CAPÍTULO 21 EMILIANO FERRER —No quiero que me ocultes nada. Jamás te dejaría sola en esto. Fui descuidado, lo siento, y si un hijo es el motivo para que tú y yo podamos vivir juntos, lo acepto porque, aunque no fue planeado, te quiero a mi lado, siempre y por siempre. Te amo no desde hace dos días, estoy seguro de lo que siento y quiero, contigo lo quiero todo. Se supone que primero es el matrimonio y luego vienen los hijos, pero si el destino lo quiere, así lo acepto. ¿Te casarías conmigo? Y si ese bebé existe, ¿estás dispuesta a dormir junto a mí y despertar cada mañana por el resto de tu vida? No aparto mis ojos de los suyos esperando una respuesta. La observo, no sé qué pasa por su cabeza. Pero su reacción me sorprende cuando se levanta y cae en mis regazos, a horcajadas, riendo, l

