser partícipe. Cerré aquella puerta con mi pie, esperaba así se diera cuenta que estaba dispuesta a estrenar cada mueble de aquella deslumbrante y cautivadora recamara. NOTA DEL AUTOR: HOLA HOLA, QUERIDAS LECTORAS NO OLVIDEN DEJAR SUS LINDOS COMENTARIOS, Y AGREGAR LA HISTORIA A SUS BIBLIOTECAS... gracias totales
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